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BUENOS AIRES (AP) — Con más de 700 muertos y unos 35.000 contagios en las últimas 24 horas, Argentina batió su peor marca durante la pandemia de coronavirus.
El Ministerio de Salud informó el mates que 745 personas se sumaron a una lista víctimas de COVID respecto al informe de la víspera, mientras hay 35.543 nuevos casos.
El total de decesos asciende a 71.771 y son 3,3 millones los casos confirmados.
En tanto, hay unas 5.813 personas internadas en unidades de terapia intensiva (UTI), con lo cual el promedio de ocupación de camas a nivel país está en 72%, según cifras oficiales.
“La situación es desesperante”, reconoció Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud Privada. “Esto se veía, este es un virus atado a la circulación y todos sabemos que la circulación es alta y hay transgresiones enormes. Siguen existiendo las fiestas clandestinas y las reuniones sociales con un montón de gente”.
Los números récord se dieron a conocer a pocos días que concluya la vigencia del último decreto del presidente Alberto Fernández, que impuso toque de queda nocturno, cierre de escuelas, suspensión de actividades de esparcimiento en espacios cerrados y reducción del horario comercial en aquellos distritos con más casos.
Argentina evitó en 2020 el colapso sanitario con una estricta cuarentena impuesta en marzo y que recién se fue flexibilizando a partir de agosto, pero ahora enfrenta una más potente segunda ola de coronavirus sin consenso social para imponer un nuevo confinamiento y con indicadores económicos cada vez más preocupantes que limitan el margen de acción del gobierno.
“No nos estamos cuidando, todos estamos cansados y amargados por la pandemia, pero es lo que nos toca vivir”, dijo el presidente Fernández horas antes de darse a conocer el reporte oficial. “En estos términos debemos seguir (las restricciones)”, adelantó sin dar mayores detalles.
“Hay que cortar la circulación violentamente”, opinó Belocopitt. “Nuestro proceso de vacunación viene lento y esta es una de las herramientas que tenemos”.
Unas 10 millones de personas recibieron la vacuna, pero sólo dos millones tienen las dos dosis sobre una población de 45 millones.