Tradicionalmente se ha dicho que ‘el medio es el mensaje’, como señaló Marshall McLuhan (1911-1980), pero, como sabemos, desde la aparición de las redes sociales (Twitter, Facebook, Whatsapp, Telegram, etc.), el poder de control se ha difuminado, como dirían algunos, se ha hecho líquido. Obviamente, el control persiste, pero ha superado a los estados, y esto, como pasa siempre en todo, tiene aspectos positivos y negativos.
De todos modos, poder escapar del control estatal (aunque sea para caer en las manos de unos controladores que tampoco son nada democráticos, que tienen su ideología y que, lógicamente, por la puerta de detrás, oculta, colaboran con los estados), tiene el valor de no estar sometido a los intereses caciquiles locales. El súper control del gran hermano mayor es mucho más difícil escapar, de momento.
Un ejemplo lo hemos tenido estos días, según ha hecho público el canal crítico ‘Octuvre’, (con ‘v’) evidenciando la manipulación de los medios, por ejemplo, La Vanguardia, asignando un gran titular para informar de la pérdida de la inmunidad de Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín (todos ellos eurodiputados) a petición del poder judicial español, comparado con la noticia de la suspensión cautelar de esa pérdida de la inmunidad, al que dedicaron un menor espacio.
Todos sabemos que la información tiende a desinformar, y no sólo por la cantidad, si no, por la pérdida de la calidad intrínseca; tenemos muchos ejemplos, como el de ayer de Isabel Celáa, ministra de educación, ‘comparando los indultos del ‘procés’ catalán, con el diálogo ‘valiente y decidido’ de Zapatero con ETA, indicando que ‘hay que dar pasos hacia la convivencia en Catalunya’’.
(Europa press, 3 de junio del 2021)
Pues bien, la mera comparación entre el ‘procés’ seguido (y no concluido) en Catalunya para conseguir la independencia, con ETA, una banda armada causante de muertes es un insulto, una falta de honestidad intelectual, una falta de moral y de ética. Pero no es nada arbitrario, es una estrategia premeditada, para influir, tanto subliminalmente como de forma explícita, en las conciencias de los colectivos destinatarios de esos mensajes, para hacerlos más sumisos a su propia ideología, a sus propios intereses.
La Ley de Godwin, también llamada Regla de Godwin de la analogía con los nazis, es un adagio formulado por Mike Godwin en 1990, y propone lo siguiente:
‘A medida que una discusión en la red crece, la probabilidad que se produzca una comparación con los nazis o Hitler tiende a 1’
La ley de Godwin es citada habitualmente en las discusiones en línea, como un aviso contra el uso de retórica incendiaria, especialmente contra argumentos falaces de la forma ‘reductio ad Hitlerum’.
La regla no dice si el uso de la comparación con los nazis o Hitler en cada caso concreto sea adecuada, sólo afirma que es probable que pase. Precisamente, por el hecho que una comparación así puede ser adecuada, Godwin argumentó que el sobreuso de estas comparaciones se habría de evitar, porque saca fuerza a los usos legítimos’
(…)
Es decir, que una discusión caduca, cuando uno de los participantes cita a Hitler o a los nazis.
(Wikipedia)
Pues bien, en el caso catalán pasa lo mismo, siempre que se comenta la violencia, el golpe de estado, la sedición, la comparación con ETA, etc., se evidencia que los argumentos intelectuales y honestos se han desviado tanto del original, que dejan de ser argumentos con esas características, para ser de iletrados deshonestos.
Asimismo, otro ejemplo de esos argumentos propios de iletrados deshonestos se ha conocido esta semana, cuando el consejo general del poder judicial ha avanzado su evaluación (que publicará el próximo 7 de junio, en su propuesta de informe -de 95 páginas- al anteproyecto de Ley de memoria democrática), diciendo que la disolución de la Fundación Francisco Franco atentaría contra la libertad ideológica.
‘El citado consejo de jueces considera que no se puede extinguir una fundación o asociación en base al delito de ‘apología del franquismo’, si las ideas expresadas por los miembros de dicha asociación no llevan a la ‘incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las víctimas del golpe de estado, de la guerra o del franquismo, por su condición de tales.
(…)
La apología del franquismo, sin el requisito adicional de menosprecio o humillación de las víctimas, supone la expresión de ideas respecto de un régimen político contrario a los valores democráticos proclamados en nuestra constitución, pero, como dice el tribunal constitucional, ‘al resguardo de la libertad de opinión cabe cualquiera, por equivocada o peligrosa que pueda parecer al lector, incluso las que ataquen al propio sistema democrático. La constitución protege también a quienes la niegan (STC 176/1995) se lee en el borrador propuesto a los vocales.
(…)
Respecto al concepto de víctima, los redactores del borrador también plantean que se haga un ‘esfuerzo de acotación’ en relación con el concepto de víctima (art. 3 del anteproyecto), de modo que la expresión ‘violación de los derechos humanos’ se circunscriba a la finalidad de la norma y no a ámbitos ajenos’.
(…)
Asimismo, con relación a la responsabilidad patrimonial del estado, como ya estableciera la ley de memoria histórica, el nuevo texto redactado por el gobierno persigue la ‘reparación moral’ de las víctimas con la nulidad de condenas y sanciones, pero excluye expresamente la responsabilidad patrimonial del estado (…)’
(Carmen Lucas-Torres y Antonio Salvador, elindependiente.com, 31 de mayo del 2021)
Como se puede ver, esos iletrados deshonestos, son, además, unos sinvergüenzas partidistas; sólo hace falta ver la diferencia de consideración con nuestro movimiento independentista.
Tiananmen (Tian’anmen), (4 de junio de 1989)
Tal día como hoy de hace 32 años, las protestas de los estudiantes, obreros e intelectuales (del 15 de abril al 4 de junio), por la muerte de Hu Yaobang, la reforma económica, la fuerte inflación y la corrupción política, acabaron con una masacre de estudiantes: 10.454 muertos, infinidad de heridos y encarcelados, por parte de las divisiones 27 y 28 del ejército popular de ‘liberación’.
Tian’anmen, literalmente significa la ‘Puerta de la Paz Celestial’, y es la puerta que da acceso al sur de la Ciudad Imperial, paso previo al ingreso a la Ciudad Prohibida en Pekín.
Ya se ve cómo respetó el gobierno chino a su población, a esa puerta, y su consideración por la paz celestial.
Lo triste, además de los muertos, heridos y encarcelados (un solo muerto ya es un coste demasiado elevado) es el olvido interesado de los diferentes estados del mundo.
Y, ante un panorama así, en el que sólo cuenta el poderío económico y militar, qué podemos esperar los independentistas catalanes; apenas meras victorias simbólicas de reconocimiento, como ayer, el del Comité de Derechos Humanos del Consejo de Europa, pidiendo a España que retire las euroórdenes y libere a los presos. Pero sabemos que cuando pase a la Comisión, la presión de los partidos y de los estados frenará o diluirá esa petición.
Y todo seguirá adelante, ya que ayer vimos que el tribunal superior de justicia de Catalunya se ha declarado competente para investigar a Laura Borràs, la presidenta del Parlament. Está claro, no cejan, siguen castigando, su rencor y venganza son infinitos, así que el tiempo de castigar sigue y seguirá, por mucho que diga el Pinocho Pedro Sánchez, pues su fiscalía sigue en plena faena.
En esa línea de poderes y favores económicos, la mala gestión de la ministra de exteriores de España, Arancha González Laya, aparte de evidenciar la descoordinación del gobierno de Pedro Sánchez, ha hecho patente las presiones que, en el 2017, momento de nuestro referéndum, el gobierno español presionó al marroquí para evitar una conferencia de Carles Puigdemont.
Como ya expliqué, el líder del Frente Polisario del Sáhara, Brahim Ghali, estaba ingresado en un hospital de Logroño, de forma secreta y con un nombre falso, autorizado por el gobierno de Pedro Sánchez, lo que comportó una dura queja del reino marroquí, y abriendo una grave crisis.
Ahora:
‘La marcha de Ghali provoca un choque entre Arancha González, Margarita Robles (ministra de defensa) y José Luís Ábalos (ministro de fomento).
Exteriores tuvo conocimiento de la primera aeronave, procedente de Argelia, pero no le comunicó nada a defensa, que ordenó su regreso. Carmen Calvo (vicepresidenta) y Ábalos, en cambio, dan versiones distintas que nada tienen que ver con la falta de coordinación gubernamental.
Incredulidad, descoordinación y medias verdades. El gobierno español no terminó de encajar la explicación de por qué un avión del estado argelino, no comercial, sobrevolaba el martes el espacio aéreo español para recoger al líder citado, incluso sin haber acabado de declarar ante la audiencia nacional. Todo un sainete que el ejecutivo intentó explicar con una difusa justificación de que el aeropuerto de la capital riojana no estaba preparado para dicho aterrizaje y mucho menos sin activar medidas como la presencia de dotaciones de bomberos.
(…)
Si las formas en que llegó a España fueron un despropósito, también lo ha sido la manera de salir del país, con nocturnidad, de madrugada, tras el envío de un segundo avión, civil, llegado de Francia y con los permisos pertinentes y el conocimiento, esta vez sí, de los ministerios concernidos. Deprisa y corriendo, dando pie a Marruecos para hinchar una crisis que se le ha vuelto en contra, pues nadie en el gobierno de Pedro Sánchez quería asumir la responsabilidad de lo acontecido, generando un cúmulo de líos entre departamentos, según los mismos medios.
Desde la portavoz gubernamental, María Jesús Montero, que negó tener constancia del asunto cuando se le preguntó al respecto, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, nadie dio una explicación convincente (…) Ábalos aseguró que Argelia había notificado el plan de vuelo. (…) Y Carmen Calvo comentó que simplemente se hizo volver al avión argelino porque a la misma hora Ghali estaba compareciendo ante la justicia española y el gobierno tampoco tiene que saber si tiene o no el alta médica y cuando terminan sus relaciones con la justicia’.
(Cristina de la Hoz, elindependiente.com, 3 de junio del 2021)
Evidentemente, todo esto es ridículo y grave; pero, volviendo al ‘problema’ catalán, es preciso destacar que una nota del reino de Marruecos comparó el Sáhara Occidental con Catalunya, y recordó los ‘favores’ que el estado español les pidió, para frenar cualquier acción independentista catalana en su país, o de la intervención de marroquíes en acciones efectuadas en Catalunya. Y, claro, los favores, todos, se acaban cobrando, más pronto que tarde.
En esa misma línea están muchos países, sobre todo europeos, y el pago de las facturas no tardaremos de conocerlo, para mayor vergüenza del estado español.
Todo este galimatías geopolítico es penoso, ya que confirma que lo único que rige son los intereses entre los estados (hoy por ti, mañana por mí), como cantaron Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, en su canción del 2019, con ese mismo título, en la que, un fragmento dice:
‘Hoy por ti, mañana por mí
Una solución con devolución
Hoy por ti, mañana por mí
Negocio perfecto, firma aquí’
Los independentistas catalanes sabemos que nuestra futura República no podrá mantenerse al margen de todo ese funcionamiento mafioso, pero, dentro de todo, procuraremos hacerlo de forma digna, como, por ejemplo, está haciendo el gobierno del pequeño país de Islandia y, por lo tanto, de forma diametralmente opuesta al estilo quijotesco español.