El Gobierno de México reconoció este miércoles que la inundación de la ciudad de Tula, que provocó la muerte de 14 pacientes de un hospital público, no se debió a las lluvias locales sino al desbordamiento de un río por el desagüe de presas, principalmente de la Ciudad de México.
«No fue la lluvia local, sino los escurrimientos de los ríos, presas y las obras de desagüe del Valle de México y del estado de Hidalgo, lo que provocó la inundación», detalló la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en un breve informe.