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Arranca construcción de Reserva Santa Fe, complejo residencial sustentable

·         El proyecto contempla una extensión de 195 hectáreas (86% de áreas verdes y 14% para la construcción de vivienda residencial) y tiene una inversión de 5,000 millones de pesos.

·         Ubicado entre los Valles de la Ciudad de México y de la ciudad de Toluca, el desarrollo planea beneficiar a las comunidades vecinas con la generación de 2,000 empleos permanentes.

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Ciudad de México, 21 de diciembre de 2020. Con el objetivo de crear un proyecto residencial caracterizado por su valor social y ambiental en el municipio de Lerma, Estado de México, Reserva Santa Fe arrancó su edificación en un espacio de 195 hectáreas, de las cuales 110 son área boscosa protegida bajo la figura de reserva nacional privada.  De la extensión total de terreno, 86% corresponde a áreas verdes y 14% se destinará a la construcción de vivienda residencial.

Reserva Santa Fe se concibe como una iniciativa inmobiliaria que conjunta a las comunidades locales, a las autoridades y a la iniciativa privada para conservar el corredor boscoso que divide los Valles de la Ciudad de México y de Toluca.

Al mismo tiempo, este proyecto ofrece distintas amenidades como más de 25 kilómetros de senderos peatonales y para bicicleta, ideal para realizar actividades físicas en contacto con la naturaleza, campos de futbol, canchas de tenis y de paddle tenis, puentes colgantes, tirolesas, vivero y granja; mismas que respetarán la flora local, dominada por oyameles.

Reserva Santa Fe, considerado el primer desarrollo inmobiliario con huella ecológica positiva, es el único proyecto en América Latina y uno de los 24 en todo el mundo registrado para obtener la certificación de Living Community Challenge del Living Future Institute, el estándar de calificación más riguroso en cuanto a construcción sustentable.

Algunos de los datos ecoeficientes que se estiman durante su edificación y operación son la captación de agua pluvial para uso y recarga de mantos acuíferos; descarga cero, manejo y tratamiento de aguas residuales totales; diseño de irrigación pasiva del paisaje y colocación de paneles solares en las viviendas para la generación de toda la energía eléctrica que se consuma. También se planea la existencia de una estación de monitoreo, en la que investigadores especializados levantarán variables de evaluación que registren la evolución de la salud del bosque.

Reserva Santa Fe se trata de un espacio que contempla la construcción de 500 casas residenciales nivel premium, aunque el uso de suelo permite la construcción de hasta 1,500, garantizando así una baja densidad.

Durante el arranque de las obras, que dio cita a directivos de Reserva Santa Fe, autoridades del Estado de México y del Municipio de Lerma, inversionistas y ejidatarios, se destacó la importancia urbana y ecológica del proyecto, que implica una inversión de 5,000 millones de pesos. La primera etapa del proyecto se realizará en un periodo de tres años, sin embargo, los trabajos de construcción se mantendrán activos por siete años más, una vez que se concluya la edificación de las viviendas.

“Reserva Santa Fe es una iniciativa así, en la que confluyen el bienestar de largo plazo de comunidades y pueblos originarios, el compromiso con el ambiente y –por ende—con el futuro, y el rendimiento de una inversión exitosa y la generación de empleos. […] Este modelo de inclusión y colaboración incluye a 80 familias de ejidatarios en el negocio y, además, empleará a 2,000 personas de manera permanente y 1,000 temporalmente”, indicó Armando Turrent Riquelme, CEO Reserva Santa Fe. Además, en el evento de banderazo de inicio de obra, se destacó que Reserva Santa Fe desarrollará una cadena de proveeduría local para que los residentes adquieran sus productos de primera necesidad de las comunidades vecinas, específicamente del poblado de Salazar, Estado de México.

Por otro lado, Rafael Díaz Leal, secretario de Desarrollo Urbano y Obra del gobierno del Estado de México, señaló que el proyecto “tiene un impacto positivo en el medio ambiente a diferencia de los demás proyectos residenciales, porque tiene un potencial de regeneración de los bosques, de recarga de los mantos acuíferos, en la captación de agua de lluvia y más elementos que en términos de sustentabilidad lo hace un proyecto redondo”.

Bajo el esquema de negocio de Reserva Santa Fe, 80 familias de ejidatarios con socios del proyecto, aportando la tierra al fideicomiso, como lo haría cualquier otro inversionista de pleno derecho. “Agradecemos a Reserva Santa Fe esta oportunidad de crecimiento económico y social para la zona, y en especial para nuestras familias. El hecho de considerarnos como partícipes activos de este proyecto nos entusiasma para dar continuidad a la preservación de un importante pulmón para el Estado de México y la Ciudad de México, y que también es nuestro hogar”, — mencionó Benedicto Torres de la Cruz, presidente del Comisariado Ejidal del Ejido de Santa María Atarasquillo, Sección Cieneguillas.