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Atención oportuna de lesiones evita fracturas o cirugías advierten especialistas del ISSEMYM

  • La Clínica de Rehabilitación Física Integral recibe más de 200 pacientes diarios, quienes en su mayoría acuden a consulta cuando el dolor es incapacitante o limita su actividad física.
  • Los padecimientos más recurrentes son dolores de cuello, espalda y cintura, así como problemas articulares en rodillas, brazos y hombros.

TOLUCA, Estado de México. – Terapeutas de la Clínica de Rehabilitación Física Integral del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) informaron que en promedio atienden a 200 pacientes por día, quienes en su mayoría recurren a consulta cuando el dolor de una lesión es incapacitante o la movilidad se ve limitada, al grado de ir perdiendo independencia y no poder realizar las actividades de la vida diaria.
 
De ahí la importancia de atender oportunamente las lesiones para evitar que se vuelvan crónicas, refirió Themis Rodríguez Cidonio, Terapeuta Físico del ISSEMYM; quien dijo que un dolor que se prolonga por más de dos días presenta inflamación y al no darle un cuidado apropiado, puede generar mayores complicaciones, desde fracturas hasta requerir la intervención quirúrgica.
 
Agregó que lo ideal es acudir con el médico para su pronta valoración y posterior tratamiento, y en su caso, rehabilitación.
 
Por su parte, Luis Roberto García Maruri, también Terapeuta Físico de este instituto, indicó que esta Clínica atiende a más de 200 pacientes al día, siendo los padecimientos más recurrentes: dolores de cuello, espalda y cintura; así como problemas articulares, principalmente de rodillas, brazos y hombros.
 
Agregó, que la encomienda del Director General del ISSEMYM, Ignacio Salgado García, es ofrecer un trato digno, por lo que la atención es casi personalizada para preservar y mejorar, con El Poder de Servir, el estado físico de las y los pacientes.
 
Puntualizó, además, que para evitar que los servicios de urgencia estén saturados por cuadros de lesiones, se debe crear una cultura de la prevención y el autocuidado, realizar ejercicio o activación física, ser apegados al tratamiento o terapia, acudir a chequeos constantes; pero, sobre todo, no automedicarse, ya que también existen fármacos específicos para cada tipo de lesión.