El represor Salvador Illa hizo su campaña electoral con el lema ‘un gobierno para todos’, y desde su toma de posesión, nos ha repetido el mantra de que: ‘mi objetivo principal es gobernar para todos’, pero, como dice el refrán que he tomado como título de este escrito, ese desiderátum es simple humo.
En su discurso de toma de posesión de la presidencia de la Generalitat, el pasado 10 agosto del 2024, y como recoge la web oficial ‘govern.cat’, dijo:
‘(…) mi eje principal será el de ‘unir y servir’, y su compromiso con ‘la diversidad y la pluralidad del pueblo de Catalunya’, (…) mi objetivo es ‘gobernar para todos’, que ‘todos se sientan representados’; y que toma el cargo con la humildad de quien quiere ser, a partir de hoy, el primer servidor público de Catalunya (…) de no perder la proximidad, el contacto, el trato de las personas’, (…) ‘unir, respetando la diversidad y la pluralidad, y servir, desplegando políticas públicas que cohesionen social y territorialmente nuestra querida Catalunya’.
Y acabó su discurso haciendo mención a Tucídides, en la oración fúnebre de Pericles, definiendo la democracia como ‘un sistema político basado en el hecho que, si bien no todos son capaces de gobernar, todos son capaces de juzgar el trabajo de los gobernantes (…)’.
Todos los adultos sabemos que los políticos se presentan con un programa por el que son votados, pero sabemos, también, que dicho programa esconde más que muestra, y que apenas es leído, incluso por los propios partícipes de la respectiva candidatura, que basan la campaña electoral en un par de frases hechas y eslóganes fáciles, prefabricados por los especialistas en marketing político de su partido y, especialmente, para la descalificación de sus adversarios.
Por eso, el mencionado discurso de Salvador Illa (155), a muchos nos pareció parte del circo, con pretensiones e ínfulas históricas, pero, claro, alejado de la realidad, ya que nadie puede pretender gobernar para todos, esa desiderata es propia de inconscientes y/o mentirosos.
Y hoy, que se cumplen 128 días de ese discurso, ya hemos visto y hemos podido comprobar, que el máximo interés del president, es el de ‘unir y servir’ a la corona española, manteniendo como objetivo esencial la sacrosanta unidad española y, para ello, no ha dudado en descatalanizar nuestras instituciones, españolizarlas, sin respetar nuestras simbologías, ni nuestra nación como tal, pues como máximo se refiere a ella como ‘nuestra querida Catalunya’, como otros unionistas catalano-españoles que la citan como ‘nuestro territorio’.
Es famosa la frase del dictador duce Benito Amilcare Andrea Mussolini (1883 – 1945) en el senado: ‘cuando se ventilan intereses de la patria, no venero ídolo alguno, ni siquiera el de la libertad’.
Y esa es nuestra constatación, pues Illa, al no respetar nuestros símbolos nacionales, introduciendo la bandera española en su despacho de la Generalitat, hablando en castellano a la menor oportunidad, reverenciando al rey tanto como puede y le dejan, etc., nos demuestra que no gobierna pensando en los dos millones de independentistas catalanes, que no quiere que expresemos nuestra libertad, votando en un referéndum legalmente organizado.
Todo esto es culpa de ERC, que le facilitó la investidura, y ahora nos toca rasgarnos las vestiduras e intentar remontar y revertir la situación.
Pero no podemos aceptar que Salvador Illa nos pretenda aleccionar, como está haciendo, repitiendo por tierra, mar y aire, campañas publicitarias con su mantra de ‘un gobierno de todos’.
Y a mi modo de ver, ya se le han subido tanto los humos, o tan grande es su complejo de inferioridad, que hoy, en el diario Ara (20/12), que tiene 48 páginas, 4 de ellas, enteras, están dedicadas a esa publicidad:
Página 9: cabecera ‘Generalitat de Catalunya, el Gobierno de todos’, y el tema es que ‘el gobierno suma 225 nuevos orientadores para reforzar el servicio de ocupación de Catalunya, una gran fotografía, y un texto del departamento de empresa y trabajo de la Generalitat.
Página 16: el titular de ‘el Gobierno de todos’ y toda la plana con caricaturas de personas; y, en la plana de la derecha:
Página 17; en grandes letras, el siguiente texto, en formato de poesía:
‘¿De qué hablamos cuando hablamos de todos?
Hablamos de hacer realidad un futuro mejor. De crear
oportunidades, sin olvidarnos de nadie.
Hablamos de hacer más viviendas, más escuelas,
y barrios más seguros. Hablamos de innovar
conservando nuestra manera de hacer. Hablamos
de liderar, de transformar y progresar.
Hablamos de empatía. De cuidarnos y
respetarnos. Grandes y pequeños. De aquí y de allá.
Hablamos de tener cuidado de la naturaleza, del
paisaje. Hablamos de convivencia. Hablamos de
compartir vida, ciudad, pueblo, barrio, calle.
Y de respetarnos siempre.
Porqué cuando hablamos de todos, hablamos de ti,
hablamos de una Catalunya de todas y de todos.
Hablamos de un gobierno de Todos.
Generalitat de Catalunya’.
Y en la página 21, la cabecera ‘Generalitat de Catalunya, el Gobierno de todos’, y el tema es que ‘La resistencia del pueblo gitano al exterminio silenciado’, con una gran foto y un texto explicando que ‘la Generalitat de Catalunya promueve la recuperación de la memoria histórica del pueblo gitano para construir una sociedad mejor’.
Es decir que de 48 páginas del diario, 4 páginas completas, el 8,33%, sean propaganda directa, me parece excesivo. Y no sé si han hecho lo mismo en todos los diarios tradicionales con sede en Catalunya, mientras que los medios telemáticos (el nacional, Vilaweb y el Món, que son los que consulto, no incluyen esa propaganda), o si lo han hecho exclusivamente en el Ara, por ser de carácter pro ERC, y, por ejemplo, no precisar esa inversión en La Vanguardia al considerar que no les compensa, ya que su público ya está convenientemente domesticado; lo que denotaría más perversión y sadismo.
Y a mi modo de ver, esa alta concentración es excesiva, y me pregunto ¿con qué derecho me abordan así y me privan de otro tipo de informaciones y contenidos?, y desconozco si la dirección del Ara, al que estoy suscrito, ha tenido opción para negarse, o si la ha acepta gustosamente; y tampoco sé si la Generalitat paga esa propaganda, o la retribución es en ‘especies’ diferidas, a la espera de las futuras subvenciones. En todo caso, me plantearé mi subscripción.
La Generalitat ya tiene los medios de comunicación públicos, incluidos los audiovisuales. Y en ellos ya nos repiten sus mantras, sus propagandas. Pero, invadir los medios privados, y con la profusión de hoy, ya es excesivo, máxime, cuando no hay nada esencial que difundir.
Y es sabido que toda propaganda tiene por objeto atraer adeptos, compradores, ya que toda difusión y divulgación a bombo y platillo, es una publicidad intencionada.
Clásicamente se consideraba que la propaganda comunicaba verdades, certezas y valores con el objetivo de que se conviertan en sentido común, mientras que la publicidad informa sobre un producto que soluciona un problema cotidiano.
Y me parece bien que la Generalitat se preocupe de la historia silenciada del pueblo gitano, pero no me parece correcto, que nos silencie a los independentistas catalanes.
Por eso, encuentro fuera de lugar la repetición del ‘todos’, que utilizaba Pedro Sánchez durante la pandemia, remarcando que ‘todos juntos nos saldríamos’, así, nos pretendía inocular su pretendida vacuna españolista.
Y volviendo al texto mencionado, ¿qué entiende Salvador Illa con ‘hacer realidad un futuro mejor’?, cuando los independentistas soñamos, si, nuestro desiderátum es la república catalana. Y encima, Illa dice que no ‘quiere olvidarse de nadie’, ¿seguro?, pues en ningún momento de esos 128 días se ha acordado ni hecho la menor referencia de los independentistas.
Y dice más abajo: ‘hablamos de empatía’, y eso ya me parece el colmo, el summum de la hipocresía, de la desfachatez, de un personaje que si ha tenido empatía ha sido con la derecha y ultraderecha contra los independentistas, como recordamos de su participación en manifestaciones y declaraciones durante el llamado ‘procés’. Y está claro que, por las compañías, se nos conoce.
Y acaba diciendo que ‘cuando hablamos de todos, hablamos de ti’, pues bien, no está hablando de mí, pues no representa mi pensamiento ni defiende mis objetivos.
Para el presente escrito he indicado el título ‘dime de qué presumes y te diré de qué careces’, pues ese refrán refleja que, al presumir en exceso de algo (logros o cualidades), en realidad se intenta compensar una falta, una merma.
Ya que, siguiendo con los refranes: ‘el rico nunca te dirá que es rico, el humilde nunca te dirá que es humilde, el honesto nunca te dirá que es honesto, pero el mentiroso siempre te dirá que es todo lo anterior’.
Y el presumir de lo que se carece, además de intentar convencer a otros, de lo que no se es, lo que busca es autoconvencerse, autoreafirmarse a sí mismos. Y eso, en psicología dinámica, se considera un mecanismo de defensa denominado ‘formación reactiva’, que, como todo mecanismo de defensa, por definición, es inconsciente, y puede llegar a explicar la incapacidad de reconocer sus propios sentimientos, debido a una autocensura.
Y así, esa actitud puede acabar siendo el patrón de conducta que se instala en la estructura de la personalidad, pues presumir de gobernar para todos, bien podría ser un argumento para tapar una conciencia moral extremadamente rígida.
Según el diccionario de Psicoanálisis, de Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis, (editorial Labor, Barcelona, 1987), la formación reactiva es una ‘actitud o hábito psicológico, una contracatexis de un elemento consciente, de fuerza igual y dirección opuesta a la catexis inconsciente’.
Y me parece que el pedir la unidad, su ‘todos’ consciente, está en dirección opuesta a su pensamiento profundo, e incrustado en su ADN.
Así mismo, las formaciones reactivas pueden conformar personalidades obsesivas, y, también al revés; pues para hacer creer lo que no se es, exige un esfuerzo, que es el que vemos que hace el represor Salvador Illa con esa propaganda directa, y su sibilino y subliminal mensaje sobre la unidad española.
Un ejemplo de desiderata es ‘camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que puede haber en el silencio’, y eso es lo que pretenden, que no molestemos, que asumamos la paz de su pretendido cementerio unionista.
Y volviendo al president Illa en su investidura, en especial a la cita de Pericles, que mencionó, efectivamente, no todos somos capaces de gobernar, y entre los incapaces está Illa; y no estoy de acuerdo con que todos seamos capaces de juzgar el trabajo de los gobernantes, pues generalmente nos falta información y nos sobra propaganda; pero, por lo que vemos, sí que podemos juzgar y sentenciar la discriminación negativa que nos está haciendo el represor Illa.
En definitiva, que, si hoy fuera el día 28 de diciembre, el día de los santos Inocentes, según la creencia católica, aceptaría la broma del bombardeo mediático con el que nos están atacando. Pero no es así. Y por eso, debemos estar bien alerta, para no dejarnos engañar más de lo que ya estamos.
Y, como siempre, todo depende de nosotros, sólo de nosotros.