5 jul (Reuters) – El aumento de los casos de coronavirus en 39 estados de Estados Unidos opacó las festividades del Día de la Independencia, mientras los expertos de salud temen que las celebraciones del fin de semana causen más contagios que podrían hacer colapsar los hospitales.
Luego de que ciudades y pueblos en todo el país cancelaron los espectáculos de fuegos artificiales para evitar grandes multitudes, muchos estadounidenses lanzaron petardos y bengalas desde las calles y suburbios para conmemorar el 4 de Julio.
En los primeros cuatro días de julio, 15 estados reportaron cifras récord de casos nuevos de COVID-19, que ha infectado a casi 3 millones de personas y causado la muerte de unos 130.000 estadounidenses, de acuerdo a un conteo de Reuters.
Los contagios en Florida han escalado en más de 10.000 diarios en los últimos cuatro días, incluyendo un aumento de 10.059 infecciones confirmadas el domingo, un nuevo máximo y que supera todos los conteos en cualquier país de Europa durante la meseta del coronavirus en ese continente.
Los casos también se han disparado en Arizona, California y Texas y la tendencia indica un incremento en los estados del centro que una vez mostraron tasas menores de contagios, como Iowa, Ohio y Michigan, según un análisis de Reuters sobre el avance de la pandemia en las últimas dos semanas en Estados Unidos.
En Phoenix, Arizona, grupos de residentes se reunieron el sábado sin máscaras ni distanciamiento social para escuchar a un orador en un mitin contra las restricciones para prevenir la propagación del virus. Muchos en la multitud vestían de rojo, blanco y azul, y algunos tenían carteles que decían: “El capitalismo tiene sentido. El socialismo no. Viva Trump 2020”.
“Abrimos demasiado temprano en Arizona”, dijo la alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, en la cadena ABC, y añadió que la ciudad sufría una “crisis relacionada con las pruebas”, con personas esperando en filas por ocho horas en sus autos para averiguar si estaban infectados.
Durante un discurso del Día de la Independencia en la Casa Blanca el sábado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, afirmó -sin ofrecer evidencia- de que el 99% de los casos de coronavirus en Estados Unidos han sido “totalmente inofensivos”.
Solo en Texas, el número de pacientes con COVID-19 actualmente hospitalizados aumentó a un récord de 7.890 el sábado en comparación con 3.247 hace solo dos semanas.
El alcalde demócrata de Austin, en Texas, advirtió durante una entrevista con CNN que los hospitales de su ciudad podrían alcanzar su capacidad en dos semanas y quedarse sin camas en la unidad de cuidados intensivos (UCI) en 10 días. En Arizona, alrededor del 90% de las camas de UCI están ocupadas.
Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reportaron el domingo un aumento de 52.228 casos nuevos de COVID-19 en el país, a más de 2,841 millones; mientras que las muertes se elevaron en 271 a un total nacional de 129.576.
Las cifras de los CDC no necesariamente reflejan los números provistos por estados y ciudades de forma independiente.
Reporte de Doina Chiacu en Washington; escrito por Lisa Shumaker. Editado en español por Marion Giraldo