• La catedrática e investigadora de la UAEMéx aseveró que debemos prepararnos para conectar sistemas de monitoreo global, mejorar los sistemas de salud a nivel mundial, contar con un número adecuado de profesionales de salud capacitados que puedan detectar brotes sospechosos y contar con acceso apropiado a cuidados y tratamientos médicos.
Toluca, Méx; 27 de diciembre de 2022. Debemos estar preparados para que la siguiente epidemia no se convierta en una pandemia, aseveró la coordinadora de la Maestría en Enfermería de la Universidad Autónoma del Estado de México, María de los Ángeles Monroy Martínez, quien abundó que la COVID-19 no será la última emergencia sanitaria que padecerá el mundo, “por lo que debemos estar preparados para la siguiente”.
Con motivo del Día internacional de la Preparación ante las Epidemias, que se conmemora el 27 de diciembre, la catedrática e investigadora de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la UAEMéx sostuvo que esta conmemoración tiene como propósito resaltar la importancia de la colaboración, preparación y prevención de ciertas enfermedades e infecciones que podrían causar una epidemia.
Puntualizó que las repercusiones de la actual pandemia fueron devastadoras e impactaron el desarrollo económico y social de las naciones. Por ello se debe destacar la relevancia de la colaboración y solidaridad entre cada persona, comunidad y el Estado para promover la concientización, prevención y control de epidemias, a través de campañas educativas y divulgación de información.
La universitaria indicó que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidad y la Organización Mundial de la Salud, la preparación es la capacidad por parte de los gobiernos, organizaciones y profesionales para dar respuesta eficaz, prever y detectar las consecuencias de emergencias, peligros inminentes o actuales que afecten a la salud.
Por ello, subrayó, debemos prepararnos para conectar sistemas de monitoreo global, mejorar los sistemas de salud a nivel mundial, contar con un número adecuado de profesionales de salud capacitados que puedan detectar brotes sospechosos y contar con acceso apropiado a cuidados y tratamientos médicos.
Además, dijo, toda emergencia, provenga de donde provenga, debe ser abordada desde la cooperación internacional, todos los países y las partes interesadas deben compartir los riesgos, responsabilidades y beneficios y el acceso a la información y a productos farmacéuticos debe ser equitativo.
A los ciudadanos recomendó consultar páginas confiables de información y divulgar lo aprendido, continuar con las medidas de prevención, además de ser higiénicos en todo contexto.
A estas alturas, cualquier ciudadano debe saber qué es un virus, una vacuna y saber que los virus cambian. “Todo este mínimo de cultura científica permitirá que en un futuro ya no empecemos de cero”, concluyó María de los Ángeles Monroy Martínez.