WASHINGTON (AP) — La demanda de pruebas de detección del coronavirus está cayendo en picada en las comunidades de Estados Unidos. El descenso se produce en un momento importante de la pandemia: los expertos son cautelosamente optimistas en cuanto a que el ritmo de contagios de COVID-19 está retrocediendo después de haber matado a más de medio millón de estadounidenses.
Sin embargo, les preocupa que las variantes emergentes puedan prolongar la crisis de salud.
“Todo el mundo tiene la esperanza de una vacunación rápida y generalizada, pero no creo que estemos en un punto en el que podamos bajar la guardia todavía”, dijo el doctor Clemens Hong, quien lidera la operación de pruebas del condado de Los Ángeles. “Simplemente no tenemos suficientes personas inmunes para descartar otro aumento”.
Las pruebas en Estados Unidos alcanzaron su punto máximo el 15 de enero. Desde entonces, el número promedio de pruebas diarias ha disminuido más de un 28%. La caída refleja disminuciones en todas las principales mediciones sobre el avance del virus desde enero, como las cifras de casos nuevos, las hospitalizaciones y las muertes.
Otros motivos que explican esta caída son las condiciones invernales adversas, que obligaron a la gente a permanecer en casa; el final de la temporada de viajes de fin de año; la fatiga pandémica y una mayor atención a la vacunación.
“Cuando se combinan todos, se ve esta disminución”, dijo el doctor Richard Pescatore, del Departamento de Salud de Delaware, donde las pruebas diarias han caído más del 40% desde el pico de enero. “La gente simplemente no va a los sitios de pruebas”.
Pero los tests siguen siendo recursos importantes para rastrear y contener el brote.
El condado de Los Ángeles está abriendo más opciones de pruebas cerca del transporte público, escuelas y oficinas para que sea más fácil que la gente se las haga. Los funcionarios del condado de Santa Clara están exhortando a los residentes a “continuar haciéndose pruebas con regularidad”, destacando los nuevos autobuses móviles de pruebas y los sitios emergentes.
Algunos especialistas advierten que Estados Unidos debe duplicar las pruebas para prevenir brotes de variantes del coronavirus que se han afianzado en Reino Unido, Sudáfrica y otros lugares.
“Necesitamos utilizar las pruebas para continuar con la tendencia a la baja”, dijo el doctor Jonathan Quick de la Fundación Rockefeller, que ha estado asesorando a los funcionarios del presidente Joe Biden. “Necesitamos tenerlas allí para detectar los aumentos repentinos de las variantes”.