Los diputados mexicanos desataron choques de incertidumbre y conflicto al aprobar la polémica reforma eléctrica del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para privilegiar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en perjuicio de empresas privadas, sobre todo de renovables.
Con 304 votos a favor, 179 en contra y cuatro abstenciones, la Cámara de Diputados envió al Senado la iniciativa preferente del presidente para reformar la Ley de la Industria Eléctrica pese a las advertencias de empresas, abogados y los legisladores de oposición.