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De la Font de Canaletes a la Meridiana

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Ayer, un compañero de la manifestación independentista de la avenida Meridiana me sugirió el presente escrito, comparando las tertulias que antaño se realizaban en la Font de Canaletes, de las Ramblas de Barcelona (junto a la Plaça de Catalunya), con las que realizamos en nuestra manifestación diaria, y aquí están mis comentarios.

1 – Font de Canaletes

‘El motivo por el que al primer tramo de las Ramblas se conoce como Canaletas fue debido a que en sus orígenes, cuando la ciudad se encontraba dentro de la segunda muralla, en el lugar en que se unían la muralla que venía de la puerta dels Orbs y la muralla que bajaba paralela a la Riera d’en Malla, se encontraba una torre conocida como de San Severo.

La torre tenía un aljibe que recibía el agua que llegaba a la ciudad y a través de unos canalones era introducida en una especie de abrevadero y de allí se repartía por varias fuentes de la primitiva ciudad.

(…)

Pero las torres aparte de haber servido de torre de vigilancia y para la entrada de agua a la ciudad, también sirvieron como prisión preventiva o de escarmiento. Según comentaba en 1704 el cronista e historiador Narciso Feliu de la Peña en un artículo, y reconocía también en su libro Víctor Balaguer), Feliu de la Peña había estado recluido en una de las torres por haber conspirado contra Felipe V en favor de la causa del archiduque Carlos de Austria (…)

(https://search.app/mWizLhgVoK232mY28)

‘Parece ser que la entrañable tradición de los aficionados del F. C. Barcelona de celebrar sus títulos en la Fuente de Canaletas, comenzó en 1930 (…) durante esos años, en la rambla de la ciudad y justo frente a la Fuente de Canaletas, se encontraba un diario deportivo llamado ‘La Rambla’, que se convirtió en un referente de la prensa deportiva de la década.

En esa época, evidentemente, no existía internet ni redes sociales como twitter. De hecho, ni siquiera se transmitían los partidos por televisión, y apenas se estaban iniciando las primeras transmisiones radiales. Debido a esto, la única manera que tenían muchas personas para conocer el resultado final de los partidos, era acudiendo a este diario deportivo. Allí, se exhibía una pizarra donde se anotaban los resultados, los goles y cualquier otra novedad relevante.

Frente al diario, también se encontraba el famoso quiosco de Canaletas, en funcionamiento desde 1878. Este lugar se convirtió en un punto de encuentro y tertulia para aficionados al fútbol. Dada la presencia de estos dos lugares emblemáticos, tiene sentido que esta área de la ciudad se convirtiera en un punto de celebración cuando los resultados eran favorables. Por esta razón, y con total lógica, los seguidores del club blaugrana han adoptado la tradición de reunirse en la Fuente de Canaletas para celebrar sus triunfos (…)’

(https://search.app/tr1H3wBxVQi8Vcar6)

‘El 19 de junio de 1916, abrió el bar Canaletas, frente a la fuente y el kiosco, para dar a entender a la clientela que el local iba a mantener la misma línea que el kiosco (…) el local era una especie de oficina del F. C. Barcelona. En el bar, los socios podían realizar varias gestiones referentes a sus carnets de socio, lo que motivó que Esteve Sala, adquiriera la tienda de fotografía situada en el local de al lado.

El bar abrió el ‘Saló de Sports’, en el que se organizaban actos de diversa índole para fomentar el deporte. Organizó una peña de tertulianos de los diarios ‘Stadium’ y ‘El Mundo Deportivo’, en el 21 de noviembre de 1916 se realizó la junta general ordinaria de la Real Federación Atlética Catalana.

Esta vinculación de Esteve Sala le llevó a formar parte de la directiva del Barcelona, ocupando varios cargos entre ellos la de vocal en la temporada 1915 – 1916, fue presidente en la temporada 1934 – 1935 y tesorero en la temporada 1935 – 1936 en la que el presidente Josep Sunyol i Garriga fue fusilado en Madrid, en la Sierra de Guadarrama, por unos falangistas (…)’.

(https://search.app/UzcVmc4tC9Ank5Qg6)

2 – Avenida Meridiana

Si bien inicialmente Sant Andreu del Palomar (anexionado a Barcelona en 1897) incluía Nou Barris y una parte de Horta Guinardó, en la actualidad, los distritos de Sant Andreu del Palomar y Nou Barris, están divididos por la avenida Meridiana, si bien mantienen una historia con muchos puntos en común, referidos a las reivindicaciones obreras, ya que, por ejemplo, segadores y payeses el 7 de junio de 1640 iniciaron una marcha hacia Barcelona, que se concretaría en la revuelta dels Segadors y desembocaría en un conflicto bélico de larga duración contra las tropas castellanas; y ya a  finales del siglo XIX y principios del XX en Sant Andreu ya se encontraban importantes empresas como Fabra i Coats (la antigua Compañía Anónima Hilaturas de Fabra y Coats; fundada en 1903, que se fusionó con Can Fabra, conocida popularmente como el Vapor del Fil; en los años de esplendor, llegó a dar trabajo a más de 3000 trabajadores), ENASA (sucesora de la Hispano Suiza), Pegaso, La Maquinista Terrestre y Marítima,  la Fábrica Nacional de Colorantes, La Algodonera (Vapor del Rec), etc., y gran cantidad de pequeñas empresas y talleres.

En 1902, Sant Andreu contaba con 150 fábricas, con sus obreros; la presencia de los primeros inmigrantes suscitaría la creación de entidades y asociaciones, como l’Ateneu Obrer (1885)

(diferentes fuentes Wikipedia)

Por su parte, Nou Barris:

‘Se construyó a base de luchas obreras y vecinales y, por eso, muchas de sus calles, edificios o monumentos conmemoran a personas comprometidas con reformas sociales, la liberación de la mujer, los movimientos vecinales, las organizaciones de izquierdas y los sindicatos (…)’

(https://search.app/ACXv4z8qaFgEYXrT6)

Por eso, siguiendo la tradición reivindicativa, no fue nada extraño que, tras el nefasto juicio y demencial sentencia de nuestros líderes políticos y sociales, causa especial 20907/2017, del 14 de octubre del 2019, y popularmente conocido como el juicio del procés independentista, los vecinos de Sant Andreu, Nou Barris, el Clot, y demás barrios colindantes, como el de Horta Guinardó, de forma improvisada decidiéramos manifestarnos en la avenida Meridiana, la principal arteria viaria de la zona.

Esas manifestaciones diarias, inicialmente fueron multitudinarias, y cortábamos la circulación viaria, durante un par de horas; si bien la persistente represión y, especialmente, la pandemia (que nos impidió concentrarnos), así como el cansancio, la desmovilización y desmotivación, han comportado el lógico declive de esas manifestaciones; si bien, persistimos, pues el sábado 31 de agosto realizamos la manifestación 1500.

Y centrándome en el nexo entre las citadas reuniones y tertulias de la Font de Canaletes y nuestra manifestación de la Meridiana, cabe señalar que en las primeras, los culés, fundamentalmente, se reunían para conocer los resultados de los partidos y discutir las jugadas; mientras que en la Meridiana, también tenemos nuestras tertulias, divididas en diferentes grupos, unos en la plaza donde nos tienen confinados, y otro grupo que cruzamos los semáforos, en verde, claro, pero paseando la ‘estelada’ (la bandera independentista catalana)

Y en esos pequeños grupos, comentamos las novedades políticas del día, pero también otros temas varios de todo tipo.

Es de suponer que en la Font de Canaletes, debían haber momentos de tensión, ya que si bien mayoritariamente los asistentes eran seguidores del Barça, con toda probabilidad debían asistir seguidores de otros equipos rivales.

Igualmente, en la Meridiana, todos somos independentistas, y no expresamos ninguna referencia partidista, para dar cabida a todos; pero también tenemos momentos de tensión, ya que hay transeúntes y conductores unionistas españolistas que, cuando ven una estelada, se encienden y nos insultan.

Es evidente que de cada vez somos menos, y que, desde la publicación de la mencionada sentencia, el 14 de octubre del 2019, hasta este momento, además de la pandemia, hemos vivido diferentes momentos motivadores, así como otros que han actuado al revés, desmovilizando, como, por ejemplo, la confrontación entre los partidos independentistas, y, ahora, la rendición de ERC, facilitando la presidencia de la Generalitat al represor Salvador Illa.

Y en esos casi 5 años, hemos tenido de todo, incluso media docena de compañeros han fallecido, y, claro, la edad, la salud y los cambios familiares, también han ido cambiando las circunstancias personales de cada uno.

Por todo ello, y lo comento por experiencia propia, es frecuente ir a la manifestación con un estado bastante depresivo, pero es una opinión generalizada que, al acabar la manifestación, todos tenemos un estado de ánimo, no eufórico, ya que los tiempos de las ilusiones son historia, pero sí más motivados.

Y eso es lógico, ya que las pequeñas tertulias que he comentado, aunque hayan sido críticas políticas, o sobre otros temas, siempre han sido de muy buen rollo, como dice actualmente la juventud, y eso, cuanto menos, es terapéutico.

Y supongo que en las tertulias de Canaletes, pasaba lo mismo, y, claro, si el Barça había ganado, la alegría debía ser predominante.

En la actualidad, a Canaletes únicamente se va para celebrar la conquista de la liga, la copa, la champions, etc., y, claro, en esos momentos, la euforia es máxima. Pero, por desgracia, en estos últimos años no tenemos mucho que celebrar, ni futbolísticamente.

Y me parece que ese podría ser nuestro referente en la Meridiana, y esto lo digo estrictamente a nivel personal, pues las decisiones se toman de forma asamblearia) pero quizás sería un buen modelo a seguir, el de centrarnos en los grandes momentos (buenos y malos, pues los habrá de todos los colores) para efectuar manifestaciones más masivas que las actuales.

En definitiva, cabe recordar, también, las tertulias burguesas de los cafés literarios, de finales del siglo XIX y principios del XX, por ejemplo, en Els Quatre Gats, con Picasso, Isaac Albéniz, Enrique Granados, Lluís Millet o Gaudí; y otros cafés con notables tertulias barcelonesas, fueron el ‘Orfeó Català’, ‘La Punyalada’, ‘American Soda’, el ‘Zurich’, el Boadas, etc. La época dorada de esas tertulias fue entre 1880 y 1936. Y, como decía Josep Pla, ‘todo pasaba en los cafés, y lo que no pasaba, no existía’, pues en esas tertulias asistían los personajes más relevantes de la sociedad, políticos, pintores, artistas, empresarios, científicos…; y todos tenían tiempo para frecuentar a su peña preferida.

Y ahora es justo al revés, nadie tiene tiempo para casi nada; la información ahora fluye constantemente por las redes y nos llegan a saturar; pero la diferencia sustancial, es que los que seguimos en la Meridiana y en otras manifestaciones similares, como la de Gràcia, la Plaça del Rei, etc., somos ciudadanos de base, ya que los personajes relevantes como los citados, se dejan ver de forma muy puntual, en momentos que les interesa conseguir su fotografía.

Pero, así como las tertulias de los mencionados cafés, acabaron con el golpe de estado franquista, nuestras actuales manifestaciones están siendo liquidadas por la continuación de la represión cuyo punto álgido fue el 2017, pero que todavía sigue y, edulcorada con la política practicada por Pedro Sánchez, ofreciendo la zanahoria que tienta a muchos, pero que sabemos que nunca conseguiremos alcanzarla.

Por todo lo expuesto, y sabiendo que la próxima Diada (miércoles 11) volverá a ser un día mágico (aunque mucho menos que en años precedentes), pero que su chispa tendrá un resplandor puntualísimo, y nos volveremos a quedar en la oscuridad, considero que deberíamos efectuar un análisis crítico, objetivo y coordinado con los otros grupos, así como con la ANC y Òminum, para, entre todos, definir una nueva estrategia en la que amparar las acciones que debamos ir efectuando en lo sucesivo, para que tengan un sentido práctico, y no solo testimonial y sentimental.