Ciudad de México, 1 de octubre de 2024 — En una histórica sesión del Congreso de la Unión, Claudia Sheinbaum Pardo tomó posesión como la primera mujer presidenta constitucional de México. Acompañada por líderes internacionales y nacionales, Sheinbaum presentó un discurso donde reafirmó su compromiso con la Cuarta Transformación y subrayó la continuidad del legado de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Ante representantes de más de 105 países y figuras como el primer ministro de Belice, John Briceño, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Sheinbaum agradeció el apoyo internacional y destacó la importancia de las relaciones de México con la comunidad global. Asimismo, reconoció el papel clave de López Obrador en la transformación política del país, afirmando que «la historia y el pueblo lo han juzgado» como uno de los grandes líderes de México.
En su discurso, Sheinbaum delineó los pilares de su gobierno, que incluirán la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento de los programas sociales y la consolidación de un «Humanismo Mexicano», un modelo que, según la nueva presidenta, ha demostrado su éxito al reducir la pobreza y la desigualdad en el país durante los últimos seis años.
La presidenta también enfatizó la importancia de la igualdad de género, recordando que su elección marca un hito en la historia de México. “Hoy llegamos todas”, declaró, en un discurso que celebró la lucha histórica de las mujeres mexicanas y el avance hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Sheinbaum prometió continuar con una política económica que favorezca la inversión, tanto pública como privada, y que garantice la estabilidad fiscal del país. Reafirmó su compromiso con la autosuficiencia energética, la transición hacia energías limpias y la protección de los recursos naturales. Además, anunció la creación de nuevos programas sociales enfocados en mujeres, niños y adultos mayores, con el objetivo de seguir mejorando las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.
El discurso de Sheinbaum concluyó con un llamado a la unidad nacional y a la participación de todos los mexicanos en la consolidación de un país «más próspero, libre, democrático, soberano y justo». Con el grito de «¡Que viva México!», la presidenta dio inicio a una nueva etapa en la vida política del país, marcada por la continuidad de las políticas de transformación y el empoderamiento de las mujeres en la esfera pública.
La presidencia de Claudia Sheinbaum representa un momento crucial en la historia de México, no solo por ser la primera mujer en ocupar el cargo, sino por la expectativa de consolidar los logros de la administración anterior y llevar al país hacia nuevas metas de desarrollo y justicia social.