LA PAZ (AP) — Las cárceles cercanas a Brasil fueron aisladas para prevenir contagios ante las sospechas de que la variante de COVID-19 que circula en ese país ha llegado a Bolivia, mientras aumenta el pedido de autoridades locales de cerrar las fronteras, se informó el sábado.
En las tres regiones vecinas a Brasil —Santa Cruz, Beni y Pando— han aumentado los contagios del nuevo coronavirus en los últimos días después que el país estaba en un descenso tras un rebrote anticipado que inició en diciembre.
“Se instruyó encapsular (aislar) los centros penitenciarios y suspender las visitas y salidas de internos por audiencias, para evitar riesgo de contagios”, informó el viceministro de Régimen Interior, Emilio Rodas.
La autoridad explicó que en la población fronteriza de Guayaramerin, una de las ciudades más pobladas de Beni, se reportaron ocho reclusos con COVID-19, que posteriormente fueron aislados.
Mientras, el Ministerio de Salud aún espera los resultados de las muestras que enviaron a laboratorios brasileños a inicios de esta semana para verificar si se trata de la variante que se registra en la nación limítrofe, una de las más golpeadas por el virus en el mundo.
El secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Marcelo Ríos, y autoridades de las poblaciones cercanas a Brasil han solicitado el cierre de fronteras.
Ante la petición, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, informó el sábado que se está evaluando desde la cartera de Salud la situación epidemiológica, principalmente, en Beni y Pando.
En tanto, el país andino enfrentaba retrasos en la llegada de la principal vacuna —la rusa Sputnik V— para seguir en su plan de inmunización. Bolivia reporta hasta ahora 268.711 contagios y 12.143 decesos por el COVID-19, según el último informe del Ministerio de Salud