LA PAZ, Bolivia (AP) — Aunque el gobierno boliviano ha descartado cerrar su extensa frontera con Brasil para evitar la propagación de la variante brasileña de COVID-19 —altamente contagiosa—, optó por reforzar sus controles sanitarios y vacunar en zonas fronterizas de manera prioritaria en medio de una escasez de vacunas y un sistema de salud precario en esas regiones.
“Hemos instruido vacunar a la población fronteriza y estamos dotando de equipos y medicamentos porque no estamos exentos de la nueva cepa y tampoco tenemos la tecnología para detectar las variantes”, dijo el martes el presidente Luis Arce. Por el momento la situación está bajo control y tampoco “cerramos” la posibilidad de un cierre de fronteras, dijo a su vez el ministro de Salud Jeyson Auza.
Esa cartera envío muestras a Brasil para detectar si la nueva variante está circulando en territorio boliviano. Los contagios se han incrementado en regiones fronterizas en los últimos días, lo que despertado sospechas. Bolivia comparte más de 3.400 kilómetros de frontera con su vecino, la mayor parte es selvas y ríos despoblados o con escaso control, según las autoridades.
A los pedidos para cerrar la frontera se ha sumado el expresidente Evo Morales. “Debido a la nueva cepa del coronavirus es importante cerrar la frontera con Brasil y priorizar la vacunación en las poblaciones fronterizas”, dijo por Twitter. Sin embargo, para el gobierno la medida implicaría “vulnerar los derechos básicos” de libre tránsito, ha dicho el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco.
El martes ciudadanos protestaban en español y portugués mientras esperaban su turno en una larga fila para la toma de pruebas y temperatura en un precario puerto pluvial de Guayaramerín, en la Amazonía boliviana, en el noreste habitualmente abarrotado de comerciantes de los dos países.
Brasil es el país latinoamericano más golpeado por la pandemia y su situación se ha complicado con la nueva variante. Varios de sus vecinos cerraron su frontera común, entre ellos, Argentina.
Bolivia acumulaba hasta el martes 270.347 infectados y 12.211 fallecidos.
El gobierno ha dicho que la pandemia está bajo control, pero la vacunación avanza lentamente con el agravante de que el principal proveedor ruso de la vacuna Sputnik V demorará la entrega de un lote de 1,7 millones de dosis destinadas a la población. El martes el gobierno esperaban una partida de 200.000 dosis de la china Sinopharm.
La vacunación al grueso de la población debe comenzar el 1 de abril. Hasta ahora más de 60.000 personas han sido vacunadas, en su mayoría salubristas y personas con enfermedades graves.