· Oaxaca, Toluca y Acapulco presentan las mayores dificultades para que la población ocupada obtenga o mantenga el acceso a los servicios de salud a través del empleo.
· La zona metropolitana del Valle de México, la de mayor tamaño en el país, se encuentra en el lugar 18 en cuanto al acceso a servicios de salud.
· Entre las más grandes zonas metropolitanas, la que mejor desempeño presenta en acceso a la salud es Monterrey, y en capacitación laboral el Valle de México. En cuanto a movilidad del ingreso laboral, destacan el Valle de México y Guadalajara.
El mercado de trabajo desde el segundo trimestre de 2021 se recupera paulatinamente, con el regreso de la Población Económicamente Activa (PEA) a niveles semejantes a los prepandemia. En el cuarto trimestre de 2022, la población ocupada y remunerada representó el 84.25% de la PEA, así se destaca en el 8º Boletín de Movilidad Social en el Mercado de Trabajo, elaborado por investigadores del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). Sin embargo, el panorama no es homogéneo en el país, ya que hay marcadas diferencias en rubros como acceso a la salud, capacitación laboral e ingresos.
En ese documento se examina la movilidad laboral en las principales zonas metropolitanas del país al término de 2022. A fin de identificar las áreas de alta concentración de población que requieren especial atención para promover la movilidad social atendiendo su mercado de trabajo.
Entre los hallazgos se destaca que el 62% de la Población Económicamente Activa en Oaxaca, Toluca, Acapulco, Cuernavaca y Puebla-Tlaxcala, carecen de servicios de salud como prestación laboral; en contraste, Chihuahua, Tijuana, Monterrey, Cancún y Aguascalientes presentan los menores porcentajes (36%) de la PEA que carecen de acceso a los servicios de salud a través del empleo, y la zona metropolitana del Valle de México se encuentra en el lugar 18 en cuanto al acceso a servicios de salud por parte del trabajo.
En cuanto a capacitación laboral, Cuernavaca, Querétaro y Veracruz presentan los menores porcentajes de población ocupada que es capacitada para el trabajo.
El tema del ingreso como factor para la movilidad salarial, tampoco es homogéneo. Oaxaca, Monterrey y Durango presentan los valores más bajos del índice de movilidad neta de ingresos.
En tanto, las zonas metropolitanas que redujeron en mayor medida su desigualdad de ingresos al cuarto trimestre de 2022 fueron Veracruz, Querétaro y León, con reducciones superiores al 15%. Esta reducción provino principalmente de quienes aumentaron sus ingresos. Por el contrario, Oaxaca, Toluca, y Mérida aumentaron en mayor medida su desigualdad, con aumentos superiores al 14%, fundamentalmente por el efecto de quienes redujeron sus ingresos.
De forma similar, la permanencia en el quintil de mayores ingresos es muy semejante entre zonas metropolitanas, entre 57% y 58%, así como el porcentaje de población que cae de este quintil al de ingresos más bajos, alrededor de 4%. Este resultado muestra una gran homogeneidad de la movilidad de los ingresos laborales en las grandes zonas urbanas, dado que cambiar de zona metropolitana no parece alterar las probabilidades de cambio de estrato socioeconómico una vez establecido en alguno de los extremos de la distribución del ingreso laboral.
Doce zonas metropolitanas presentan movilidades netas negativas en sus ingresos, mientras diecisiete, entre las que se encuentra la de Guadalajara, tienen movilidad positiva. En general, la movilidad neta en las zonas metropolitanas es superior a la del promedio del país (incluyendo zonas rurales y urbanas), con diecinueve zonas superando la media nacional.
El 8º Boletín de Movilidad Social en el Mercado de Trabajo concluye que la movilidad en el mercado de trabajo continúa su trayectoria de normalización a condiciones previas a las de la pandemia. La estabilización de la movilidad laboral se da a los niveles relativamente bajos que la caracterizaron, con la posible excepción de la capacitación laboral.
[1] Acerca del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY): El CEEY es una asociación civil sin fines de lucro, apartidista, establecida por la Fundación Espinosa Rugarcía (Fundación ESRU) en 2005. Su misión es generar investigación especializada como referencia para conformar directrices de políticas públicas y acciones que impulsen la movilidad social en México.