Estados Unidos impuso este miércoles sanciones a dos destacadas fundaciones iraníes, al alegar que permiten al líder supremo de Irán, Alí Jameneí, controlar de forma «corrupta» amplios sectores de la economía del país, incluidos activos arrebatados a disidentes y minorías religiosas.
La medida, anunciada en un comunicado por el Departamento del Tesoro, es un nuevo intento de reforzar la presión a Teherán una semana antes de que el presidente saliente, Donald Trump, abandone el poder.