- En el primer semestre de 2022 se registraron decrementos del 9% en los asesinatos, y del 8% en los feminicidios y robos de vehículo con violencia.
- En contraste, se reportó un incremento de 31% en el número de víctimas de extorsión, 24% en las víctimas de trata, 6% en los robos con violencia, 5% en los reportes de violencia familiar, de 4% en los casos de narcomenudeo y del 3% en secuestro.
- Causa en Común subraya que la falta de resultados para disminuir la violencia se debe a la falta de una estrategia de seguridad pública, lo que se ve agravado por la militarización del país.
Ciudad de México, 27 de julio de 2022.- De acuerdo al análisis de las cifras de delitos y víctimas registradas en carpetas de investigación, que reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer semestre de 2022 se tuvieron disminuciones, de 9% en el número de víctimas de asesinato, y de 8% en las víctimas de feminicidio y en los casos de robo de vehículo con violencia, respecto de los primeros seis meses de 2021.
En cuanto a los delitos que presentan incrementos respecto de los primeros seis meses de 2021, los registros de extorsión se incrementaron en 31%; trata de personas, 24%; los de robo a transeúnte con violencia, 6%; las denuncias por violencia familiar, 5%; los reportes de narcomenudeo, 4% y las víctimas de secuestro, 3%.
En total, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2022, se han registrado 124,415 víctimas de asesinato en el país.
Cabe recordar que el nivel de criminalidad es mucho mayor de lo que reflejan los datos del SESNSP, como lo acreditan las encuestas de victimización. Destacan los subregistros en algunos delitos de alto impacto, como feminicidios, secuestros y extorsiones.
Causa en Común hace un llamado al gobierno federal y a los gobiernos locales para revertir una militarización claramente incapaz de atender los problemas de inseguridad pública y a emprender urgentemente el rescate de los cuerpos de policía, de las fiscalías y del sistema penitenciario.
Asimismo, es indispensable asumir una auténtica estrategia de seguridad que parta de la ineludible responsabilidad de enfrentar a las organizaciones criminales.