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Hoy, 23 de abril, los catalanes, como muchos otros pueblos, celebramos el patrón, Sant Jordi; pero la diferencia es que en Catalunya es un día mágico, de ilusiones: libros y rosas. Y esto no lo estropearán por más sombras diabólicas que hagan el represor Illa y su gobierno de todos los suyos, para españolizar la fiesta, como hacen con todas las instituciones.
Este escrito quiero dedicarlo a las luces, y no a las sombras, pues las maniobras torticeras de Illa, como brazo ejecutor del reino, actuando de virrey descafeinado en la colonia a descafeinar, dando cuerda a personajes españoles (nacidos o llegados a Catalunya): entrevistas, entrega de medallas Creu de Sant Jordi, etc., cualquier detalle sirve para intentar diluir nuestra esencia.
A estos efectos, Illa (155) siempre tira de excusas facilonas: la campaña electoral del 2024, tomó el salvavidas de los 5 días de retiro ‘espiritual’ de su mentor y padrino, Pedro Sánchez; y ahora, lleva días ‘aprovechando’ el tema del fallecimiento del Papa Francisco (olvidando que el estado es aconfesional); cualquier tema le vale, para no hablar del tema central: nuestra identidad nacional catalana.
Pero como he dicho, hoy no quiero dedicar más espacio a esas miserias miserables. Prefiero centrarme en las luces: los libros y las rosas, que son los signos y símbolos más visibles de esta Diada luminosa. Las rosas con su carácter efímero, y los libros, de vida más larga.
Ahora bien, es verdad que hoy se comprarán y regalarán muchísimos libros; pero un libro, para dejar de ser un mero objeto físico, debe ser leído; y ya sabemos que la vertiginosa vida que nos arrastra, como una Dana o un tsunami, dificulta los precisos espacios de tranquilidad y reposo para poder leer.
Es famoso el aforismo: ‘Rosa es una rosa es una rosa es una rosa’ (A rose is a rose is a rose), de Gertrude Stein (1874 – 1946), incluido en su poema ‘Sacred Emily’ (Sagrada Emilia, juego de palabras con Sagrada Familia)
Con este aforismo, Stein defiende la identidad de la esencia. Y la rosa es un claro ejemplo paradigmático; mientras que el libro, si no es leído, podrá tener una larga vida objetual, pero no sentimental ni intelectual.
Pero no nos engañemos, la sociedad internacional está en plena vorágine de violencia cultural, para unificar y homogeneizar a las culturas minoritarias, especialmente, a las lenguas; y un buen ejemplo es la campaña para considerar como escritura / escritores catalanes, a obras y autores en castellano; y yo tengo claro que, por más generaciones que lleve una persona en Catalunya, si escribe una obra en castellano, no es literatura catalana. En todo caso lo será su traducción al catalán, pues la traducción es un arte. Si bien, obviamente, una obra escrita en castellano en Catalunya, tengo claro que forma parte de la cultura catalana (que es bilingüe), pero no forma parte del corpus de la literatura catalana.
Estamos en un mundo de contradicciones y mentiras, de apariencias engañosas; así, por ejemplo, vemos al narcisista Pedro Sánchez, declarando tres días de luto nacional, por el fallecimiento del Papa y, simultáneamente, sin inmutarse ni mostrar contradicción alguna, aprobar la ampliación de 10.471 millones para el ministerio de defensa, para llegar a los 33.000 millones, el 2% del PIB, exigido para este año por la OTAN. Y esa ampliación, sin pasar por el congreso de los diputados, al considerar que no se trata de una ampliación presupuestaria (pues no tiene aprobados los presupuestos), nos muestra las mentiras de Sánchez, que se presenta como el máximo mago trilero, ‘multiplicando los panes y los peces’, pues promete que no comportará ningún recorte social, ni un mayor endeudamiento. Si fuera cierto ese milagro, merecería el Nobel de economía y sus votantes deberían gritar: ‘santo súbito’.
Pero todos sabemos que los imposibles son eso, imposibles, y también sabemos que ‘cuando un mediocre obtiene un gramo de poder, cree que tiene una tonelada de autoridad’. Y mi desgraciada experiencia sanitaria, me demuestra que la falta de recursos, de todo tipo, tiene unas nefastas consecuencias; como lo tiene en otras áreas como la educación, etc.; pero, para eso, por lo visto, no es necesaria esa multiplicación de los panes y peces.
Ahora bien, aumentar el presupuesto militar, es un grave error. Hace unas semanas ya comenté que, si Pedro Sánchez quería ‘justificar’ ese aumento como el logro de una mayor defensa, no debería aprovecharse para aumentar las retribuciones de los militares. Pero, leyendo los 5 pilares que señaló ayer, el primer y principal punto, y el más cuantioso (35 % del presupuesto de defensa ampliado), será mejorar las condiciones retributivas y la formación de las fuerzas armadas. Así que el ‘ardor guerrero’ de esas fuerzas es pura filfa interesada.
Y claro, se resiente la cultura de la paz, actualmente inexistente a nivel planetario, pues vemos que el eje dominante es la violencia, no la defensa de los derechos humanos, la solidaridad, la tolerancia y el diálogo, que son los pilares fundamentales de la cultura de la paz.
Pedro Sánchez, con su verborrea diarréica, dice que ‘él no ha cambiado, que ha cambiado la realidad internacional’ (como el conductor borracho que conduce contra dirección). Y ya está, así se queda tan pancho, igualmente se quedó viendo la represión de los votantes catalanes, que él apoyó y respaldó; y con la censura y espionaje que ha seguido aplicando. Esa es su cultura de la violencia, claro. No nos dejemos engañar.
Los griegos clásicos entendían el término ‘eirene’ (paz en armonía), como un estado de tranquilidad y serenidad. Pero sabemos que el reino español, y sus brazos ejecutores judicial, ejecutivo, policial, etc., lo que quieren es la ‘paz de los cementerios’, la ‘pax romana’ (ejerciendo el poder unilateralmente, claro), y en eso, Sánchez e Illa son ‘artistas’ destacados.
En la actualidad, como bien dijo John Paul Lederach (especialista norteamericano en la paz internacional, n. 1955), ‘hemos adoptado la ‘paz negativa’, que se basa en ‘garantizar los intereses de los que se benefician de las estructuras, de los centros de poder, en detrimento de las periferias (…) entendiendo la paz como la ausencia de guerras y desórdenes internos’, una clara definición de la ‘paz negativa’, en contraposición de la verdadera paz, que, según Martin Luther King (1929 – 1968), ‘no se define por la ausencia de conflictos, si no, por la presencia de la justicia (paz positiva)’.
Pero, miremos donde miremos, todo (o casi todo) es farsa, mentira y engaño; es como si nos hicieran creer que vivimos en plena película del ‘Show de Truman’ (The Truman Show), dirigida por Peter Weir en 1998; pero, en esa película, finalmente, el protagonista tiene una válvula de escape para liberarse de su jaula dorada.
Y los independentistas catalanes también la tenemos, pues podemos romper el espejo mágico, en el que se miran los Trump, Putin, Netanyahu … y, también, Sánchez e Illa. Pues, como la reina malvada, la madrastra de Blancanieves (en el cuento de los hermanos Grimm), al mirarse y preguntar ‘quién es la mujer más hermosa’, el espejo le respondía que era ella; hasta que, un día, cambió, y le dijo que era su hijastra Blancanieves, y, así se desencadenó su ira. Y esos personajes se consideran émulos de Grimhilda (Grimhild, batalla enmascarada) que, en la mitología nórdica, representaba a una mujer hermosa, pero maligna.
La ventaja que tenemos los independentistas catalanes, es que no necesitamos magos legendarios, como el Alberich merovingio (entre los siglos V i VIII); incluso ni a Sant Jordi (275 – 303, militar romano convertido al cristianismo, y asesinado por no querer abjurar de su nueva fe). Sabemos y conocemos nuestra esencia, y así como Gertrude Stein apuntó: ‘Rosa es una rosa es una rosa es una rosa’ (A rose is a rose is a rose), nosotros tenemos claro que ‘Catalunya es una nación es una nación’; esta es la identidad que defendía Stein; por lo que debemos activarnos para romper los mágicos espejos que nos engañan.
Y, en primera instancia, disfrutemos de nuestra fiesta, como tradicionalmente hemos venido haciendo (y olvidemos a los tramposos que quieren manipularla); disfrutemos del paseo, de las paradas de libros y rosas, compremos y regalemos, pero, mañana … leamos, leamos y leamos, ya que:
- ‘Más libros, más libres’ (Enrique Tierno Galván, 1918 – 1986)
- ‘Leer sin pensar nos hace una mente desordenada. Pensar sin leer nos hace desequilibrados’ (Confucio, Kongzi o King Fuzi, 551 a. C. – 479 a. C.)
- ‘Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados’ (Annelies Marie (Ana) Frank, 1929 – 1945)
- ‘La lectura no debe ser obligatoria. El placer no es obligatorio, el placer es algo buscado’ (Jorge Luis Borges, 1899 – 1986)