El gobierno de Estados Unidos ha abierto un centro de vacunación masiva contra el COVID-19 para los afganos que llegan al aeropuerto internacional de Dulles, al que actualmente arriban todos los días algunas de las miles de personas que huyen del Talibán.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó el viernes que el centro -establecido por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias o FEMA- ha comenzado a administrar las vacunas a los evacuados afganos. Se espera que en los próximos días se abra un segundo sitio de vacunación masiva para los evacuados que llegarán al Aeropuerto Internacional de Filadelfia, según un alto funcionario del gobierno que no estaba autorizado a hacer comentarios y habló bajo condición de anonimato.
La Casa Blanca anunció esta semana que estaba trabajando para proporcionar vacunas a los evacuados a su llegada a Estados Unidos.
Los funcionarios del gobierno tenían la intención de asegurarse de que los evacuados fueran vacunados lo antes posible después de llegar al país y decidieron que la forma más eficiente de hacerlo era establecer un centro de vacunación en el Dulles Expo Center, donde muchos de los evacuados son alojados temporalmente antes de ser trasladados a bases militares en Nueva Jersey, Virginia, Wisconsin y Texas.
Las inyecciones —de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson— están siendo administradas por el equipo del Sistema Médico Nacional de Desastres, y los traductores del Departamento de Estado están en el sitio para responder a las preguntas sobre las inyecciones.
El Pentágono dijo que el único punto de tránsito hasta el viernes ha sido Dulles. Se espera que los vuelos civiles con refugiados comiencen a llegar a Filadelfia también el viernes. Los funcionarios de la Casa Blanca señalaron que los refugiados están obligados a vacunarse como condición para su entrada.
Los evacuados también son sometidos a pruebas de detección del virus a su llegada y son puestos en cuarentena si dan positivo. No se dispone de datos sobre cuántos de los evacuados, muchos de los cuales fueron sometidos a pruebas antes de salir de Kabul, han dado positivo en las pruebas diagnósticas desde que llegaron a Estados Unidos.
Un pequeño porcentaje de los 40 millones de afganos ha sido vacunado contra el virus. Hasta el 20 de agosto se habían administrado alrededor de 1,2 millones de dosis en Afganistán, según la Organización Mundial de la Salud.
