El comercio electrónico está demostrando ser un pilar en crecimiento para la economía mexicana, y con más de 414 mil familias dependiendo de esta forma de negocio, según los informes de Mercado Libre, no es algo que podamos poner en duda. Esto no sólo resalta la magnitud de este gigante del comercio electrónico en nuestro país, sino también marca la pauta para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) para trabajar en adaptarse a la demanda tecnológica del mercado.
Así, es fundamental para las Mipymes establecer una estrategia de imagen digital donde consideren desde elementos gráficos hasta auditivos, canales idóneos para que mi marca llegue a mi consumidor digital, entre otros; vamos, cada aspecto de la marca debe estar cuidadosamente considerado en esta estrategia. Este enfoque, no sólo garantizará una presencia efectiva en el mundo digital sino que también permitirá a las empresas enfocarse de lleno en sus transacciones digitales.
Y es que estas afirmaciones están fundamentadas, según Statista Digital Market Insights, el mercado de e-commerce en Latinoamérica y el Caribe alcanzó los 125 mil millones de dólares en 2022 y se proyecta que se duplique a 243 mil millones para 2027. Asimismo, debemos recordar que durante el proceso de Pandemia (2020 – 2021) existió un aumento del 30% en las ventas Online en nuestro país, según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online.
Ahora, el reciente informe del Futuro Comprador en Latinoamérica 2023 de Wunderman Thompson Commerce, una empresa que, a grandes rasgos, estudia a compradores y vendedores a nivel mundial para entender que los motiva a vender y comprar respectivamente, ofrece perspectivas valiosas sobre el tema, por ejemplo la velocidad es uno de los elementos clave de la experiencia del comprador, a nivel Latinoamérica, este índice alcanza el 65%, mientras que en México es del 69%, y esto no sólo se refiere a la entrega del producto o servicio, sino a la experiencia integral que ofrece la marca en el torno digital al usuario.
También el estudio arrojó que hoy, en América Latina el 84% de los compradores dicen sentirse mucho más cómodos con la tecnología, lo que significa que las audiencias no sólo están más maduras tecnológicamente, sino que las marcas que no han evolucionado a lo digital, técnicamente no existen. Por lo que es fundamental, el desarrollo de una estrategia de imagen integral para explotar el máximo potencial de mis productos y/o servicios y acercarme de una forma más efectiva a mi audiencia clave.
Ahora, aunque en años anteriores el servicio al cliente fue el aspecto determinante para la decisión de compra, hoy este proceso ha cambiado pues los dos aspectos fundamentales a considerar son el precio y una descripción precisa de mi producto o servicio, y es que si el cliente no sabe qué es lo que vendo y cuánto le va a costar seguramente pasará de largo.
Al final, debemos entender que es esencial que las marcas comprendan y se adapten al proceso de compra del consumidor digital. Este mercado en crecimiento no sólo ofrece oportunidades para aquellas que ya operan en él, sino que también sirve como un punto de partida crucial para aquellas marcas que aún resisten a la transformación digital.
Así, adaptar la imagen a este entorno digital se vuelve imperativo para capitalizar al máximo el potencial de productos y servicios, y así acercarse de manera efectiva a la audiencia clave, por ello las Mipymes deben ver en este entorno una oportunidad no sólo de sobrevivir, sino de prosperar.