Signos Vitales presenta un reporte de análisis sobre el impacto y las consecuencias que la llegada de Biden a la Presidencia de EU traerá para la administración de López Obrador
· En la relación AMLO – Trump, los migrantes continúan representando uno de los sectores más vulnerables, desprotegidos de una política migratoria. Las quejas por violación a derechos humanos de migrantes en México durante 2019 alcanzaron la cifra de 3 mil 907, la segunda más alta desde que se tienen registros.
· Ante la llegada de Biden a la Casa Blanca, los temas de energía, medio ambiente y cambio climático, son los más susceptibles de fricción con el gobierno mexicano. Se prevee que México deberá realizar cambios y ajustes en sus políticas
· El conflicto comercial Estados Unidos vs. China, puede convertirse en una gran oportunidad para México en materia económica, incluso en el corto plazo y a pesar de la crisis sanitaria
· La organización SPIN contabilizó, en los primeros 600 días de gobierno de AMLO, 30 mil afirmaciones no comprobables o abiertamente falsas hechas por el presidente durante sus conferencias matutinas. Aún más que las dichas por Donald Trump.
El complejo estilo de gobierno que tanto Andrés Manuel López Obrador como Donald Trump han promovido e impulsado, ha generado un desgaste institucional para las dos naciones. La reducción de canales de comunicación y la eliminación de las rutas tradicionales para la creación e implementación de políticas que tienen un impacto compartido, ha reducido significativamente el avance que se había logrado en el pasado para construir una agenda en común. El 2020 dejó a la vista las limitantes con las que los actuales mandatarios de estos países han operado y gestionado una diversidad de temas como el económico, la seguridad, la migración o la pandemia. Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero del 2021, ambas naciones, pero sobre todo México, deberán ajustar varios programas para estar en condiciones de atender las nuevas demandas en materia de cambio climático, responsabilidades gubernamentales, energías limpias, comercio digital, migración y muchos otros temas.
Aunque López Obrador y Trump tienen diferencias ideológicas evidentes, es verdad que comparten ciertos rasgos en su estilo personal de gobernar, mismos que, desde una visión, pueden ser considerados populistas. Ambos gobiernan reproduciendo información no verificable o abiertamente falsa, atacan constantemente a la prensa, desacreditan a la oposición, acusan un enfrentamiento entre élites tradicionales corruptas y el pueblo, y han debilitado un conjunto de instituciones relevantes para ambas democracias. Desde enero de 2016 y hasta agosto de 2020, el diario The Washington Post contabilizó 22 mil mentiras dichas por Donald Trump en eventos oficiales, entrevistas televisivas y en su cuenta de Twitter. Por su parte, la organización SPIN contabilizó, en los primeros 600 días de gobierno de AMLO, 30 mil afirmaciones no comprobables o abiertamente falsas hechas por el presidente durante sus conferencias matutinas. En promedio, el mandatario hace 73 afirmaciones falsas o no comprobables al día, de las cuales 12 son promesas, seis compromisos, 51 datos que no están comprobados y cuatro falsedades.
La política migratoria entre ambos países se ha extendido de los temas tradicionales al concepto militar y de seguridad nacional. Los migrantes continúan representando uno de los sectores más vulnerables, desprotegidos de una política migratoria fallida que deja a 11 millones de personas en situación irregular. Durante el 2020, hubo un total de 400,651 detenciones, lo que representa una disminución del 53% respecto del año anterior. Asimismo, las quejas por violación a derechos humanos de migrantes en México durante 2019 alcanzaron la cifra de 3 mil 907, la segunda más alta desde que se tienen registros, solo después de 2016, cuando se registraron 5 mil 298. El escenario que ha impuesto Estados Unidos en materia de migración, se ve reflejado en los hechos de que hoy México se convirtió en “tercer país seguro” para los solicitantes de asilo en ese país.
El gobierno mexicano ha decidido continuar por la ruta militar y ha desestimado las recomendaciones para construir corporaciones de seguridad pública competentes. El presupuesto para las policías locales ha disminuido en por lo menos 4 mil millones de pesos, mientras que el presupuesto para las Fuerzas Armadas ha tenido ampliaciones importantes. En 2020, a la SEDENA se le asignaron más de 94 mil 28 millones de pesos, un incremento de 16% respecto a 2018. Por su parte, la SEMAR pasó de recibir más de 31 mil 305 millones de pesos en 2018, a más de 33 mil 557 de pesos en 2020.
El gobierno de México ha eliminado todo organismo y programa presupuestal dedicado a apoyar a los emprendedores, así como a las Mipymes. Poco más del 99% de las empresas en México son Mipymes (de menos de 250 trabajadores), donde la gran mayoría de ellas están dedicadas al comercio (43%) y sin acceso a los mercados financieros, como lo enuncia el T-MEC. Las importaciones estadounidenses procedentes de México se incrementaron al tiempo que las chinas se redujeron. La existencia del T-MEC permite a México ampliar la gama de oportunidades y ello comenzó a ocurrir desde fines de 2018. La entrada en vigor de una lista de productos a los que Estados Unidos impuso a China cierta carga arancelaria (25%) por valor de 16 mil millones de dólares, redujo las importaciones procedentes de China en casi 850 millones de dólares, al tiempo que México fue capaz de compensarlas casi en su totalidad, lo cual dejó casi sin variación las importaciones totales de Estados Unidos en esos productos.
La dimensión e importancia que tienen los temas medio ambientales y relativos al cambio climático para la próxima administración en los Estados Unidos son tales, que constituyen un punto de fricción enre ambos gobiernos. Para Biden, uno de los proyectos es que el sector energético quede libre de carbono para el año 2035, lo que permitiría que el país redujera sus emisiones a cero para 2050. Con esto, Biden se ha propuesto que prácticamente todos sus programas y proyectos de desarrollo estén certificados y aprobados como ambientalmente amigables. Este escenario no podría ser más oscuro e incierto para México, dado que, en los últimos años, el ejecutivo federal ha promovido políticas y un discurso a favor del uso energías altamente contaminantes, y en donde se ha menospreciado de manera permanente las consecuencias del cambio climático en el país.
En México, las mujeres aún se ven afectadas de forma desproporcionada por la pobreza, la falta del ejercicio de derechos, por la discriminación, la explotación en el mercado laboral, la falta de oportunidades y más recientemente las afectaciones por la pandemia COVID-19. Dentro de la cooperación bilateral bajo la administración Biden, es probable que se fortalezca la promoción de la igualdad de género, el empoderamiento económico, político y social, así como los derechos humanos de las mujeres.
El hecho de que las capacidades institucionales de México se encuentren extremadamente disminuidas y debilitadas implica que, de igual manera, las capacidades de respuesta tanto para los problemas internos y necesidades diarias como para los compromisos bilaterales serán igualmente precarias y frágiles. López Obrador no pudo haber encontrado un peor momento para poner en marcha su proyecto ideológico de polarización, enfrentamiento social y desmantelamiento del gobierno, como el que actualmente se vive en México y el mundo.
La pandemia en el 2020 puso en entredicho cualquier proyecto que el gobierno mexicano haya tenido. El 2021, y muy probablemente hasta el fin de la administración, Estados Unidos será un componente que impacte de manera negativa al gobierno. Pero de manera contradictoria, esta relación podrá resultar benéfica y favorecedora para la sociedad mexicana.