El campo mexicano no ha parado durante la pandemia de COVID-19, pero ha tenido que reinventarse. Eso hicieron varios campesinos del norteño estado de Coahuila al echar mano del WhatsApp para mantener el contacto entre ellos, con técnicos y con proveedores.
«Vimos que esa estrategia nos ha resultado muy favorable, muy simple y el productor la maneja, no se le complica como otro tipo de comunicación. El productor está muy contento», explicó a Efe Baldomero Mazcorro, formador del programa MasAgro del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt).