MELBOURNE/SÍDNEY, 12 oct (Reuters) – El virus que causa el COVID-19 puede sobrevivir en los billetes, el cristal y el acero inoxidable hasta 28 días, mucho más que el de la gripe, dijeron investigadores australianos el lunes, destacando la necesidad de la limpieza y de lavarse las manos para combatir la enfermedad.
Los hallazgos efectuados por el estudio realizado por la agencia nacional de la ciencia de Australia (CSIRO, por sus siglas en inglés) parecen mostrar que en un ambiente muy controlado el virus sigue siendo infeccioso por más tiempo de lo indicado por otras investigaciones.
Científicos de CSIRO descubrieron que a 20 grados Celsius, el virus SARS-COV-2 sigue siendo infeccioso por 28 días en superficies suaves como los billetes y el cristal de las pantallas de los teléfonos móviles. El estudio fue publicado en Virology Journal.
En comparación, el virus de la gripe A puede sobrevivir 17 días sobre superficies.
“Refuerza la importancia de lavarse las manos y sanitizar hasta donde sea posible y, por supuesto, limpiar las superficies que pueden estar en contacto con el virus”, dijo el investigador que lideró el estudio, Shane Riddell.
El estudio implicó el secado del virus en una mucosa artificial sobre una serie de superficies a concentraciones similares a las muestras de pacientes de COVID-19, recuperándolo cerca de un mes después.
Experimentos efectuados a 20, 30 y 40 grados mostraron que el virus sobrevive mejor en temperaturas más frías, en superficies suaves más que en otras complejas como el algodón y en billetes de papel más que en los de plástico.
“Ahora que nos dirigimos hacia el verano (austral), va a ser un factor importante que el virus no dure mucho en temperaturas más cálidas”, dijo Riddell.
Todos los experimentos fueron hechos en la oscuridad para suprimir el impacto de la luz ultravioleta, ya que la investigación ha mostrado que la luz directa del sol puede matar al virus.
“Así que en el mundo real es probable que los resultados sean más cortos de lo que pudimos demostrar”, dijo Riddell a Reuters.
Editado en español por Carlos Serrano