Estos días estamos viendo el gran desastre sufrido en la comunidad valenciana, por las fuertes lluvias de anteayer (29/10), y las crecidas de los torrentes, que han provocado ya, 140 muertes, y múltiples desaparecidos. Y en esas circunstancias especiales y críticas, es cuando aflora el verdadero nivel de los servidores públicos, y, en esa comunidad, Carlos Mazón Guixot (PP) ha demostrado su nivel de incompetencia, por lo que debería dimitir o ser cesado YA.
La naturaleza, como es sabido, es incontrolable, por más que, ilusoriamente, los hombres nos esforcemos para ‘dominarla’; pero, cuando esa naturaleza muestra su fuerza, mediante volcanes, terremotos, huracanes, tifones, tsunamis, avalanchas, sequías, etc., constatamos nuestras limitaciones.
El desastre provocado por la DANA (depresión aislada a niveles altos) en la comunidad valenciana, y que todavía continúa, llegando, de forma debilitada al sur de Catalunya (precisamente donde hemos estado esta semana) es uno de los desastres más grandes en muchas décadas en la citada comunidad autónoma valenciana; pero, claro, a nivel mundial, ha habido otros muchos desastres (el reciente huracán Milton en Florida, o el Katrina, en esa misma zona, 2005; etc.)
Obviamente, las catástrofes, cuando se dan en el tercer mundo (como el terremoto de Haití en 2014, con más de 316.000 muertos, y más de 1,5 millones perdieron su hogar; o el tsunami del sudeste asiático en 2004, que provocó más de 300.000 muertes; etc.), los muertos y los destrozos son infinitamente mayores, pues la economía lo determina todo: desde mejores sistemas de previsión, coordinación, rescate, y, claro, mejores construcciones y más medios hospitalarios y sanitarios.
Y otra diferencia importantísima, a mi modo de ver, es que en el primer mundo nunca se enseñan cadáveres, pero, si la desgracia o la guerra es en el tercer mundo, o en las pateras de inmigrantes, etc., sí que se enseñan, alertando de que las imágenes pueden herir la sensibilidad de los espectadores. Es decir, reconocen que a muchas ya ni les hiere la sensibilidad. En definitiva, que siempre hay y habrán muertos de primera y de segunda, como vivos de primera y de segunda, claro.
Volviendo a las desgracias, la diferencia primordial es el nivel de preparación, previsión y organización de los estados de primer nivel económico, pues el Milton causó 25 muertos, en una población de 23 millones de habitantes en Florida (EUA); mientras que, en la comunidad valenciana, viven 5,3 millones, y, de momento, los muertos son 140, y todavía no se ha cerrado el recuento, pues hay desaparecidos, que nadie especifica cuántos son.
Y esa organización, que en los EUA se observa con desplazamientos masivos, previa información clara, contrasta con la catástrofe de anteayer, que los avisos llegaron cuando los barrancos ya desbordaban (la AEMET, agencia estatal de meteorología, del gobierno español, declaró la alerta roja para toda la provincia a las 07.30 h, pero el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, no alertó a la población hasta media tarde); y, claro, sin olvidar que la primera gestión de Mazón al tomar su cargo (julio 2023), fue eliminar la unidad de emergencias valencianas, por considerar que era un chiringuito redundante, pues el estado ya garantizaba esa gestión, mediante la UME (unidad militar de emergencia), un servicio que llegó 24 h más tarde, pues Mazón solicitó ayuda a las 20.36 h del martes, solo media hora después de alertar a la población.
Es preciso señalar que el mencionado político Carlos Mazón (n. 1974), ha dedicado toda su vida, teóricamente, al servicio público, puesto que, en 1993, al acabar la licenciatura en derecho, ya lideraba la rama juvenil del PP, y Eduardo Zaplana (PP) le nombró director del instituto valenciano de la juventud, y Francisco Camps le ascendió a director general de comercio y consumo. En el 2007 obtuvo el cargo de regidor municipal, después provincial, presidente de la diputación, y, en el 2023, presidente de la comunidad valenciana, gracias al apoyo de VOX, de extrema derecha.
Una persona que nunca ha trabajado en la empresa privada, que su única experiencia radica en el ámbito político bajo el paraguas de los corruptos mencionados, y con esos maestros, difícilmente puede salir un alumno válido, ya que los requisitos del PP, como es sabido, tradicionalmente ha sido el enriquecimiento personal y el aprovechamiento de todas las prebendas del poder. Y, evidentemente, la visión crítica siempre falta en esos derroteros, ya que, en ese caldo de cultivo prospera el acrítico, el adulador, y los posibles críticos serían unos suicidas sin futuro.
Y el caso de Mazón nos ha confirmado su total incompetencia para seguir ocupando ningún otro espacio público, ya que esta crisis ha evidenciado su mala gestión; esta mañana hemos tenido otro ejemplo, pues, para ‘tranquilizar’ a la población, se ha atrevido a asegurar que ‘salvo sorpresa, ya no queda nadie a quien rescatar’, si bien minutos antes, la ministra de defensa, Margarita Robles, aseguraba que aún no podían confirmar cuántos desaparecidos hay’.
Así, se ha constatado, de nuevo, que la enloquecida construcción en zonas inundables, buscando la especulación inmobiliaria, y obviando los riesgos, ha sido una constante en la comunidad valenciana, y vemos las consecuencias. Ahora algunos apuntan la necesidad de la deconstrucción en determinadas zonas, pero, claro, todo quedará en nada, pues, como pasa siempre, los tiburones financieros siempre acaban triunfando, comprando las voluntades que precisen.
En todos los sistemas, siempre hay confrontación de intereses, y habitualmente, siempre triunfan los poderosos habituales.
En el Universo, todo se rige con conflictos de fuerzas; siendo las fuerzas fundamentales aquellas fuerzas del Universo que no se pueden explicar en función de otras más básicas, y son cuatro: gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil.
A nivel animal, y humano, claro, el músculo es el único tejido de nuestro cuerpo capaz de generar fuerza y potencia, para mantenernos en pie, movernos y realizar las diferentes actividades diarias, además de las funciones metabólicas.
Pero, diferencialmente (en teoría) las personas tenemos la inteligencia, para potenciar las mejoras y/o eludir las desgracias (o para provocarlas, como las guerras, la explotación y expropiación de recursos ajenos, etc., claro)
Y ante la situación actual, con las terribles consecuencias de pérdidas de vidas humanas, y el previsible largo plazo para la reconstrucción y compensación de las pérdidas, cuando hay miles y miles de personas sin nada, ni agua, ni electricidad, teléfono, etc., y, muchos, sin vivienda ni coche, vemos las imágenes que son propias de una guerra, es como ver zonas de Gaza, pero sin ataques, pero las consecuencias son las mismas; y en esas situaciones, afortunadamente, surgen personas altruistas, voluntarios desinteresados, que ayudan a los necesitados.
Pero es el estado el que ha de garantizar nuestra seguridad y cubrir nuestras necesidades, para eso pagamos los impuestos, como, ridículamente nos recuerda el ministerio de hacienda con spots, diciendo que los impuestos que pagamos vuelven a todos. Pero, claro, los pagamos para eso, no para armar ejércitos ni pagar corrupciones.
Ayer, un amigo me envió el enlace con el discurso de Marjane Satrapi (artista iraniana-francesa), en la recepción del premio princesa de Asturias de este año 2024, un discurso con un claro sentido ético y moral (muy alejado del efectuado por el servil J. M. Serrat, que ya comenté ayer).
Marjane señaló la contraposición entre la violencia y la benevolencia, criticando a los ‘neutros’, a los que aplauden igual, y al mismo tiempo, a un excelso director de orquesta que consigue elevar el espíritu de los oyentes, que, a un militar, organizador de guerras y que, por cada 100 litros de sangre enemiga, consigue una nueva medalla. Y apuntó que falta empatía y ética. Que ella no es conformista, y que, al recibir una bofetada, no pone la otra mejilla, si no que intenta devolver diez; pero, eso sí, ella no será nunca la que dé la primera bofetada. Y concluyó citando unos versos de Saadi, un poeta iraní del siglo XIII, que finaliza: ‘si eres indiferente al dolor, no mereces llamarte humano’.
Pues bien, la negligencia de Mazón (con su persistente chaleco rojo, como si estuviera en primera fila de los auxilios), apoyado ciegamente hoy por Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, nos demuestra que seguiremos igual (todo son cuatro fotos, y críticas para intentar pescar votos), pero no se efectuará una verdadera autocrítica, en todo caso, después de grandes discusiones, se acordará una comisión que acabará diluyéndose en el espacio sideral, como está pasando con la comisión que investiga la persecución / represión y escuchas telefónicas (espionaje)
Núria Cadenas, titula su artículo de Vilaweb de hoy: ‘son más peligrosos por inútiles que por corruptos’, y ese título sintetiza su punto de vista, que comparto, pero en el caso que nos ocupa, al juntarse la inutilidad y la corrupción, la mezcla es explosiva, claro.
Pero, desgraciadamente, la población irá olvidando, y en las siguientes elecciones, seguirá votando a estos impresentables, pues en el reino español, los cegados, engreídos y narcisistas partidos institucionales (PP y PSOE) tienen un gran séquito de voto cautivo, por diferentes motivos, pero, principalmente, por la desmemoria y la falta de compromiso.
Y así nos va y nos irá, salvo que consigamos independizarnos y, claro, echar al represor Salvador Illa y todo lo que ‘gustosamente’ representa, pues es otro de los políticos arribistas y desastrosos, el típico subproducto españolista.