Los gobiernos de la región –junto al sector privado, el mundo académico y científico y la sociedad civil– debatirán cómo transformar los sistemas alimentarios, generar sociedades rurales prósperas y una agricultura sostenible y resiliente al clima post COVID19.
19 de octubre de 2020, Santiago de Chile – Transformar los sistemas alimentarios para que todos puedan acceder a dietas saludables; avanzar mano a mano hacia sociedades rurales prósperas e incluyentes; construir una agricultura sostenible y resiliente al clima.
Estas son las tres prioridades que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) propuso hoy a sus países miembros, durante la inauguración de la 36ª Conferencia Regional de la FAO, que se puede seguir en vivo aquí.
La Conferencia Regional, que durará desde el 19 al 21 de octubre, y cuyo país anfitrión es Nicaragua, es el máximo órgano de gobierno de la FAO en la región: allí, la Organización rinde cuenta de sus acciones y los países establecen las prioridades de la FAO para los próximos dos años.
“Esta conferencia es una oportunidad única para que todos los países impulsen una gran transformación de su alimentación, agricultura, pesca, ganadería y forestería. Es el momento para impulsar la innovación, y para que se tracen las líneas de una reconstrucción con transformación para enfrentar los impactos de la pandemia de COVID-19”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
Frenar el alza de la malnutrición
Según la FAO, antes de la pandemia el hambre en la región afectaba a 47 millones de personas; el sobrepeso y la obesidad afectan al 60 % de los adultos, y 50 % de la población rural vive en condiciones de pobreza. Esta situación puede empeorar drásticamente debido a la pandemia, y requiere transformar los sistemas alimentarios a fin de proporcionar dietas saludables para todos.
“Debemos mejorar la forma en que producimos, distribuimos y consumimos alimentos para que todos accedan a dietas saludables”, explicó Berdegué.
Un nuevo mundo rural
Avanzar mano a mano para lograr sociedades rurales prósperas e inclusivas, requiere incentivar y apoyar el surgimiento de nuevas actividades económicas en el campo, que ofrezcan mayores y mejores oportunidades de desarrollo a las comunidades rurales, reduciendo las brechas de bienestar con las ciudades.
Ello implica hacer más eficiente y productiva la agricultura y mejorar el comercio y el acceso a los mercados. Además, la FAO enfatiza la necesidad de acelerar la digitalización de la agricultura y del mundo rural, tomando las medidas para que éste sea un proceso incluyente, que no deje a nadie atrás. “Con mejores servicios de internet, información y telecomunicaciones se puede lograr una transición a una agricultura digital y a sociedades rurales digitales, y estimular el desarrollo de nuevas oportunidades económicas en los territorios rezagados”, dijo el Representante Regional.
A través de intervenciones como la Iniciativa de la FAO, Mano a Mano, se puede promover el desarrollo rural, el empleo rural no-agrícola, y estimular la inversión privada, la infraestructura básica y mayores lazos del sector agrícola con los mercados.
Una agricultura sostenible y resiliente al clima
América Latina y el Caribe debe realizar una trasformación hacia una agricultura, pesca, ganadería, y forestería sostenible y resiliente al clima, que sean una fuente de crecimiento, pero con una menor huella ambiental y un mejor equilibrio con los ecosistemas y la biodiversidad.
Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura y el sistema alimentario es necesario combatir la deforestación, impulsar la ganadería baja en emisiones, recarbonizar los suelos y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
La región también debe invertir en prevención para reducir el costo de los desastres, mejorar los sistemas de información y monitoreo del riesgo e implementar prácticas productivas resilientes al cambio climático.
Gran impulso regional hacia la innovación
La FAO ha asumido el compromiso de impulsar la innovación digital y tecnológica como un eje transversal que informe toda su acción en América Latina y el Caribe.
Para ello, la Organización apoyará a los países a desarrollar rápidamente una hoja de ruta regional de innovación y digitalización de su alimentación y agricultura, e impulsar la innovación en todos los ámbitos de la agricultura y la alimentación
“La región debe digitalizar su agricultura y su comercio de alimentos, mejorando la conectividad de las zonas rurales y las capacidades de pequeños, medianos y grandes productores y empresarios rurales para aprovechar la revolución tecnológica en curso”, dijo Berdegué.