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Carta Lector

La maldita “nueva normalidad”

En este momento de confinación, con un exceso de información tóxica y con una perspectiva bastante negra, ya que parece que tardaremos mucho en tener noticias positivas, creo que no sólo podemos dar por perdido este tiempo, sino, también, el futuro que nos espera, puesto que ese nuevo régimen de vida dejará mucho que desear, por fin se hará realidad el famoso mito de la caverna de Platón.

En dicho mito, algunos prisioneros, confinados en una cueva desde su nacimiento, sólo veían las sombras externas (su realidad sensible); un día, uno de los confinados puede salir de la cueva y, tras adaptarse a la cegadora luminosidad, ve la realidad física; pasado un tiempo es obligado a retornar a su confinamiento; y al explicar a sus compañeros lo que ha visto, todos se ríen de él, prefieren seguir tranquilos, controlados y confinados.

Y tristemente, la situación descontrolada y mal conducida por una capa política incapaz de tener una visión de futuro, nos ha llevado a esta situación que tampoco saben reconducir, ya que son prisioneros de demasiados intereses y en un país como en España, la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos (libertad de movimiento, de trabajo, de reunión, etc.), no les ha importado nada, pues, a las primeras de cambio han ido por lo fácil, la reducción de dichos derechos, con el falso argumento de la inevitabilidad, por la defensa de la salud (en otros países han seguido otra estrategia y, encima, con mejores resultados, pero eso aquí no lo quieren ver).

En España, siguiendo con los mitos, el monstruo bíblico Leviatán, aplicado por T. Hobbes al estado absoluto, sigue desatado más que nunca, y ahora tiene a sus súbditos rendidos y desarmados y, encima, muchos convencidos que es por nuestro bien, esto es lo más triste. En Catalunya, para no ser menos, también seguimos con nuestras miserias, como nos lo muestran las trifulcas entre Torrent y Costa, las oportunistas declaraciones de Albiach, o las lastimeras justificaciones de Tardá.

Está claro, podemos optar por seguir engañados, aceptando acríticamente nuestra confinación en la cueva y, después optar por la nueva realidad que los mediocres políticos nos están configurando, ya que, como vemos, en España no nos quieren considerar ciudadanos adultos

La alternativa sería ser críticos, manifestar, por todos los medios que nos sea posible, nuestra disconformidad ante este triste destino, exigir elecciones y fulminar a todos estos falsos gurús, y, en nuestro caso, decidirnos, ya, firmemente, por la independencia de Catalunya, pero, pasando factura a los que no han mostrado una conducta ética y moral.

Y eso nos costará risas de los que quieran seguir en la cueva española, y la represión del estado profundo, pero, ese será el precio, no estamos en una sociedad demócrata.

Amadeo Palliser Cifuentes