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Coletazos de la Diada

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Dos días después de la Diada Nacional de Catalunya (11/09), en los medios de comunicación siguen produciéndose grandes marejadas, mayoritariamente críticas, por parte de los unionistas españoles; por lo que, seguidamente traslado unas reflexiones.

Parece que entre los unionistas españoles hay un denominador común, contra el carácter independentista de nuestra Diada, argumentando que debería ser una fiesta de todos los catalanes.

En mis dos últimos escritos ya expuse que precisamente, la Diada, siempre ha sido y será reivindicativa, hasta que tengamos la República Catalana, pues recuerda la pérdida de nuestras instituciones, en 1714, a causa de la conquista del ejército castellano del Borbón Felipe V.

Es cierto que, en la fijación del 11 de setiembre, la caída de Barcelona, hay un cierto etnocentrismo catalán, ya que otras ciudades cayeron antes, y Cardona, la última ciudad en ser derrotada, gracias a su imponente fortaleza, le permitió defenderse una semana más, hasta el 18 de setiembre de 1714. Pero, claro, la caída de Barcelona, la capital, comportó la derrota de nuestras principales instituciones catalanas, y por eso, el 11 fue la pérdida efectiva y simbólica de nuestro país.

Y en conjunto, el 11 conmemoramos la defensa heroica de nuestros antepasados, y reivindicamos la recuperación de nuestras instituciones, con todas sus funcionalidades, es decir, fruto de la recuperación de nuestra independencia.

Por eso, esa Diada no puede ser representativa de todos los catalanes, ya que los catalanes que se consideran unionistas españoles, no tienen nada que celebrar, a no ser que quieran festejar nuestra derrota y la gran masacre que nos afligieron.

Y por eso, también comenté que me parecía incongruente y fuera de lugar, que el president Salvador Illa, máximo representante y avalador de la aplicación del 155, para abolir nuestras instituciones, homenajease a Rafael Casanova, conseller en cap en 1714; que el vencedor homenajee al máximo representante de los derrotados, no tiene ningún sentido, ya que Illa y el estado español, querrían detener al president Carles Puigdemont, afortunadamente en el exilio, como expresó ayer el nefasto ministro de interior, Fernando Grande-Marlaska, que dijo: ‘A todos nos habría encantado que Puigdemont hubiese sido detenido el 8 de agosto en Barcelona, como procedía, pero, por circunstancias que se están examinando, no fue detenido’.

Así, ese impresentable personaje ministro español, tiene el desparpajo de considerarse representante del sentimiento de ‘todos’; ya que es una sinvergüencería decir que ‘a todos nos habría encantado’ que detuvieran al president legítimo. Y que falta de ética, no reconocer que el verdadero golpe de estado lo está haciendo el poder judicial (sus excompañeros) al no cumplir con la legal ley de la amnistía.

Es decir, los independentistas catalanes, no podemos tener una fiesta nacional exclusiva y propia, pero ellos, los unionistas españoles, hasta pueden pensar y sentir inclusivamente por todos, siguiendo su ‘mejor’ ideología neofranquista, claro.

Igualmente, el ‘preparao’ Felipe VI, siguiendo ese pensamiento unionista, el próximo miércoles recibirá en la Zarzuela, a su delegado en Catalunya, Salvador Illa; después de 9 años sin querer recibir a los presidentes catalanes, que, por cierto, tampoco tenían ningún interés en ir a hacer el debido besamanos. Pero, claro, Salvador Illa irá encantado, como el siervo más servil de su reino.

Y volviendo a nuestra Diada, me parece comprensible que la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, haya sido de las más críticas, pues, como dice el refrán, ‘si la envidia fuera tiña, ¡cuántos tiñosos habría!’; y me parece que es así, ya que su comunidad, como tal, no tiene historia, por tener, tuvieron que inventarse hasta su bandera y su escudo; el fondo rojo corresponde al pendón de Castilla, y las siete estrellas, simbolizan la constelación de la Osa Menor, que procede de un escudo del concejo de la Tierra de Madrid (*), de la época de la Reconquista, y las cinco puntas de cada estrella, representa las cinco provincias limítrofes con Madrid: Ávila, Cuenca, Guadalajara, Segovia y Toledo. Y el himno, compuesto por el poeta Agustín García Calvo y musicado por Pablo Sorozábal Serrano, por encargo personal de Joaquín Leguina, en 1983.

(*) primer germen administrativo de la provincia, que se extendía hasta los actuales términos municipales de San Sebastián de los Reyes, Cobeña, Las Rozas de Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Torrejón de Velasco, Alcorcón, San Fernando de Henares y Griñón.

Ese himno madrileño, expresa que:

‘Yo estaba en el medio: giraban las otras en corro y yo era el centro.

Ya el corro se rompe, ya se hacen Estados los pueblos,

y aquí de vacío girando sola me quedo.

Cada cual quiere ser cada una;

no voy a ser menos: ¡Madrid, uno, libre, redondo, autónomo, entero!

mire el sujeto las vueltas que da el mundo para estarse quieto.

Yo tengo mi cuerpo: un triángulo roto en el mapa por ley o decreto,

entre Ávila y Guadalajara, Segovia y Toledo:

Provincia de toda provincia, flor del desierto.

Somosierra me guarda del norte y Guadarrama con Gredos;

Jarama y Henares al tajo se llevan el resto.

Y a costa de esto,

yo soy el ente autónomo último, el puro y sincero.

¡Viva mi dueño, que solo por ser algo soy madrileño!

Y en medio del medio, capital de la esencia y potencia,

garajes, museos, estadios, semáforos, bancos, y vivan los muertos:

¡Madrid, metropol ideal del dios del progreso!

lo que pasa por ahí todo pasa en mí,

y por eso funcionarios en mí y proletarios y números,

almas y masas caen por su peso;

y yo soy todos y nadie, político ensueño.

Y ese es mi anhelo, que por algo se dice:

¡De Madrid al cielo!’

Particularmente, me parece un claro reflejo de la realidad del momento de la constitución de las comunidades autónomas, pues las dos Castillas se negaron a incluir la provincia de Madrid, ya que eso hubiera comportado su invisibilidad más absoluta. Por eso, en 1981 se resolvió que la comunidad de Madrid sería uniprovincial, como se recoge en su estatuto de autonomía, del 23 de febrero de 1983.

Y siguiendo con mi opinión personal, me parece que la comunidad de Madrid no tiene ninguna épica que recordar, salvo que pasó a ser la capital de España, en 1561, por decisión de Felipe II y, desde entonces, es el gran agujero negro, el gran extractor.

Igualmente, otras comunidades autónomas, fijan su fiesta nacional, el día que fueron constituidas como tales, por ejemplo:

  • Andalucía, el 28 de febrero, es el día que en 1980 se celebró el referéndum con el que se impulsó, un año después, su comunidad autónoma;
  • Islas Baleares, el 1 de marzo, recordando que ese día de 1983, se publicó en el BOE su estatuto;
  • Canarias, el 30 de mayo, recordando el mismo motivo anterior, de 1983;
  • Castilla – La Mancha, el 31 de mayo, en memoria del 31 de mayo de 1984, fecha como la anterior, recordando la constitución de su Corte regional;
  • Región de Murcia, el 9 de junio, recordando la promulgación, ese día de 1982, de su estatuto;
  • La Rioja, el 9 de junio, en memoria de la firma del rey del estatuto de autonomía, el 9 de junio de 1982;

Es decir, todas esas comunidades mencionadas tienen, como festividad, la constitución de sus propias autonomías, por lo que se trata de una conmemoración político-administrativa, sin historia previa.

Mientras que otras comunidades tienen fijada su fiesta nacional, de acuerdo con el santoral u otras efemérides, así, por ejemplo:

  • Aragón, el 23 de abril, festividad de San Jorge, celebrada desde el siglo XV;
  • Castilla y León, también ese mismo día, rememorando la batalla de Villalar, durante la Guerra de las Comunidades, en 1521;
  • Galicia, el 25 de julio, conmemorando la festividad del apóstol Santiago, festividad que se remonta a 1919, pero que no fue oficial hasta 1979;
  • Cantabria, el 28 de julio, recordando ese día de 1778, que se aprobaron las ordenanzas de Cantabria;
  • Asturias, el 8 de setiembre, festividad de la patrona de la Virgen de Covadonga (la Santina);
  • Extremadura, ese mismo 8 de setiembre, por la Virgen de Guadalupe;
  • Valencia, el 9 de octubre, en memoria que ese día de 1238 el rey Jaume I de Aragón entró en esa ciudad;
  • La Comunidad foral de Navarra, el 3 de diciembre, festividad de su patrón San Francisco Javier, celebración muy antigua, pero no fue oficial hasta los años 80 del siglo pasado;
  • El País Vasco, es la única comunidad española que no tiene festividad propia, si bien entre los años 2011 y 2013 se celebró el 25 de octubre, para conmemorar que ese día de 1989 se aprobó su estatuto de autonomía;
  • Etc.

Por lo tanto, y no es supremacismo, pero me parece evidente que nuestra Diada, además de épica histórica, tiene un sentido reivindicativo respecto al estado español, y esa diferencia es notable; y es la única, como se ha visto.

Y también vemos que mientras los políticos unionistas españoles nos critican por nuestro objetivo reivindicativo, algunos intentan ‘explotarlo’ el suyo, según sus propios intereses partidistas, como hemos visto en la diada de Mallorca, inventada por el PP y Vox, y fijada el 12 setiembre, justo ayer, sustituyendo la festividad precedente, que era el 31 de diciembre, en recuerdo a la entrada del rey Jaume I, en Palma, el año 1226, y celebrada durante 800 años.

Pero está claro, el PP y Vox quieren hacer olvidar cualquier vestigio catalán, y cualquier excusa les es válida, como, por ejemplo, que es el día del ‘dulce nombre de María’, la ‘Mare de Déu de Lluc’, etc., y encima diciendo que así será ‘una fiesta de todos y para todos’, cuando, en realidad, festejan su salida de la Corona de Aragón, por el decreto de Nueva Planta, del Borbón Felipe V, en 1715. Es decir, celebran la pérdida de sus instituciones para pasar a ser súbditos del mencionado rey Borbón; y eso es vergonzoso.

Es evidente que una cosa es la realidad, y otra el relato interesado que se hace de la misma.

Y en eso, Pedro Sánchez es un verdadero artista, pues hace sin hacer, promete sin cumplir, y así, va tirando la legislatura hacia adelante.

Una muestra de esa falta de ética y de coherencia, la vimos ayer, recibiendo a Edmundo González Urrutia, el líder opositor venezolano, pero mostrando, únicamente, unas imágenes paseando por los jardines de la Moncloa, sin mostrar el edificio, y sin corbata, para quitarle toda oficialidad. Esa es la ‘potencia’ y ‘consistencia’ de su política, la de apoyar, pero no demasiado, y distanciarse de la decisión del congreso de diputados, que días atrás, extralimitándose y de cara a la galería, reconoció a Edmundo González, como presidente legítimo.

Así, Pedro Sánchez quiere aparentar firmeza, pero sin molestar demasiado al presidente Nicolás Maduro, que, obviamente, ha pedido explicaciones al embajador español.

En definitiva, que, para los independentistas catalanes, tan mala es la política del PP / Vox, que son acérrimos enemigos nuestros, como la del PSOE, que también lo es, pero mantiene las formas, interesadamente, claro, si bien, como señaló ayer Grande-Marlaska, en realidad son las dos caras de la misma moneda.

Por todo eso, debemos ir a la nuestra, recordar nuestra historia y ser reivindicativos, hasta que consigamos nuestra República Catalana, que dará cobijo a todos, piensen como piensen, y si alguno está disconforme, hasta el extremo de hacérsele invivible, está claro que aquí nadie le sujeta.