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La clara evidencia de ayer, sobre el no reconocimiento del catalán en las instituciones europeas, es una muestra más del poder de los estados y, claro, del reino español, que nos demuestran, repetidamente, la ausencia de la democracia, del reconocimiento de los otros; y así, se perpetúa el statu quo conseguido por la fuerza bruta de las armas. Y sobre esto va el presente escrito.
Y esa estrategia es tan vieja como la humanidad, es el conocido ‘efecto Mateo’, como lo bautizó Percy Bysshe Shelley (1792 – 1822): ‘el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre’; denominación del efecto popularizada por Robert King Merton (1910 – 2003).
Esa estrategia se basa, asimismo, en una interpretación sesgada e interesada de la siguiente parábola, de los evangelios de Mateo y Lucas (19, 11 – 27):
‘Parábola de los talentos:
Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro, uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo, el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes’
(Mt. 25:14-30)
Los análisis e interpretaciones posteriores interpretan los talentos, no como la moneda judía, si no, como metáfora de la responsabilidad respecto de las virtudes y cualidades recibidas; y penaliza al que ha desaprovechado su responsabilidad y existencia. Pero hay otras interpretaciones negativas, por centrarse en aspectos materiales y sobre una conducta determinista y precapitalista.
Particularmente, nunca me ha gustado esa parábola, ya que no la considero pedagógica, y da opciones a diferentes interpretaciones más que discutibles.
Y entre esos equivocados intérpretes, generalizando, encontramos a los estados y a los principales beneficiados del capitalismo salvaje. Y, en esa línea, metafóricamente, los estados europeos que han impedido el reconocimiento del catalán, así como todos los que respaldaron al reino español, quitando todo derecho a nuestro referéndum de independencia del 1 de octubre del 2017, pues me parece evidente que actúan interpretando la citada parábola, de acuerdo con el mencionado efecto Mateo como lo bautizó Percy Bysshe Shelley: ‘el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre’, y así, el poderoso se hace más poderoso, y mantiene su poder. Y, generalizando esa interpretación metafórica, vemos que los estados se defienden, en detrimento de las regiones o países sin estado; prescindiendo, en todo momento de la democracia, la justicia, la equidad, y demás ‘virtudes’.
Esta interpretación errónea es la base y fundamento histórico del capitalismo, como podríamos apuntar, si bien, mejor dicho, es la consecuencia del egoísmo, de la avaricia.
Y ese mismo sentido abusador lo practica, con carácter general, el gobierno español, para perjudicar al pueblo catalán. Así, Pedro Sánchez, con su política de embaucador, abusa aprovechándose de nuestra ‘confianza’, y, en realidad, nos maltrata y perjudica siempre que puede; y, en definitiva, se burla del pueblo catalán.
Tenemos muchos ejemplos, al margen de la lengua catalana, que ya he tratado, por lo que me centro en la desconsideración que representan dos actuaciones recientes:
La reinterpretación del Born Centre de Cultura i Memòria, reconvertido en un complemento del Museu d’Història de Barcelona.
El mencionado centro del Born, ubicado en el antiguo Mercado del Born, se concibió como un equipamiento cultural que muestra la Barcelona del 1700 y de los hechos del 1714, en el contexto de la Guerra de Sucesión del primer Borbón; pero, en este 2025, con el gobierno socialista del represor Illa, ha pasado a incorporarse al museo de historia de Barcelona, con el objetivo, oculto, de descafeinar su sentido reivindicativo de nuestra nación.
Una clara expresión en ese sentido, la manifestó Carles García Hermosilla, director de ese museo, en una entrevista publicada por El Nacional, el pasado día 4; y que Julià de Jòdar explica en su artículo titulado ¿A quién pertenece el Born?, en el que explica que:
‘El señor García Hermosilla equiparó el Born al Palau Major y a les Cases Barates del Bon Pastor, en tanto que ‘lugares de memoria’. En cuanto hace referencia al Palau Major, ‘el flamante director del museo descuidó, expresamente, y no por casualidad, el nombre oficial del Palau Reial Major, ‘gran centro del poder histórico de los condes catalanes de la Corona de Aragón’, según sus propias palabras. ‘Si el señor García Hermosilla quiere considerar que el rey Jaume y Pere el Ceremoniós era ‘condes’ de la ‘Corona de Aragón’, tiene todo el derecho, como ciudadano de la calle, pero como director de un museo sería aconsejable más rigor, porque esta separación es intencionada -es ideológica- para no referirse en ningún momento a Catalunya: aquellos monarcas no eran ‘condes catalanes de la Corona de Aragón’ (‘Corona de Aragón’ es un instrumento de los historiadores revelador de las tensiones nacionales de la edad moderna) si no que disponían del poder, en calidad de reyes, en todos sus dominios -que comprendían, entre otros, Aragón.
Peor nos lo pone el señor García Hermosilla -y aquí es donde nos enseña todo el latón ideológico- cuando compara el Born con las Cases Barates del Bon Pastor, ya que, dice, si el primero tiene una ‘dimensión simbólica importante que es propia del patrimonio’, hablar del segundo ‘también es un acto simbólico del reconocimiento’. Todo ello ‘con discursos y proyectos’ desde el ‘aprecio del patrimonio y por el espacio’, desde el ‘rigor histórico’.
(…) La comparación entre el Born y las Cases Barates del Bon Pastor banaliza el relato de la opresión nacional de Catalunya (y se decanta, por pasiva, por el relato dominante español) y hace de la miseria de la pobre gente un episodio en clave municipal (y, por lo tanto, asume que no es resoluble en clave nacional catalana). Pero el Born representa la memoria material de una resistencia nacional popular contra el invasor que arrebató los derechos a la nación catalana, mientras que las Cases Barates del Bon pastor representan, por su parte, las penas y trabajos de la gente llegada de fuera para ser explotada mediante la combinación de los poderes económicos barceloneses (damas de la caridad propietarias de terrenos insalubres y el ayuntamiento de la ciudad, medios de comunicación comprados con aristócratas y militares del brazo, como en el caso de las Cases Barates de la Marina de Sants (…) que, siguiendo el rastro del 1714, sostuvieron el dominio español sobre Catalunya con un estado de guerra permanente.
(…) En el caso del Born, nadie se puede atribuir la propiedad histórica, porque, igual que el Fossar de les Moreres, no es un espacio sacralizado por el poder -por ningún poder- sino recuerdo y memoria de los que perdieron – la nación entera.
Y mientras esta nación no sea aniquilada, el Born continuará vivo, no pertenecerá exclusivamente a Barcelona. Y no será patrimonio de ningún museo’.
(Julià de Jòdar, elnacional.cat, 25 de mayo del 2025)
El segundo ejemplo, es el siguiente:
‘El presidente de RTVE insiste que el nuevo canal en catalán no se verá por TDT, ni en el País Valencià ni en les Illes
Dice que el canal solo se podrá ver fuera del Principat en la plataforma RTVE Play.
El canal en catalán de RTVE empezará también en castellano, y todavía no tiene nombre ni programación.
El presidente de RTVE, José Pablo López, ha descartado que el nuevo canal generalista en catalán del ente público se pueda ver en el País Valencià y a les Illes, por medio de la televisión digital terrestre.
(…) Cat2 empezará con un presupuesto de 8 millones de euros para la primera temporada, con una previsión de crecimiento de 3 millones más para el año siguiente’
(Europa Press, 26 de mayo del 2025)
Si estos dos ejemplos no son muestras claras de reescribir nuestra historia, y acotarla a los intereses nacionalistas españoles, que venga Satanás y lo clarifique.
Ambas acciones son puras y burdas manipulaciones interesadas, de acuerdo con el ADN español-castellanizado que nos domina desde 1714. Y esa es la política de Pedro Sánchez y su acólito Salvador Illa, afines y adeptos fieles al reino español borbónico y ‘borbonizado’.
Y dentro de unas semanas tendremos otra nueva acción contra Catalunya, pues, al final, Pedro Sánchez acabará aprobando la OPA del BBVA respecto al Banc de Sabadell; para quedar bien, elevará las condiciones y punto, importándole un bledo la pérdida de empleos, de oficinas y de servicios en general en Catalunya.
Por todo lo expuesto, muchos tenemos claro que todos los gobiernos españoles han actuado, actúan y actuarán de forma contaminante, con impactos antrópicos (de anthröpikó, derivado de anthröpos: hombre) o antropogénicos (de anthröpos y genos – engendrar, producir), es decir, producidos por la actividad despiadada de los nacionalistas españoles, que perturban y degradan nuestra historia y nuestra actualidad, como la peor contaminación nuclear.
Por todo eso, y por muchas razones más, sólo nos queda independizarnos. No hay otra. Y si nos quedamos fuera del club de mafiosos mercaderes de la UE, no pasará nada, mejor mantener la dignidad.