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Dirigencia del PRD pide al gobierno no recortar recursos a programas en favor de la mujer

·         La crisis económica y la emergencia derivada de la aparición del COVID-19 pueden provocar que el gobierno tenga la tentación de dejar sin dinero las acciones en favor de mujeres víctimas de violencia

·         Desde el inicio de este gobierno hemos visto un desdén permanente a los temas relacionados con la protección y derechos de mujeres, por lo que ahora nuevamente están en riesgo

La Secretaría de Hacienda debe transparentar los montos y rubros que serán ajustados en el presupuesto de 2020 a fin de afrontar la crisis derivada de la aparición del coronavirus y la baja en el precio del barril del petróleo, sin que se afecten los programas de atención a mujeres víctimas de violencia a nivel federal, exigió la dirigente nacional del PRD, Karen Quiroga Anguiano.

“Tenemos claro que el precio del petróleo no depende de la economía nacional, pero nos preocupa que el presupuesto se hizo sobre la base de que el barril de petróleo sería de 47 dólares, sin embargo, en los últimos días vimos que tuvo una reducción superior al 38 por ciento, al ubicarse en 18 dólares por barril, lo que necesariamente afectará los ingresos estimados del gobierno”, expresó.

Aunado a ello, agregó, hemos visto la depreciación del peso frente al dólar lo que afectará las finanzas a nivel nacional y obligará al gobierno a hacer ajustes presupuestales que deben explicarnos en qué sentido se realizarán. Hoy más que nunca necesitamos que nos digan qué rubros se van a recortar, en qué monto y las áreas dónde se harán las reasignaciones.

Como perredistas nos preocupa que frente a la pandemia el gobierno quiera mantener sus obras faraónicas, por lo que le pedimos suspenda la inversión al Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía, pero que no se le ocurra tocar el dinero que corresponde a víctimas del feminicidio y violencia en contra de la mujer.

Recordó que en diciembre de 2019 denunció que el presupuesto elaborado por la Secretaría de Hacienda, aprobado por el Congreso de la Unión, se hizo sin perspectiva de género, dejando de lado los instrumentos reales para avanzar en igualdad y pleno goce de los derechos de las mujeres.

Lo dije hace unos meses y lo reitero hoy, el presupuesto que se aprobó en diciembre pasado redujo el dinero para implementar las políticas de género, vitales para avanzar en la igualdad sustantiva, el ejercicio pleno de los derechos humanos y la reducción de las formas de violencia que se ejercen en contra de las mujeres.

Iniciamos mal 2020 debido a que los programas que concentran acciones en favor de la mujer tuvieron un recorte considerable, especialmente lo que se refiere al Anexo 13 “Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, explicó, donde hubo una reducción de 36 mil millones de pesos que se destinaron a la entrega de los programas Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y Microcréditos para el Bienestar, donde el criterio para la entrega de recursos es ser joven o campesino, no mujer.

En el caso de la Comisión Nacional contra la Violencia hacia las Mujeres (CONAVIM) se requerían 150 millones de pesos adicionales para implementar las Alertas de Género en el país y operar los Centros de Justicia para Mujeres, monto que no se aprobó.

Situación similar a la que enfrenta la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente, a la que dejaron 20 millones de pesos, con lo que evidentemente no se podrá implementar ninguna estrategia para disminuir ese problema que se ha convertido en un indicador de marginación

Además de estos programas, nos preocupa que el dinero para los programas que atienden a las mujeres víctimas de violencia no se hayan ejercido y hoy se caiga en la tentación de querer cortar dinero con el argumento de que no son programas prioritarios. “Ahí debemos tener cuidado porque la violencia se puede incrementar en los próximos días y no tendremos forma de responder si se hacen recortes”, agregó.

Quiroga Anguiano confió en que la atención de mujeres sea prioridad y no impere el machismo y misoginia pues de lo contrario los programas que las atienden quedarán sin dinero y su vida se pondrá en peligro.