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Día de todos los santos y día de los difuntos

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Hoy, 1 de noviembre, la iglesia católica celebra la fiesta de todos los santos, y mañana, día 2, la fiesta de los difuntos; asimilando y cristianizando, una vez más, ritos ancestrales, como el celta Samhain, que veneraban a sus difuntos hasta el extremo de dividir el año en dos grandes períodos: el tiempo claro (primavera y verano) y el tiempo oscuro (otoño e invierno).

Y las fiestas del citado Samhain estaban fuera de los dos períodos, actuaban de gozne, dando la bienvenida al tiempo oscuro.

En esas mismas fechas, los romanos celebraban las fiestas de Pomona, dedicadas a la diosa de los árboles frutales, con un sentido muy similar.

El actual angloamericano Halloween es la contracción de la traducción de ‘vigilia de todos los santos’ (all halows eve)

Así que, si ahora empezamos un tiempo oscuro, que nos coja preparados (en todos los sentidos: personal y socialmente), pues hasta ahora la claridad ha brillado por su ausencia.

Mi experiencia personal, forjada en mis 26.756 días de vida, me han enseñado a ser muy escéptico ante los vaticinios que nos pueden hacer determinados políticos: desde las promesas de una convivencia idílica española, hasta los vaticinios de catastróficas conclusiones por el temor a que se rompa su España.

Asimismo, los independentistas catalanes hemos visto el comportamiento del reino español, desde nuestro referéndum. Estos 2.222 días transcurridos desde nuestro referéndum del 1 de octubre del 2017, nos han mostrado la cara más oscura del reino en cuestión; reino que ahora pretende limpiar su imagen, con la jura de su constitución, por parte de la heredera Leonor.

Efectivamente, los independentistas tenemos otra fecha determinante, que nos hizo despertar, previamente, del edulcorado sueño que veníamos teniendo desde algunos años atrás; y esa fecha fue el 17 de agosto de ese mismo 2017, con los atentados terroristas en las ramblas de Barcelona y en Cambrils. Y, por eso, llevamos 2.267 días, desde ese momento, que nos han cambiado sustancialmente, en todos los sentidos.

Y ya no nos valen pequeños gestos, pequeños detalles, como la rehabilitación democrática de nuestro gran poeta Salvador Espriu i Castelló (1913 – 1985); efectivamente, la ‘reparación’ de la figura de ese poeta (que, en su momento, hubiera logrado el Premio Nobel si no hubiese habido la presión en contra del estado español), junto a unos pocos más, es un hecho trascendente, pero, tal  como la vistió Pedro Sánchez el pasado día 30 de octubre, en la celebración del día de homenaje y recuerdo a las víctimas de la guerra y la dictadura, no deja de ser una pura parafernalia mediática.

Ya he comentado de forma reiterativa, que Pedro Sánchez siempre se queda a medias, pues siempre actúa de cara a la galería, diciendo que ‘la memoria democrática es una cuestión de estado’, pero ‘olvidándose, nuevamente, del principal implicado en la represión, es decir, el president de la Generalitat, Lluís Companys i Jover (1934 – ejecutado el 15 de octubre de 1940, con 58 años)

Efectivamente, Espriu fue detenido y multado por su participación en la ‘caputxinada’ de Barcelona el 9 de marzo de 1966, una reunión de 550 estudiantes e intelectuales, reunidos en el convento de los frailes capuchinos de Sarrià (Barcelona), para realizar una asamblea constituyente del sindicato democrático de estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB), facilitada por el padre Jordi Llimona (un amigo de mi padre, que había venido un par de veces a casa, y que recuerdo muy bien). Como era de esperar, dos días después, la policía, dirigida por el comisario Creix (*), entró en el convento, destrozando la puerta, identificaron y requisaron los carnets de 435 estudiantes (77 eran chicas) y detuvieron a 30 intelectuales.

(*) Antonio Juan Creix (1914 – 1985)  hijo de un militar africanista, perdió un hermano en la Batalla del Ebro, otro fue voluntario de la División Azul para luchar con las tropas de Hitler en Rusia; y otro hermano, Vicente, también policía, actuó junto al comisario, en sus fechorías, torturas entre ellos Gregorio López Raimundo, Jordi Carbonell i de Ballester, Tomasa Cuevas Gutiérrez y su marido Miguel Núñez González, la detención de Jordi Pujol por tirar unas octavillas en el Palau de la Música, así como el asesinato de Quico Sabater (1960) entre otros muchos.

El padre Joan Botam i Casals, comentó que para ellos no había sido un acto político, sino de acogimiento, un acto de fraternidad. Vaya diferencia con la confederación episcopal española actual, presidida por el cardenal Joan Josep Omella i Omella, que, hace unos días se opuso a la amnistía de los independentistas catalanes encausados, como muestra de la peor cara de la oscuridad.

Espriu sufrió la represión y censura por escribir en catalán, si bien el 123 president de la Generalitat (1934 – 1940), Lluís Companys, detenido por la Wehrmacht y entregado por el gobierno francés de Vichy, a petición del estado español, que lo sometió a un falso consejo de guerra sumarísimo (como a otras 2760 personas), y lo fusiló en el castillo de Montjuïc; el político de más alto rango ejecutado por el asesino Francisco Franco.

Posteriormente, Alemania y Francia pidieron perdón por haber colaborado en la detención y deportación de Companys; incluso Alemania pagó una pensión a Carme Ballester, segunda esposa de Companys, durante el resto de su vida; pero la INjusticia española, todavía en la actualidad se niega a declarar nulo su juicio.

Entre los miles de represaliados, están también Josep Suñol i Garriga (1898 – 1936), presidente del F.C. Barcelona y diputado en las cortes republicanas, que fue ejecutado el 6 de agosto de 1936, en una emboscada en la Sierra de Guadarrama. Y, al día de hoy, sigue en paradero desconocido, como el poeta Federico García Lorca (1898 – 1936)

Es evidente, para muchos, que el estado español nunca hará un verdadero gesto de reconocimiento de sus crímenes, y menos, en personas con alto significado simbólico.

Así, reconocer a Espriu, junto a unas docenas más, es importante, pero, nunca tanto como sería anular todos los juicios de guerra sumarísimos.

Por eso, Pedro Sánchez, es fiel a su estilo, de hacer ver que hace, pero, en realidad, no hace nada relevante.

Otro ejemplo lo tenemos con la continuidad de la comisaría de la policía en Vía Layetana 43 de Barcelona, un local de siniestra memoria de represión, tortura y asesinatos, en la que destacaron los citados hermanos Creix.

Desde hace décadas, diferentes iniciativas han reivindicado la demolición del edificio o su reconversión en un centro de memoria (archivístico y documental), un museo del terror, para mostrar a la ciudadanía la historia sufrida.

‘Hace casi seis años, el portavoz de ERC, Joan Tardà, defendió en el congreso de los diputados, una propuesta que salió adelante con el respaldo de todos los partidos políticos, excepto el PP. En aquel momento, los socialistas introdujeron alguna modificación para solicitar que la jefatura superior de policía se trasladara a ‘una ubicación de análoga dotación y nivel’.

Pero, el 15 de febrero de este 2023, el congreso de diputados rechazó de nuevo esa iniciativa. Y la diputada de ERC, María Carvalho, les preguntó, retóricamente: ¿Qué ha ocurrido, señorías del PSOE, desde entonces? Se lo digo yo: ahora están ustedes en el gobierno y les toca hacer cosas. Antes con solo hacer declaraciones ya les valía y ahora deben actuar. Y digo más, les da pavor la policía, les tienen miedo, y ese mismo miedo les impide ser consecuentes con la palabra dada a la ciudadanía de derogar la ley mordaza. Háganse dignos de su historia de una vez, sean valientes, y sean dignos, consecuentes y acaben ya con el monumento a la ignominia que es la comisaría de Vía Laietana’.

El diputado del PSOE, Rafael José Vélez, respondió: ‘los únicos que tienen que temer y tener miedo a la policía son los delincuentes. Tomen buena nota. (…) El edificio en el que se encuentra la comisaría tuvo un carácter y un uso represivo, pero hay que señalar que, afortunadamente, esa época está superada por la sociedad. No se trata de esconder símbolos de la dictadura y la represión, sino de mostrar con orgullo que nuestra democracia y nuestra constitución han logrado que los servidores públicos trabajen para proteger’.

De ese modo, los archivos históricos de la brigada político-social, así como la documentación incoada en la jefatura en el período 1939 – 1977, siguen en el edificio, y no en los archivos de la Generalitat, para su estudio abierto.

(Miguel Ángel Rodríguez, El Periódico, 15 de febrero del 2023)

‘La diputada de ERC Adelina Escandell comentó: ‘cumplan la ley, porque la historia no se puede construir desde el olvido y el silencio de los vencidos; y el conocimiento de nuestro pasado reciente contribuye a asentar nuestra convivencia sobre bases más firmes’.

Y el ministro de la presidencia, Félix Bolaños con su mejor sonrisa farisaica, dijo que ‘la jefatura en cuestión, ya se ha ‘resignificado’, pues lo que fue un símbolo de la peor represión franquista, hoy es un lugar en el que hombres y mujeres que forman parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, trabajan para la seguridad de todos nosotros y de acuerdo con la constitución y los valores democráticos (…) yo sigo apostando por la Catalunya del futuro, de los grandes acuerdos, de la Catalunya útil (…)’.

(La Vanguardia, febrero 2023)

Miremos el tema que miremos, ya sea los mencionados, como los incumplimientos de los presupuestos, ya de por sí, históricamente perjudiciales para Catalunya, pero que, a su vez, la realización, la ejecución de los compromisos incluidos, son repetidamente incumplidos por todos los gobiernos, ya sean del PP como del PSOE, o, también, del PSOE/Podemos, es evidente que siempre, y siempre es siempre, Catalunya sale perjudicada, pues esos partidos forman parte de la estructura del estado, y éste se sigue considerando el vencedor del levantamiento ilegal contra la república, y, rememoran nuestra derrota en 1714, por las fuerzas borbónicas de Felipe V. Por lo que Catalunya, sigue siendo terreno conquistado.

Y vemos que esa mala leche del estado español, sigue igual de corrupta, pues, por ejemplo:

‘(…) Valtònyc, el rapero exiliado en Bruselas, se enteró ‘por casualidad, enterándose que el delito había prescrito. Y es que resulta que el juzgado ‘olvidó’ comunicar a las partes esta circunstancia desde el pasado mes de marzo; y sin una confirmación por escrito, era arriesgado hacer el paso que ahora ha hecho. Que crueldad. Una justicia así es, lastimosamente injusta e inhumana.

(…) Salvador Puig Antich fue ejecutado con el garrote vil, el 2 de marzo de 1974, el método singular español de aplicar la pena de muerte a los condenados, y que Francisco de Goya representó tan bien. Y el garrote utilizado para asesinar a Puig Antich estuvo expuesto hasta el 11 de noviembre del 2002, en una de las salas del museo que la fundación Camilo José Cela tiene en Padrón (Galicia). La España negra que tanto les duele, pero que reproducen en cada instante’.

(Agustí Colomines, 30 de octubre del 2023, https://www.elnacional.cat)

Por todo esto, me parece que querer pactar con Pedro Sánchez es tan arriesgado como para el ratón en la siguiente fábula de Esopo (s. VII a.C.):

‘El ratón y la ostra

Un ratón doméstico se encuentra con una ostra y trata de comérsela, pero la concha se cierra de golpe, llevando a ratón a la muerte y a la tumba’

(https://hmong.es)

Y claro, el estado español, por boca del PSOE, no se esconde, pues ahora nos repiten que ‘aceptar la amnistía es un sí a la constitución española’, y esa idea la repite el despreciable Salvador Illa a cada momento, y que ‘servirá para dejar atrás el miedo, el rencor y el resentimiento y avanzar con confianza e ilusión hacia la gobernanza de la España real, la plural y diversa (…) ya que los mismos valores que le sirvieron al PSC/PSOE para oponerse a la independencia el 2017 y defender las instituciones y el estado de derecho, le sirven ahora para defender la amnistía con generosidad, pero sin ingenuidad’.

(Larepublica.cat, 1 de noviembre del 2023)

La escritora chilena Isabel Allende Llona, dijo que ‘la vida es un ruido entre dos grandes silencios’, pues bien, volviendo al día de los santos y de los difuntos, no permitamos que el período de oscuridad que ahora empezaremos, según el mencionado Samhain, comporte caer dentro de la concha de la ostra que es el estado español, nuestra cárcel y nuestra tumba.

Todo depende de Carles Puigdemont y de Junts, y, aunque las campanas parece que tocan a pacto, espero y confío que esas campanas no toquen por nosotros, haciendo referencia a la novela ‘Por quién tocan las campanas’ (1940) de Ernest Miller Hemingway (1889 – 1961). En esa novela, el autor hace referencia a un poema de John Donne (1572 – 1631), el poeta metafísico inglés más importante, que dice: ‘La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti’.

Y muchos independentistas no queremos que, dentro de poco, nos demos cuenta de que esas campanas sonaban a muerto, a la muerte de nuestro movimiento y aspiraciones, anestesiados y encerrados en el estado español, por los siglos de los siglos.