● Según la Organización Mundial de la Salud, en 2020 más de mil millones de personas vivían en todo el mundo con algún tipo de discapacidad, aproximadamente el 15% de la población mundial.
● De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de personas con discapacidad va en aumento debido al envejecimiento de la población y al incremento de enfermedades crónicas.
México, Julio de 2024 – El mundo vive un cambio demográfico basado en sus grupos etarios: cada vez hay más personas adultas mayores que jóvenes. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y su estudio Panorama del envejecimiento y tendencias demográficas en América Latina y el Caribe, la región ha experimentado un proceso de envejecimiento más rápido con respecto a otras regiones del mundo. En 2022 se registraron 88.6 millones de personas de 60 años y más, que representan el 13.4% de la población regional y se prevé que este crecimiento continúe: para 2030 se espera que este grupo poblacional aumente a 114.9 millones y para 2060 que sea de 220 millones.
Sólo en México, en 2020, se contabilizaron 6,179,890 personas con algún tipo de discapacidad (ver, escuchar, caminar, recordar o concentrarse), lo que representa 4.9% de la población total del país. Esto pinta un panorama que exige cambios en la construcción de la sociedad y gobiernos que adapten las políticas sociales para satisfacer las necesidades de una creciente población que padecerá algún tipo de discapacidad debido a su edad, pero también es un desafío para los diseñadores.
Diseño Inclusivo, una visión hacia el futuro
De acuerdo con expertos de ESDESIGN, la Escuela Superior de Diseño de Barcelona, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, el diseño inclusivo se refiere a una práctica de crear productos, servicios, entornos y sistemas que sean accesibles y utilizables por la mayor cantidad posible de personas, “con independencia de sus habilidades, características o circunstancias individuales”, esto con el objetivo de eliminar barreras y facilitar la participación equitativa de todas las personas, incluidas aquellas que padecen alguna discapacidad física, cognitiva, sensorial “o cualquier otra condición que pueda afectar su capacidad para interactuar con un producto o servicio”.
Es por ello que el diseño inclusivo considera diferentes necesidades y experiencias humanas desde el principio del proceso de diseño, es decir, no se aborda la accesibilidad como una característica adicional o una solución después de que el producto o servicio se haya desarrollado; sino que, al momento de desarrollar un producto innovador se debe tener un conocimiento profundo de las características y las necesidades de los usuarios.
¿Por qué apostar por el diseño inclusivo?
Con estos cambios generacionales y tecnológicos, se hace necesario que tanto diseñadores como empresas adopten un enfoque inclusivo que genere un impacto positivo como fomentar la equidad, eliminar barreras, promover la igualdad de oportunidades y evitar la exclusión.
ESDESIGN destaca dos aspectos importantes del diseño inclusivo. El primero es que puede mejorar la calidad y la usabilidad de productos en general, por ejemplo, un diseño de producto que incluye controles de voz para usuarios con discapacidades visuales también puede ser usado por alguien que tenga las manos ocupadas. “Así, una sociedad inclusiva equivale a beneficios para todas las personas, tengan o no una discapacidad” exponen los expertos.
El segundo es que la inclusión en el diseño de productos puede llevar a una mayor innovación y diferenciación en el mercado. “Dado que se tienen en cuenta distintas perspectivas y experiencias, las empresas pueden identificar oportunidades de diseño únicas que hasta ahora no habían pensado y encontrar un nuevo nicho en el mercado” afirma ESDESIGN.
Es importante destacar que tanto el diseño accesible como el inclusivo comparte el objetivo de garantizar que los productos y servicios sean utilizables por una amplia gama de personas; sin embargo, existen diferencias: mientras que el diseño accesible se centra principalmente en la eliminación de barreras que impiden a las personas con discapacidades acceder y utilizar un producto, el diseño inclusivo va más allá, con una variedad más amplia de perspectivas y experiencias humanas desde el inicio del diseño que no se limita únicamente a abordar las necesidades de personas con discapacidad, sino que también busca satisfacer las necesidades de otros grupos como personas de diferentes edades, géneros, culturas y habilidades.
Ejemplos podemos encontrar muchos, como el texto legible y en braille, envases accesibles para personas con diferentes habilidades motoras, aplicaciones tecnológicas de asistencia que pueden usarse desde dispositivos electrónicos (como reconocimiento de voz para quienes padecen discapacidad motora, lo que les permitirá controlar sus dispositivos mediante comandos de voz), productos con texturas y contrastes altos (celulares o controles remotos con botones con relieve), entre muchos otros.
El futuro nos indica que la población adulta mayor seguirá en crecimiento, este, junto a las personas discapacitadas, son dos sectores que los diseñadores deben ver como grupos principales para crear productos. Ahí encontraremos un nicho poco explorado con un gran potencial, pero, especialmente, ayudará a romper barreras y a crear productos y servicios más amigables con todas las personas, sin importar la edad o tus capacidades.