- Solicitó al Congreso de la Unión votar la iniciativa que plantea garantizar 5 por ciento de empleos formales para este grupo social.
- En México 7 millones 168 mil personas padecen algún tipo de discapacidad: Miriam Granillo.
El Congreso mexiquense solicitó a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que agilice y culmine con el proceso parlamentario de las reformas a diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo en materia de derechos laborales a fin de que las personas empleadoras garanticen que por lo menos 5 por ciento de las plazas sean para personas con discapacidad.
Conforme al punto de acuerdo propuesto por la legisladora Mónica Miriam Granillo Velazco, el 22 de febrero de 2022 fue aprobada por la Cámara de Senadores, el Dictamen a la iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo en materia de derechos laborales de las personas con discapacidad para establecer esa cuota, entre otras disposiciones, luego de lo cual se remitió a la Cámara de Diputados para su debida votación, lo cual no ha ocurrido a la fecha.
El exhorto, que busca subsanar esta omisión, expone que, en México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, hay 7 millones 168 mil personas, con algún tipo de discapacidad, quienes enfrentan obstáculos para incorporarse al mercado laboral, en tanto que las probabilidades de contar con buenos ingresos y estabilidad cuando encuentran un empleo son muy bajas, indicó la legisladora.
Aseveró que el tema debe verse como un tema de desigualdad, discriminación, exclusión y violencia simbólica, lo que implica el incumplimiento de leyes y convenios internacionales y nacionales que promueven el derecho al trabajo de estas personas.
Recordó, también, que para cumplir con lo anterior, el Gobierno Federal ha implementado el Programa Nacional de Trabajo y Empleo para las Personas con Discapacidad (PNTEPD) 2021-2024, con el fin de contar con políticas públicas que impulsen las oportunidades de las personas con discapacidad para que tengan acceso a empleos de calidad, en los que puedan permanecer y desarrollarse, o bien generar las capacidades adecuadas para migrar a otros empleos u ocupaciones que les brinden satisfacción personal y laboral, aunque aún no registra suficientes resultados.