Ciudad de México, marzo, 2024.- Algunas cosas pueden hacernos entrar en pánico total, como descubrir una “bolita” o abultamiento inesperado en cualquier lugar, especialmente ahí abajo, donde menos lo esperas. Un minuto estás pasando el día normalmente, haciendo un chequeo diario o hidratando tu piel, y al siguiente, estás frenéticamente buscando en Google “abultamientos genitales” o palabras clave más dramáticas como si tu vida dependiera de ello. Pero antes de que entres en una crisis de WebMD, respira hondo. La mayoría de los bultos son inofensivos y más comunes de lo que piensas. LELO comparte más información sobre cuándo tomar medidas
Primero lo primero: no entres en pánico
A estas alturas, probablemente ya has tenido experiencia con algún abultamiento en la piel, ya sea en la espalda, brazos, piernas, etc. Ahora bien, los abultamientos alrededor de la vulva pueden ser preocupantes y confusos, pero no debería sorprenderte que la piel en esa zona también pueda presentar elevaciones. Lo importante es saber qué es normal, qué podría necesitar un poco más de atención y cuándo deberías consultar a tu médico.
Así que el primer paso es respirar profundo: las elevaciones que causan picazón le pasan a cualquiera, y no, no significa automáticamente que tienes una ITS
Causas comunes de “bolitas” en los genitales (que no son gran cosa)
Aunque muchos tipos de abultamientos genitales son normales, algunos casos pueden requerir atención médica. Conoce algunas de las condiciones que pueden causarlas:
- Papilomas cutáneos (skin tags): Pequeñas protuberancias de piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluida la vulva. Son inofensivos, pero se pueden eliminar si te molestan.
- Foliculitis: Piensa en esto como un granito en un folículo piloso. La ropa ajustada, el sudor y el afeitado pueden causar estas inflamaciones, que suelen ser picosas o sensibles. Por lo general, desaparecen solas, pero un dermatólogo puede ayudar si persisten.
- Vellos encarnados: Si te afeitas o depilas, probablemente ya los conozcas. Aparecen cuando un vello crece hacia adentro de la piel, causando pequeñas elevaciones rojas o blancas. Una compresa tibia y una exfoliación suave pueden ayudar.
- Quistes vulvares: La vulva tiene pequeñas glándulas que a veces se obstruyen, formando pequeñas elevaciones llenas de líquido. Por lo general, son inofensivas y desaparecen solas, pero si se vuelven dolorosas, consulta a un médico.
- Manchas de Fordyce: Estas pequeñas elevaciones blancas o amarillentas son simplemente glándulas sebáceas haciendo su trabajo. ¡No necesitan tratamiento!
Cuándo prestar atención:
Aunque la mayoría de los abultamientos no son gran cosa, algunos merecen un vistazo más detallado:
- Herpes genital: Ampollas dolorosas que se convierten en llagas podrían ser un signo de herpes. Aunque no tiene cura, los medicamentos antivirales pueden ayudar a controlar los síntomas.
- Liquen escleroso: Una afección cutánea rara pero real que causa parches blancos, picazón y molestias. Si notas estos síntomas, consulta a tu médico.
- Quistes de Bartolino: Ocurren cuando las glándulas de Bartolino (que ayudan con la lubricación) se bloquean. Los pequeños suelen resolverse solos, pero si se agrandan o duelen, un médico puede necesitar drenarlos.
- Verrugas genitales: Causadas por el VPH, generalmente son pequeñas elevaciones del color de la piel que pueden agruparse. Si sospechas de verrugas, consulta a un médico: hay tratamientos disponibles.
- Cáncer vaginal (súper raro, pero vale la pena mencionarlo): Llagas persistentes, sangrado inusual o un bulto que no desaparece. ¡Consulta a un médico de inmediato!
NUNCA pero nunca, se revientan
No se recomienda reventar abultamientos vaginales por varias razones. Aunque sea tentador exprimir una bolita sospechosa, ¡resiste! La vulva es sensible, y reventarlas puede provocar infecciones, cicatrices y una gran irritación innecesaria. Si un abultamiento no desaparece o empeora, deja que un profesional de la salud lo trate.
Cómo mantener todo feliz y sin abultamientos
Estos consejos pueden ayudarte a evitarlos:
- Sé cuidadosa con el afeitado: Intenta recortar en lugar de afeitar, o usa una cuchilla limpia y afilada con un gel de afeitado suave.
- Elige telas transpirables: La ropa interior de algodón y la ropa holgada mantienen todo fresco y seco.
- Evita los jabones agresivos: Tu vulva no necesita productos perfumados. Usa agua tibia y un jabón suave, sin fragancia.
- Mantente protegida: Los métodos de barrera, como los condones, ayudan a prevenir ITS que pueden causar abultamientos.
- Escucha a tu cuerpo: Si algo se siente fuera de lo normal, siempre está bien consultar a un médico.
No hay necesidad de sentir vergüenza si notas estas bolitas. Es perfectamente normal, y cualquiera puede tenerlos. ¿Entrar en pánico? No es necesario. Ya sea un vello encarnado o algo que requiera atención médica, la clave es estar informada y actuar cuando sea necesario. Tu vulva merece amor y cuidado, así que trátala con amabilidad y, cuando tengas dudas, no dudes en preguntar a un profesional. Ahora, respira profundo y ¡aléjate del Dr. Google!
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