WASHINGTONReuters) – Desafiando a los críticos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que los estadounidenses estaban aprendiendo a vivir con el COVID-19, un día después de regresar a la Casa Blanca para recibir un tratamiento intensivo adicional luego de estar hospitalizado por coronavirus.
Trump, quien regresó el lunes por la noche tras casi cuatro días en el Centro Médico Walter Reed, debía recibir una quinta dosis del antiviral remdesivir mientras es tratado con el esteroide dexametasona, que normalmente se usa sólo en los casos más graves.
El republicano, que compite contra el demócrata Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre, ha minimizado la enfermedad, que ha provocado la muerte de más de 1 millón de personas en todo el mundo. Con 209.000 decesos, Estados Unidos tiene el mayor número de fallecimientos por la pandemia.
“Muchas personas cada año, a veces más de 100.000, y a pesar de la vacuna, mueren a causa de la Gripe. ¿Vamos a cerrar nuestro país? No, hemos aprendido a vivir con eso (la influenza), tal como estamos aprendiendo a vivir con el Covid, ¡¡¡en la mayoría de las poblaciones es mucho menos letal!!!”, escribió Trump en Twitter el martes.
Se estima que unas 22.000 personas morirán de influenza en la temporada 2019-2020, según estadísticas del gobierno estadounidense. Aun antes de contagiarse de COVID-19, Trump reconoció en conversaciones grabadas con un periodista que la enfermedad era más mortal que la gripe.
El médico de la Casa Blanca, el doctor Sean Conley, también ha sido enfático en afirmar que Trump tendrá atención médica de clase mundial disponible las 24 horas, algo que muchos expertos en salud dicen no está disponible para millones de otros estadounidenses.
“No dejen que les domine. No le tengan miedo”, dijo Trump en un video tras ser dado de alta del hospital militar Walter Reed Medical Center, en las afueras de Washington. “Estoy mejor, tal vez soy inmune, no lo sé (…), salgan afuera. Tengan cuidado”.
Trump llegó a la Casa Blanca el lunes en un aparición difundida por televisión, en la que descendió del helicóptero presidencial Marine One usando una mascarilla blanca que enseguida se quitó para posar ante las cámaras, saludando desde el Pórtico Sur de la mansión.
Trump ha burlado repetidamente las pautas de distanciamiento social para frenar la propagación del virus e ignoró a sus propios asesores médicos. También se burló de Biden en el debate presidencial del martes pasado por usar mascarilla en los actos de campaña, incluso cuando está lejos de los demás.
“Me horroricé cuando dijo que no se debe temer al coronavirus”, dijo William Schaffner, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville.
“Es una enfermedad que está matando a unas mil personas al día, ha impactado la economía, ha dejado a la gente sin trabajo. Este es un virus que debe ser respetado y temido”.
Los miembros del Partido Demócrata también mostraron su censura. “Es un trágico fracaso de liderazgo”, escribió en Twitter el senador demócrata Chris Coons.
Pero Trump se describió a sí mismo como un hombre que derrotó la enfermedad y emergió más fuerte.
“Si el Presidente vuelve a la campaña, será un héroe invencible, que no sólo sobrevivió a todos los trucos sucios que le lanzaron los Demócratas, sino también al virus Chino”, escribió en Twitter.
Biden respondió rápidamente en Twitter con imágenes de él mismo poniéndose una mascarilla y Trump quitándose la suya. Un pie de foto decía: “Las mascarillas importan. Salvan vidas”.
La gravedad de la enfermedad de Trump ha sido objeto de intensa especulación, y algunos expertos señalaron que, como una persona mayor con sobrepeso, se encontraba en una categoría de alto riesgo.
#GaspingForAir (“Falta de aire”) comenzó a ser tendencia en Twitter después de que un video mostró que Trump parecía respirar profundamente varias veces mientras estaba de pie en el balcón de la Casa Blanca.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo a CNN que Trump se veía bien cuando salió del hospital, pero señaló que los pacientes a veces tienen un revés cinco días después de enfermarse.
“A veces, vas a tener un retroceso (…), es poco probable que suceda, pero deben estar alerta”, advirtió Fauci.
Reporte adicionalde de Alexandra Alper, Doina Chiacu, Ross Colvin, Steve Holland and Mohammad Zargham en Washington y Deena Beasley en Los Ángeles, Escrito por Arshad Mohammed; Editado en español por Janisse Huambachano/Darío Fernández