Para llenar los medios de comunicación, escritos y audiovisuales, los ‘profesionales’ que permanecen de guardia durante estos días vacacionales recurren a todo tipo de contenidos light, sobre ciertos balances del año y, especialmente, sobre temas gastronómicos. En este escrito intento hacer un esfuerzo, para sacar petróleo de ese vacío informativo.
Como noticia, casi monotemática y excepcional, hoy hemos tenido el accidente del avión 7C2216 de Jeju Air, en Muan, Corea del Sur, en el que ha habido 179 muertos. Pero, salvo esa información, lo que predomina en los medios, es la pura nadería, ya que incluso la meteorología se ha confabulado para tener instalado en el sur europeo un gran anticiclón, que es lo que más aburre, incluso a los propios meteorólogos.
Y uno de esos pseudo balances que ha publicado el diario Ara (29/12) es la relación de los 15 personajes que han marcado tendencia este año 2024; y con eso ocupan dos planas enteras. Esta información, según explican, está elaborada por el ‘New York Times’.
Pues bien, no es que me haya sorprendido, pero entre esos 15 personajes, apenas conozco algunos pocos, la mayoría, para mí, son totalmente desconocidos, como: Kim Yeji, Cynthia Erivo y Ariana Grande, Chappell Roan, Charli XCX, Radhika Merchant y Anant Ambani, Sandra Hüller, Ramy Youssef, Ayo Edebiri, Jean Smaert y Zendaya.
Es preciso recordar, asimismo, que Donald Trump fue considerado ‘el hombre del año 2024’, por parte de la revista Time; y la revista Glamour consideró que la mujer de este año es la cantante mexicana Ángela Aguilar Álvarez Alcalá.
La BBC, por su parte, reveló su lista de las 100 mujeres inspiradoras e influyentes en todo el mundo, en este 2024, y, entre ellas, está la Premio Nobel de la Paz, Nadia Murad; la activista y sobreviviente de violación, Gisèle Pelicot; la actriz Sharon Stone, las atletas olímpicas Rebeca Andrade y Allyson Feliz; la cantante Raye; la artista visual Tracey Emin; la activista climática Adenike Oladosu y la escritora Cristina Rivera Garza.
Y esto me demuestra que, si realmente esta relación está basada en estudios demoscópicos correctos, puedo confirmar, con rotundidad, que ‘mi reino no es de este mundo’, ya que mi conocimiento es muy limitado, como ya sabía, así que, ninguna novedad.
Pues bien, siguiendo con esa ‘moda’ de resaltar talentos, me parece que es interesante recordar que hoy (29/12), el 363 día del año, numéricamente, tiene unas ciertas significaciones simbólicas, ya que:
‘conlleva una poderosa vibración que insta a conectar con nuestra sabiduría interior y confiar en el universo (…) en la numerología espiritual, el número 363 se asocia con la creatividad, la comunicación y la manifestación de nuestros deseos más profundos (…)’
(https://search.app/g8z5T2E4UCt2daps8)
Particularmente no creo en la numerología, ni en la astrología, ni en gran cantidad de ‘pseudo ciencias’, que más bien me parecen patrañas.
Ahora bien, me parece interesante recordar que un día como hoy, el 29 de diciembre, nacieron:
- Pau Casals i Defilló (1876 – 1973), el gran violoncelista, director y compositor musical; conocido internacionalmente por su interpretación de ‘El cant dels ocells’, que se convirtió en un símbolo de la paz y de la libertad; y
- Carles Puigdemont i Casamajó (n. 1962), el 130 president de la Generalitat, exiliado desde hace 7 años.
y ambas personalidades son un claro ejemplo de las especificaciones expresadas en la interpretación simbólica del número 363.
Si bien, eso es una mera coincidencia, ya que, como he dicho, no me parecen correctas esas atribuciones que no están basadas en serios estudios estadísticos. Y, que de forma ‘puntual’ pueda parecer que aciertan en ambos personajes, es preciso recordar el refrán popular que dice que ‘una flor no hace primavera (o verano)’.
De todos modos, me parece una afortunada coincidencia que Pau Casals y Carles Puigdemont compartan el día de nacimiento, si bien, con 86 años de diferencia. Pues ambos personajes representan, a mi modo de ver, la coherencia, la firmeza y la determinación para enfrentarse a regímenes carentes de democracia. Casals se opuso a la dictadura franquista; y Puigdemont se opone a la actual dictadura judicial, entre la de otros poderes. Y ambos sufrieron el exilio (que el president todavía sigue padeciendo)
Es preciso señalar que los símbolos acaban siendo atemporales, ya que prolongan su influencia a lo largo del tiempo; pues hoy hace 148 años del nacimiento del maestro Casals, su imagen y recuerdo ético y moral, perdura y perdurará; como confío que constaten los historiadores del futuro respecto a Puigdemont.
Pero es evidente que el conocimiento popular acaba desdibujando ciertas historias, y con el paso del tiempo, quedan meras anécdotas que, en el caso de Casals, se limitan a:
- su concierto en la Casa Blanca, el 13 de noviembre del 1961, delante el presidente John Fitzgerald Kennedy (el 15 de enero de 1903, ya había dado otro similar, pero privado, ante Theodore Roosevelt); o
- su discurso en catalán en la sede de las Naciones Unidas, el 24 de octubre de 1971, en el que le concedieron la Medalla de la Paz. En ese discurso, que ha pasado a ser mítico, dijo: ‘Soy catalán. Catalunya tuvo el primer parlamento democrático mucho antes que Inglaterra. Y fue en mi país donde existieron las primeras naciones unidas. En aquel tiempo -siglo XI- se reunieron en Toluges (hoy Francia), para hablar de la paz, porque los catalanes de aquel tiempo ya estaban en contra de la guerra (…)’
‘anécdotas’ recordadas por una minoría, de cada vez más minoritaria, ya que los gustos, aficiones e intereses generales giran en torno a las ‘figuras’ que marcan tendencia, como las citadas al principio de este escrito.
Así, con el paso del tiempo, quedan referencias desconectadas de la historia, de la realidad; un ejemplo lo tenemos con infinidad de nombres de los callejeros de nuestras ciudades, que conocemos el nombre, y nada más. Podría destacar muchísimos ejemplos, pero, con el siguiente es suficiente para mostrar nuestra ignorancia y olvido:
el de la calle Xifré, de mi barrio. Apenas nadie conoce que ese nombre se refiere a Josep Xifré i Casas (Arenys de Mar, Barcelona, 1777 – 1856, Barcelona), un hombre de negocios, negrero, filántropo, mecenas, que hizo su fortuna en Cuba y los EUA, por eso se le conocía como el Rockefeller catalán. Y, entre sus obras en Barcelona, en 1836 patrocinó la construcción del edificio llamado los ‘Porxos d’en Xifré’ (porches), por los arquitectos Josep Buixareu y Francesc Vila; edificio conocido en la actualidad por el restaurante que hay en la planta (‘7 Portes’, 7 puertas), un edificio singular con simbología masónica, y un gran reloj, en el que sólo se marcan las cifras: 1, 2, 3, 6, 9 y 12, que en total suman 33 (la edad de la muerte de J.C.).
Con este ejemplo quiero mostrar que el tiempo lo mata todo, o casi todo, y al final, incluso los recuerdos fijados en piedra pierden su contexto.
Por todo ello y, en definitiva, que, dada la volatilidad de nuestra memoria y voluntad, máxime cuando tenemos todos los medios de comunicación manipulando los hechos y despistándonos con chorradas varias, y utilizando para ello todas las estrategias posibles (por tierra, mar y aire), para conseguir imponernos el relato que les interesa: nuestra obligación, nuestro deber, es el de preservar nuestra historia, nuestra cultura y nuestros valores. Solo así podremos transmitir a nuestros nietos el verdadero sentir de nuestro País.