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Desorientación

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

La palabra ‘orientar’ viene del latín ‘oriens, orientis’, que significa el este, donde nace el sol; así, orientar hace referencia al punto cardinal del este.

Y desorientar significa perder la ubicación con relación a los puntos cardinales.

Y, para orientarnos, no es suficiente saber por donde sale el sol, sino que hemos de tener una idea de nuestra ubicación espaciotemporal.

Pues bien, tras la firma del acuerdo entre Junts y el PSOE, yo me quedé cao, y sigo desorientado, y tardaré en superar la decepción; ya que me ha dejado sin argumentos lógicos (los emocionales nunca faltan)

Sabíamos que era muy difícil conseguir gran cosa, teniendo enfrente al trilero Pedro Sánchez, y todo el peso del PSOE y de gran parte de los poderes del estado.

Pero Carles Puigdemont, el pasado 5 de setiembre, nos prometió la Luna, un pacto histórico único desde 1714. Y, por lo que nos han explicado, el resultado ha sido un fiasco. Solo hace falta ver al exultante Pedro Sánchez, hoy, en la cumbre socialista europea, presentándose como el Superman del progresismo dialogante; mientras que en el movimiento independentista predomina el pesimismo, el desconcierto, si bien, una buena parte, está satisfecha con el pacto, claro.

Que los unionistas españoles estén cabreados por la futura ley de amnistía, y por el futuro retorno de Carles Puigdemont, su ’bestia negra’, muestra su verdadero carácter, pero eso, a mi no me compensa en absoluto.

Y yo nunca olvidaré que Pedro Sánchez y el PSOE fueron, también, los ejecutores del 155; y no han pedido perdón por ello, ni han sido castigados, ya que aquí, en Catalunya, 200.000 votos independentistas, incomprensiblemente, votaron el PSC/PSOE, para frenar a la derecha.

Siempre nos vienen con este cuento de frenar a la derecha. Y ya estoy cansado, hastiado, de ser los ‘salvadores’ de la gobernabilidad del incapaz reino español.

Es verdad que un gobierno del PP con Vox, nos comportaría una gran pérdida, ya hemos visto cómo actúan en las comunidades valenciana y balear, atacando a la lengua. Pero ni el franquismo consiguió abolir nuestra lengua.

Y, con un gobierno así, tampoco tendríamos una posible ley de amnistía. Pero, cabe señalar que mucho me temo que esta ley será muy descafeinada, muy limitada; y, después, tendrá todas las presiones judiciales, para frenarla, así que, de momento, no tenemos nada, aunque el próximo lunes registren el proyecto de ley en el congreso (que nos permitirá saber con detalle lo realmente acordado)

Por eso, yo hubiera preferido esperar a la sentencia del TJUE, que rehabilitase los derechos de nuestros encausados, dando un buen toque al reino español, a ver si con eso aprendían un poco de democracia. Y, desgraciadamente, con la amnistía descafeinada, se frenará esa sentencia del TJUE y se blanqueará al estado español.

Creo que un retorno de Carles Puigdemont gracias al TJUE sería mucho más honorable.

Por eso, ahora me he quedado sin argumentos para seguir manifestándome, escribiendo, etc.; me parece que dedicar más fuerzas a esas actividades, hoy por hoy, han perdido bastante sentido; aunque Vicent Partal nos animó a seguir de forma crítica, reorientándonos y reorganizándonos.

Entiendo que debemos seguir, de una forma u otra (al menos hasta tener la amnistía plena, que era nuestro principal objetivo); que no podemos rendirnos, eso nunca; pero creo que necesitamos, al menos yo necesito, reorganizar mis ideas y mis sentimientos, pues ahora me encuentro como el hombre de la siguiente fábula:

‘Fábula del hombre con mala suerte

En aquellos días, un hombre desorientado se encontraba frente a dos caminos y no sabía cual lo llevaría al lugar que deseaba.

Una anciana que llevaba una pesada canasta, con sus vestidos algo raídos y sandalias llenas de barro, le preguntó: Buen hombre, parece algo perdido, ¿puedo ayudarle?

El hombre, viendo el aspecto de la mujer, pensó que la pobre no era muy indicada para asesorarlo sobre su travesía. Y sin darle demasiada importancia, le dijo: No, gracias, y empezó a caminar por el sendero que parecía más transitado.

La anciana agachó la cabeza, mientras el hombre siguió caminando sin mirar atrás.

Ya comenzaba a caer la noche y el hombre se encontró que el camino terminaba en un acantilado del que se veía colgar un pequeño puente. Mientras se acercaba, se dio cuenta que no podría cruzar, porque los maderos que aún colgaban estaban demasiado deteriorados. Entonces decidió acampar cerca del lugar para pasar la noche, ya que estaba oscuro para volver.

No podía, sin embargo, conciliar el sueño, estaba enojado por su mala suerte.

Al amanecer, se dispuso a regresar y probar por el otro camino. Tenían hambre y sed, pero no encontraba ningún fruto en los árboles que le dieran sustento, mas siguió caminando.

Al llegar a la bifurcación de los caminos, volvió a encontrarse con la anciana e intrigado comentó: Señora, no me diga que el otro camino tampoco conduce a ningún sitio.

L mujer contestó: sí, buen hombfe, ese camino conduce al valle de la abundancia.

El hombre volvió a decir: ¡Ah! ¿usted ya está regresando de allí?

La anciana contestó: hace mucho tiempo que he regresado de allí, sólo estoy aquí cada día para ayudar a los peregrinos. La mujer sacó una manzana de su canasta y la ofreció al caminante que, agradecido, sonrió y saludó cortésmente.

Moraleja:

Nadie puede elegir por ti el camino, pero siempre encontraremos señales que nos ayuden a tomar la mejor decisión.

Anda cauto y sin prejuzgar, ya que nadie se cruza en tu vida por casualidad’

(https://osodel56.blogspot.com)

Y, atendiendo a esa moraleja, sigo confiando que en las negociaciones que emprenda Carles Puigdemont, en breve nos irá dando algunas alegrías. No quiero ni puedo perder esa última esperanza, pues, la alternativa es asumir que seguiremos siendo una colonia por los siglos de los siglos, amén.

Sabemos que un viejo refrán dice que ‘el ganador de la partida es el que comete el penúltimo error’, y espero que el actual pacto PSOE / Junts, sea ese penúltimo error, y que el último, en todo caso, lo cometa el crecido Pedro Sánchez, no llegando a ningún acuerdo positivo para Catalunya. Si no es así, y cumple, negociando honesta y éticamente, mejor, claro, pues será mucho más positivo.

Una amiga, esta mañana me ha enviado el siguiente pensamiento del poeta Miquel Martí i Pol (1929 – 2003), que he transcrito en prosa:

‘Y, sobretodo, no olvides que tu tiempo es este tiempo que te ha tocado vivir, no otro, y no lo pierdas de forma orgullosa o cobarde, cuando te sientas llamado a tomar parte, como todos, en la lucha, pues tu ligar solo tu puedes llenarlo’

Y ese mismo poeta, en su poema ‘El paso del tiempo’, señaló:

‘Se hace, pues, inútil retomar aquellos versos que guardamos muchos años atrás e intentar adaptarlos al nuevo ritmo del tiempo.

Quiero decir que, en conciencia, Ya no puede decirse ahora caridad ni amor ni libertad como entonces.

Envejecen los versos y la voz se nos deforma si no tratamos, tenaces, de entender que ha cambiado el sentido vital de las palabras.

Es una pendiente fácil y resbaladiza, que no nos deja crecer.

Para los que luchan siempre se hace corto el tiempo; los otros se extasían y protestan, airados, contra cualquier viento que agite el agua del pilón que los conserva.

Y se mojan entre sí, displicentes, con las viejas palabras.

Porque el juego consiste en sentirse siempre húmedo, convencido, inefable’

(https://poesiauniversalblog.com)

Como también dijo Miquel Martí i Pol:

‘Hay un tiempo para sufrir y un tiempo para amar o, tal vez, sea todo uno y nos engañemos jugando a la voz y el peligro.

Más allá de nosotros ¿qué perdura?

¿La roca, el árbol, el viento y este silencio no morirían si, de pronto, dejáramos de repetirlos, dóciles, cada día?’

(misma web anterior)

Ciertamente, nosotros pasaremos, pero si somos conscientes de nuestro tiempo de sufrir y de amar, si lo hemos aprovechado, y no dejamos de insistir colaborando, en la medida y forma que nos sea posible, para conseguir la independencia de Catalunya, nuestro grito no morirá, y se trasladará a las futuras generaciones.

Como he comentado al inicio de este escrito, para reorientarnos, no es suficiente saber por donde sale el sol, sino que hemos de tener una idea de nuestra ubicación espaciotemporal, por eso es tiempo de sufrir, amar y pensar, pero no de desfallecer.

NUESTRO ORIENTE ES Y SERÁ LA INDEPENDENCA, Y NO LO OLVIDAREMOS NI NOS DESVIAREMOS.

NO SURRENDER (sin rendición)

INDESINENTER (incansablemente)