Palacio Legislativo, 25-05-2022 (Notilegis).- El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) aseveró que de acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), 90 por ciento de los países ha sufrido interrupciones de sus servicios de salud esenciales desde el inicio de la pandemia, lo que, en México ha incrementado la mortalidad, y afectado la detección oportuna y el tratamiento de enfermedades.
A través de un comunicado, el secretario de la Comisión de Salud dijo que los países han respondido a la crisis sanitaria y económica con asignaciones presupuestarias excepcionales que permiten reducir los impactos directos en los pacientes afectados y proteger la resistencia de los sistemas de salud.
“Sin embargo, en nuestro país no hubo dichos apoyos, por el contrario, hay un rezago muy grande en la atención a enfermedades, lo que ocasionó muertes prevenibles e incremento de enfermedades”.
Indicó que las enfermedades no transmisibles (ENT) siguen representando una de las cargas más pesadas en el ámbito de la salud. La OPS estima que una de cada cuatro personas tiene, entre otras, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas.
Por ello, es importante que esta población cuente con acceso a servicios esenciales para que no se interrumpa el tratamiento de su enfermedad.
Sin embargo, gran parte del personal de salud designado para trabajar en los servicios contra las enfermedades no transmisibles fue reasignado al trabajo de atención al Covid-19, lo cual redujo el número de personal disponible para atender estos padecimientos, implicando una reducción en los servicios relacionados con enfermedades diferentes a ésta.
De acuerdo con CIEP, en 2020, las consultas para siete tipos de enfermedades y embarazo cayeron 48.6 por ciento y 35.3 por ciento, respectivamente, en comparación con 2019, y las consultas de primera vez cayeron 45.1 por ciento al pasar de 34.5 millones en 2019 a 18.9 millones en 2020.
Sobre las enfermedades crónicas, de acuerdo con el análisis del CIEP, se dejaron de otorgar 5 millones 113 mil 176 consultas a diabéticos, hipertensos, personas con cáncer y otros padecimientos crónicos que sí se habían dado en 2019.
Es decir, mientras un año antes de la emergencia sanitaria, 12 millones 655 mil 815 de enfermos crónicos fueron atendidos por el sistema de salud público, ahora la cifra fue sólo de 7 millones 542 mil 639, lo que representa una caída de 40.4 por ciento.
Lamentablemente, en la actualidad, la interrupción en los servicios de salud continúa en los primeros meses del año y no se ve una solución al problema.
Lo anterior, se ha traducido en una repercusión en el gasto de bolsillo de los mexicanos, es decir, el dinero que las familias invierten de su patrimonio para proteger su salud; en ese sentido, el gasto de bolsillo promedio por persona se incrementó en 40 por ciento, al pasar de 2,358 pesos en 2018 a 3,299 pesos en 2020.
Sin embargo, más graves es que, para los más pobres, el gasto de bolsillo aumentó 68.3 por ciento. La promesa presidencial de “primero los pobres”, es una mentira.
Está claro que la pandemia ha producido un rezago mortal en la atención de enfermedades no relacionadas con el Covid-19, lo que se traduce en muertes evitables y en la ruina económica de las familias mexicanas.
Si bien hay esfuerzos para recuperar la atención médica perdida, como la Estrategia Nacional de Recuperación de Servicios Ordinarios, es necesario que estos programas se amplíen y se desarrollen en todas las instituciones que componen el Sector Salud.
Por ello, las y los diputados del PAN solicitaron a las instituciones de salud la creación de un programa que tenga por objetivo agilizar el rezago en la atención de los padecimientos crónicos, como la diabetes, enfermedades renales, cáncer y cardiopatías.
Además de garantizar la disponibilidad de los medicamentos necesarios para la atención integral de todos los pacientes que dejaron de recibirlos, finalizó Ramírez Barba.