Buscar

Confeccionan artesanos de toluca cinturón mestizo que se disputará entre pugilistas a nivel mundial

• Está bordado en pita como una herencia generacional que da vida a la vestimenta charra.
• Será propiedad del ganador del gran combate entre el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el inglés Billy Joe Sanders.

Toluca, Estado de México, 22 de abril de 2021. En un marco muy mexicano, en la Villa Charra de Toluca, se presentó el Cinturón Mestizo del Consejo Mundial de Boxeo, confeccionado por artesanos mexiquenses y que estará en disputa el próximo 8 de mayo, en Dallas, Texas, cuando se enfrenten Saúl “Canelo” Álvarez y el inglés Billy Joe Sanders.

Durante la ceremonia, que contó con la presencia de exponentes del boxeo mundial, como Humberto “La Chiquita” González e Ibeth “La Roca” Zamora, se desarrolló una exhibición por parte de charros y escaramuzas de la Asociación Nacional de Charros y la Unión de Asociaciones de Charros del Estado de México.

Lo anterior dejó de manifiesto que la riqueza cultural del Estado de México se vive a través de diferentes manifestaciones como los rituales, fiestas, mitos, expresiones del arte popular y, también, por medio de la tradición charra, disciplina de gran popularidad y raigambre en México, desde 1880.

La Charrería, inscrita por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, encuentra en el Estado de México un espacio para mostrar el porqué es símbolo universal de lo mexicano a través de sus objetos, valores y actividades, que se reinventan y adaptan generación tras generación, por lo cual ha logrado su permanencia y posicionamiento como una de las mejores del país.

Inspirado en esta tradición que cuenta entre su vestimenta con elementos bordados en pita, elaborados por artesanas y artesanos mexiquenses es que nació el Cinturón Mestizo, un regalo que México y el Consejo Mundial de Boxeo entrega al mundo y será propiedad del ganador del combate entre el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el inglés Billy Joe Sanders.

Así, el CMB, en colaboración con el Gobierno del Estado de México y la Secretaría de Cultura y Turismo, presentó el Cinturón Mestizo, uno de los tesoros más codiciados por los pugilistas a nivel mundial.

Esta pieza artesanal fue elaborada por Raúl Pérez Carmona y Vianey Rebeca Flores Martínez, artesanos de Toluca, y consiste en un trabajo de 305 horas de manufactura en bordado de pita a dos hilos y con flores en realce sobre piel genuina.

Mientras que la placa fue hecha por el artesano Miguel Ángel Jurado, en un proceso que duró 50 horas y el ensamble final se produjo en Industrias Reyes con otras 35 horas de trabajo.

Esta pieza, tiene bordada la suerte charra Cala de caballo, una faena en la que se muestra la buena rienda y educación del caballo; también dos caballos Frisón en tres patas, la presencia de la escaramuza como representación femenina en este Cinturón y en la Charrería.

Se suma a esta línea de bordado otra suerte charra que es la jineteada y por último el floreo de reata. Todo esto va adornado con guías de ornato y flores en realce que, además de incrementar su belleza, evidencian el talento de las manos artesanales que lo elaboran, sabiendo que lo hecho en México está bien hecho, pero lo Hecho en el Estado de México está hecho con el corazón.

La pita es una fibra que proviene de agaves que, por el clima, se dan en Oaxaca, Chiapas y Guatemala; se extrae de la planta que se desgaja a mano y con rústicos instrumentos, se le quitan los residuos de goma a las largas hojas de maguey que se raspan manualmente hasta obtener la fibra del ixtle.

Posteriormente, es lavada en muchas ocasiones con sal y limón para darle un acabado blanco brilloso de apariencia aperlada poniéndola al sol para su secado, una vez que alcanza la blancura y brillo necesario se separa cada una de las fibras del hato inicial para elaborar los delgados cabos de dos o más hilos.

A la piel se le hace un tratamiento para que quede lista y limpia para ser “abierta”, es decir, se graba el diseño en la piel con cuñas, mientras se hila la pita en dos hilos, para comenzar el bordado.