WASHINGTON (AP) — Estados Unidos comprará 500 millones de vacunas de Pfizer contra el COVID-19 a fin de compartirlas a través de la alianza global COVAX para que sean donadas a 92 países en desarrollo y a la Unión Africana durante el próximo año, de acuerdo con una persona al tanto del asunto.
El presidente Joe Biden hará el anuncio oficial el jueves en un discurso antes del inicio de la cumbre del Grupo de los Siete en Gran Bretaña. Este año se compartirán 200 millones de dosis, suficientes para proteger completamente a 100 millones de personas —la vacuna requiere dos dosis—, y el resto se donará en el primer semetre de 2022, comentó la persona.
El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, dijo a los periodistas el miércoles que Biden está comprometido a compartir vacunas porque es en beneficio de la salud pública y los intereses estratégicos de Estados Unidos. En su primer viaje al extranjero, Biden pretende mostrar “que las democracias son los países que mejor pueden aportar soluciones a la gente de todo el mundo”, comentó Sullivan.
“Como dijo (en su discurso) ante la sesión conjunta (del Congreso), fuimos el ‘arsenal de la democracia’ en la Segunda Guerra Mundial”, señaló Sullivan. “Vamos a ser el ‘arsenal de vacunas’ en este siguiente periodo para ayudar a poner fin a la pandemia”.
Las noticias sobre el plan para compartir vacunas de Pfizer fueron confirmadas a The Associated Press por una persona al tanto del asunto, quien pidió hablar bajo condición de anonimato previo al anuncio oficial del presidente. El periódico The Washington Post fue el primero en reportarlo.
Estados Unidos enfrenta una creciente presión para que explique cuál será su plan global de intercambio de vacunas. La desigualdad en la reserva de inoculaciones contra el coronavirus en todo el mundo se ha agudizado, y la demanda en Estados Unidos, donde un 64% de los adultos han recibido al menos una dosis, se ha reducido drásticamente.
La semana pasada, la Casa Blanca dio a conocer sus planes para donar 25 millones de vacunas a otros países, principalmente a través del programa COVAX respaldado por Naciones Unidas, prometiendo dosis para Centro y Sudamérica, Asia y África, y otras naciones en un momento de escasez evidente en el extranjero.
Hasta ahora, la Casa Blanca ha anunciado planes para compartir 80 millones de vacunas a nivel mundial para fines de junio, la mayoría a través de COVAX. Los funcionarios dicen que una tercera parte del excedente de la nación se mantendrá en reserva para cualquier emergencia y para que Estados Unidos lo comparta directamente con aliados y socios.
La Casa Blanca también ha enviado dosis a aliados, incluyendo Corea del Sur, Taiwán y Ucrania.
Los grupos internacionales de salud pública habían intentado aprovechar la cumbre del G-7 en Cornwall, Inglaterra, para presionar a las democracias de las naciones más ricas a que hagan más para compartir vacunas con el resto del mundo, y los planes de Biden suscitaron elogios inmediatos en ese sentido.
“La decisión del gobierno de Biden de adquirir y donar dosis adicionales de vacunas contra el COVID-19 es la clase de liderazgo audaz que se requiere para poner fin a esta pandemia global”, dijo Tom Hart, director interino de The ONE Campaign, un grupo sin fines de lucro que combate la pobreza. “Esta acción envía un mensaje increíblemente poderoso sobre el compromiso de Estados Unidos para ayudar al mundo a combatir esta pandemia y el inmenso poder del liderazgo estadounidense a nivel global”.
A nivel internacional se han registrado más de 3,7 millones de muertes a causa del COVID-19, y más de 174 millones de personas han contraído la enfermedad.