Escribir solía ser una tarea artesanal y hoy este arte busca ser significativo y conectar más que nunca. Desarrollar contenidos en estos tiempos es una labor más accesible y una afición de millones de personas, aunque también hoy está en manos de la Inteligencia Artificial y de la automatización. Existe emoción y temor. ¿Por qué?
Hoy, los que nos dedicamos a la creación de contenidos nos enfrentamos a la decisión de usar la Inteligencia Artificial y a cómo debemos usarla. ¿Hasta que llegue el día en el que ya no nos necesiten más, o porque somos imprescindibles para su existencia y permanencia?
Cuando se popularizó la World Wide Web (WWW) en los años 90, fue un antes y un después en la comunicación humana y esta no volvería a ser la misma. Nuestro acercamiento a la información y al entretenimiento había cambiado para siempre.
Los creadores de contenido en los sitios web fueron descubriendo, a través de los años, nuevos formatos y diversas estrategias para capitalizar sus creaciones y para persuadir a sus audiencias. Internet lo cambió todo e impactó a todas las industrias; existían ahora nuevas necesidades para un mundo globalizado.
Los expertos de marketing descubrieron cómo miles de jóvenes, adultos, ¡y adultos mayores!, se convirtieron en lo que desde hace algunos años conocemos como Influencers. Desarrollar contenidos personalizados y diferenciados requiere, sin duda, de un pensamiento creativo y estratégico, y muchos de estos llamados influencers parecieron tener dichas características o esa personalidad que conectaba con las audiencias, hasta llegar a influir en sus decisiones y preferencias.
En las décadas del 2000 y del 2010, la oferta en cuanto a contenidos ya era muy amplia y cuando parecía que todo estaba tomando un rumbo que entendíamos bien y en el que nos sentíamos cómodos, llegó la Inteligencia Artificial. En la más reciente década la IA se ha desarrollado como nunca y todo indica que sus herramientas llegaron a nuestras vidas para quedarse.
Enfrentándola con las emociones humanas
No olvidemos que la IA es una herramienta que puede imitar el proceso de creación del lenguaje humano, pero ¿hasta qué punto es capaz de vincularse con las referencias que viven offline? Quizá, sin esta capacidad seguirá siendo un mero apoyo para los creadores de contenidos.
Aún no queda claro, además, el impacto que tendrá tanto en la educación como en la interacción entre personas y con la manera en que creamos lazos profundos unos con otros.
Sam Altman, fundador de OpenAI, admitió recientemente en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza: “no hay certeza sobre el futuro de la inteligencia artificial. Me gusta que la gente esté nerviosa; creo que no sentir la gravedad de lo que está en juego, sería muy malo”.
La incertidumbre ante el impacto posible
Existen temores por las consecuencias que pueda tener la utilización de la IA sin ninguna regulación. El futuro del entretenimiento también es hoy muy incierto, aunque se augura que estas tecnologías lo harán más emocionante con desarrollos súper innovadores e interactivos como son las experiencias inmersivas. Hasta hoy, sabemos que las herramientas de la IA no necesariamente reemplazan a los escritores o a los expertos en marketing, sino que les ayudan a optimizar su trabajo.
El “content” actual debe no solo conocer de marketing de contenidos sino de gestión de plataformas y del uso de herramientas de IA. También, de RRSS, de manejo de crisis, de análisis de datos, entender sobre derechos de autor y, sin duda, contar con una visión estratégica. Es un hecho que nuestras habilidades deben adaptarse a los cambios y las nuevas tecnologías pueden ser, y serán, nuestras aliadas.
¿Caminamos juntos?
Expertos de Emaly, agencia de marketing y comunicación, aseguran que todavía hay mucho por verse y, seguramente, siempre necesitaremos de mentes humanas que pongan corazón a los proyectos y que den el toque que la máquina aún no puede dar. Es muy probable que estas herramientas nos permitan hacer cosas grandiosas y ofrecer contenidos útiles, memorables y significativos.
Es un hecho que de este tema habrá aún más artículos, documentales, pódcast, posts en redes sociales creados por un redactor humano, o por una máquina… o por ambos .
¿La unión hace la fuerza? Lo veremos.