Analistas observan retos y oportunidades del Sistema Educativo Nacional para el gobierno de Claudia Sheinbaum
En un acontecimiento histórico, la Dra. Claudia Sheinbaum se convierte en la virtual presidenta electa de México, marcando un hito significativo en la política del país. Su elección, respaldada por un gran apoyo del electorado en el proceso electoral más grande de la historia mexicana, no solo representa un avance para los movimientos democráticos y feministas, sino que también ofrece una oportunidad para abordar los desafíos persistentes en el sistema educativo nacional.
Durante su campaña, Sheinbaum presentó su plan “República educadora, humanista y científica”, en compañía de destacados académicos como Juan Ramón de la Fuente y Rosaura Ruiz. Este eje de trabajo abarca siete puntos cruciales: salarios justos para maestras y maestros, becas para estudiantes, centros públicos de educación inicial, apoyo a la educación primaria y secundaria, fortalecimiento de la educación media superior, crecimiento de la educación superior y la vinculación de la ciencia con sectores prioritarios.
En diversos debates y conferencias de prensa, Sheinbaum también insistió en darle continuidad a la “Nueva Escuela Mexicana” y los nuevos libros de texto, destacando que estos promueven la participación de los estudiantes en lugar de la memorización, un modelo desarrollado en colaboración con el magisterio.
Para Erick Juárez Pineda, experto en temas educativos, uno de los mayores desafíos que enfrentará la próxima presidenta será atender las desigualdades e inequidades que persisten en el sistema educativo. Explica que aún hay miles de niños en México que carecen de servicios y condiciones básicas para ejercer su derecho a la educación. “Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que en el país existen 934 mil hogares donde algún niño no come en todo el día o come solo una vez al día. Además, el 54.3% de los niños en primera infancia se encuentran en situación de pobreza”, detalla.
Otro aspecto crucial, señala, es la infraestructura deficiente de muchas escuelas. Según la Secretaría de Educación Pública (SEP), el 12% de las más de 201,500 escuelas públicas de nivel básico no cuentan con servicio de electricidad, el 26% no tienen agua potable y el 24.8% carecen de sanitarios independientes.
En este sentido, advierte que la revalorización del magisterio también es fundamental. “A pesar de los avances, persisten condiciones precarias para los trabajadores de la educación, carga administrativa excesiva y problemas de seguridad en las escuelas. Además, es necesario abordar la salud física y mental del profesorado, así como asegurar ingresos dignos y seguridad social”, finaliza.