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Científicos aclaman la dexametasona como un «gran avance» en el tratamiento de COVID-19

LONDRES, 16 jun (Reuters) – La dexametasona, un esteroide barato y muy utilizado, se ha convertido en el primer fármaco que ha demostrado ser capaz de salvar vidas entre los pacientes con COVID-19 en lo que los científicos saludaron como un “gran avance”.

Los resultados de las pruebas anunciados el martes mostraron que la dexametasona, que se usa para reducir la inflamación en otras enfermedades, redujo las tasas de mortalidad en alrededor de un tercio entre los pacientes más gravemente enfermos de COVID-19 ingresados en el hospital.

Los resultados sugieren que el fármaco debería convertirse inmediatamente en la atención estándar de los pacientes con casos graves de la enfermedad pandémica, dijeron los investigadores que dirigieron las pruebas.

“Este es un resultado que muestra que si a los pacientes que tienen COVID-19 y están con respiradores o con oxígeno se les da dexametasona, se salvarán vidas, y lo hará a un costo notablemente bajo”, dijo Martin Landray, un profesor de la Universidad de Oxford, uno de los directores de la prueba, conocida como RECOVERY.

“Va a ser muy difícil para cualquier medicamento reemplazar esto, dado que por menos de 50 libras (63,26 dólares), se puede tratar a ocho pacientes y salvar una vida”, dijo a los periodistas en una sesión informativa en línea.

El investigador principal, Peter Horby, dijo que la dexametasona era el único fármaco que ha demostrado reducir la mortalidad y la reduce significativamente.

“Es un gran avance”, dijo. “La dexametasona es barata en la estantería, y puede ser usada inmediatamente para salvar vidas en todo el mundo”.

Actualmente, no hay tratamientos o vacunas aprobadas para COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus que ha matado a más de 431.000 personas en todo el mundo.

SALVANDO “INNUMERABLES VIDAS”

El ensayo RECOVERY comparó los resultados de alrededor de 2.100 pacientes que fueron asignados al azar para recibir el esteroide, con los de alrededor de 4.300 pacientes que no lo recibieron.

Los resultados sugieren que se evitaría una muerte con el tratamiento con dexametasona entre cada ocho pacientes de COVID-19 ventilados, dijo Landray, y se evitaría una muerte entre cada 25 pacientes de COVID-19 que recibieron el fármaco y están en tratamiento con oxígeno.

Entre los pacientes con COVID-19 que no necesitaban apoyo respiratorio, no hubo ningún beneficio del tratamiento con dexametasona.

“El beneficio de supervivencia es claro y grande en aquellos pacientes que están lo suficientemente enfermos como para requerir tratamiento con oxígeno, por lo que la dexametasona debería convertirse ahora en el estándar de atención en estos pacientes”, dijo Horby.

Nick Cammack, experto en COVID-19 de la organización benéfica para la salud mundial Wellcome Trust, dijo que los hallazgos “transformarían el impacto de la pandemia de COVID-19 en las vidas y las economías de todo el mundo”.

“Se salvarán incontables vidas a nivel mundial”, dijo en una declaración en respuesta a los resultados.

El ensayo RECOVERY se lanzó en abril como una prueba clínica aleatoria para probar una serie de posible tratamientos para el COVID-19, incluyendo la dexametasona en dosis bajas y el fármaco contra la malaria, la hidroxicoloroquina.

Reporte de Kate Kelland y Alistair Smout; editado en español por Carlos Serrano y Javier López de Lérida