Siguiendo con el escrito de ayer, centrado, básicamente, en la confusión originada por el estado español, en el presente, pongo el foco en el desorden causado en el movimiento independentista.
Según el mito bíblico, Babel fue un gran proyecto que iniciaron los humanos descendientes de Noé y su familia, después del ‘diluvio universal’, para construir una ciudad vertical en Babel, que, etimológicamente en acadio significaba: ‘la puerta de Dios’, ‘la ciudad de Dios’. Y, siguiendo con esa leyenda, Dios frustró ese proyecto, multiplicando el número de lenguas, para que, así, no se entendieran entre ellos y fuese imposible la construcción de la torre; por lo que los habitantes debieron dispersarse.
Hay mitos anteriores, que contemplan esa leyenda; entre ellos está el recogido por los sumerios, llamado el mito ‘Enmerkar y el señor d’Aratta’. Enmerkar, legendario fundador de la ciudad de Uruk, trató de conquistar la ciudad de Aratta, situada en el altiplano iraní, y buscó ayuda de la diosa Ishtar; ésta le aconsejó enviar un mensajero, para negociar con el rey rival. Durante las negociaciones, el mensajero recitó un mantra dedicado a Enki, y éste provocó la división de las lenguas.
Esas explicaciones míticas sobre la existencia de las diferentes lenguas, obviamente, no tienen ningún aval filogenético, ya que la lingüística, la antropología, etc., desvelaron científicamente, las verdaderas causas que las ocasionaron.
De todos modos, la confusión y la falta de entendimiento, me parece que pueden ser tomados, metafóricamente, para explicar el momento actual del conflicto entre el estado español y Catalunya.
Y siguiendo con ese juego, me parece que podemos asimilar a los independentistas catalanes con el pueblo constructor de la torre (símbolo de la independencia) y el estado español, castigando con la confusión. Y tomando la versión sumeria, los independentistas catalanes podríamos asimilarnos a Enmerkar, que queremos conquistar Uruk (la independencia), pero, ‘aconsejados’ por ERC (Ishtar), caímos en la trampa de la negociación con el estado español, pero, éste, para evitar satisfacer las reivindicaciones del president Carles Puigdemont (Enki), provocó la confusión entre los diferentes partidos independentistas, pues el caos favorece al que tiene el poder, ‘a rio revuelto, ganancia de pescadores’, y siempre gana la banca, el tahúr Pedro Sánchez, que pacta y acuerda, pero después no cumple, y así, reutiliza esos pactos en sucesivas negociaciones, sabiendo que nunca los cumplirá, ya que en cada momento sacará una excusa u otra, para no respetar su palabra.
Y ese caos originado por el estado español, tiene el pertinente efecto en las filas independentistas, como ya vimos en el 2017, y que ahora, se han hecho más que evidentes, pues están saliendo todas las miserias, todas las envidias, que muestran que, ante todo, algunos pseudo líderes priman su propio futuro personal, por encima del de su propio partido y, evidentemente, dejando para una última instancia, los intereses de nuestro País. Y esto lo vemos de forma descarnada en ERC y, de forma larvada, en los restantes partidos: Junts, Comunes/Sumar, etc.
Es evidente que siempre se pueden extraer lecciones de todas las vivencias, incluso de las derrotas; y la actual situación nos ha permitido conocer al verdadero Oriol Junqueras (ERC), pues ha perdido la careta del ‘junquerismo es amor’, para mostrarnos su verdadero perfil, sus ansias de poder; y nos ha recordado al infame Josep Borrell (PSOE), que, en diciembre del 2017, en un mitin en La Torrassa de l’Hospitalet de Llobregat, dijo que ‘antes de coser las heridas, hay que desinfectarlas, si no, se pudren, y Catalunya es una sociedad herida, enferma, y que debe sanarse’; y Junqueras, en su mitin en el teatro de la Passió d’Olesa de Montserrat, el sábado pasado, utilizó esa misma metáfora, prometiendo limpiar ‘su’ partido (ERC): ‘no coseremos ninguna herida que no hayamos limpiado antes. Hemos de limpiar’.
Y Junqueras comentó, asimismo, que ‘nos conjuramos para dignificar los órganos de decisión, la ejecutiva nacional y acabar con todos los órganos paralelos que nos han llevado donde estamos’. Y para ello, presentó a Elisenda Alamany, exdiputada y actual regidora en el ayuntamiento de Barcelona, como futura secretaria general, si el 30 de noviembre gana las elecciones internas de su partido.
Es vergonzoso señalar que Junqueras, como los ‘roviristas’, discuten por las acciones desveladas, organizadas por la ‘caja B’, de su partido (cartel contra los hermanos Maragall, recordando el alzheimer; los mariachis en la sede de Junts; el muñeco del propio Junqueras colgado en un puente; etc.), pero se olvidan de las campañas contra el propio Carles Puigdemont, Laura Borràs, etc. Y, especialmente, se ‘olvidan’ del pacto de investidura del represor Salvador Illa, el mayor error de ERC (que nunca olvidaremos), pues ambas facciones están de acuerdo con esa investidura. Pero callan, vergonzantemente, para no ser castigados por su militancia. Igualmente, están de acuerdo en entrar en el gobierno del ayuntamiento de Barcelona, con Jaume Collboni, también del PSC/PSOE.
La elección de la citada Elisenda Alamany Gutiérrez, como posible futura secretaria general de ERC, en el supuesto de q ue Oriol Junqueras gane las elecciones mencionadas, me recuerda la clásica estrategia de los deficientes y mediocres directivos de las empresas, que prefieren ‘lo nuevo’, pues los veteranos les conocen muy bien.
Y Alamany, tiene un historial un tanto variopinto, pues inició su carrera política el año 2007, en ‘L’Altraveu per Castellar del Vallès’, que posteriormente formó parte de EUiA y Podemos; en las elecciones al Parlament de Catalunya del año 2017, fue escogida como número 2 de la candidatura de ‘Catalunya en Comú Podem’, siendo portavoz parlamentaria de ese partido. En el 2019 presentó su dimisión por un choque frontal, por, según ella, romper la carta fundacional de su partido. Y desde el 15 de junio del 2019, es regidora de ERC en el ayuntamiento de Barcelona.
Es decir, que Elisenda Alamany, si tiene un claro perfil, es el de ser unionista española.
Y nunca entenderé que el ‘ampliar las bases’ que desde el 2017 han hecho gala Junqueras, Rovira y el impresentable Gabriel Rufián, comporte bajar el listón independentista; y todavía entiendo menos que una persona como Alamany, con apenas 5 años en ERC, sea considerada la persona adecuada para ‘limpiar’ el partido, y que encima, esa candidata, en una entrevista radiofónica de esta mañana, haya dicho que la ‘limpieza tendrá nombres y apellidos’.
Como he dicho, ese proceso lo he visto en numerosas ocasiones, en la empresa multinacional en la que he trabajado 47 años, pues a cada absorción de empresas, los ‘nuevos’ siempre eran los privilegiados, por parte de los mencionados directivos mediocres; máxime cuando esos directivos también eran absorbidos anteriormente, pues es una manera de desatender la historia de la propia organización matriz.
Efectivamente, en ERC hay militantes válidos, como Alfred Bosch i Pascual (que desde el 2011 ha ido ocupando cargos de diputado en el congreso de Madrid, regidor en el ayuntamiento de Barcelona, conseller de exteriores en la Generalitat, etc.), y que ahora lidera el grupo ‘Foc Nou’ (fuego nuevo), para la presidencia de ERC; otros candidatos son Xavier Martínez y Àngel Ruiz, candidatos por ‘Recuperem ERC’; etc.
ERC tiene una larga y gran historia, pues ese partido fue fundado en 1931, pero por la deriva ideológica del tándem Junqueras / Rovira, desde el 2017, ha ido perdiendo votos, elecciones tras elecciones. Y es penoso ver que este problema tampoco se lo replanteen de cara a las próximas elecciones internas.
A principio del pasado mes de agosto, los 8200 militantes de ERC votaron la propuesta de Marta Rovira (secretaria general y presidenta en funciones), de investir al represor Salvador Illa. En esa votación, 3397 (41.4%) votaron afirmativamente y 2847 (34,7%) negativamente; es decir, 550 votos de diferencia avalaron la investidura; y 1956 (23,9%) se abstuvieron.
Haciendo una extrapolación, si esos 3397 militantes avalan las tesis de Rovira / Junqueras, parece fácil deducir que no tienen fácil ganar (unos continuando el junquerismo, y otros también, pero sin Junqueras). Si bien sabemos que nunca se pueden extrapolar directamente los resultados, pues las situaciones y momentos son cambiantes.
Pero es evidente que todo este mal rollo comporta una mayor desmovilización entre los votantes, y entre el movimiento independentista en general.
Máxime cuando vemos que hay ‘políticos’ rastreros, como Gabriel Rufián (ERC) fiel escudero de Oriol Junqueras, mejor dicho, su Sancho Panza, que ayer, en el congreso de los diputados, criticó agriamente a Junts, que había conseguido negociar el techo del déficit para Catalunya. Qué falta de cultura política, carente de toda ética y de moral, por parte de Rufián, pues el ‘argumento’ para criticar al PSOE fue ‘que nunca se puede ceder ante la derecha, ya sea PP, Vox o Junts’. Qué sinvergüencería es acogerse a esa bandera ideológica.
Ciertamente, el PP y Vox, además de sus recetas ultraliberales, su ideología es racista, machista, homofóbica, etc., por lo que, claramente, son catalogados como ultraderecha o derecha extrema.
Pero, comparando ERC y Junts, en la actualidad no hay apenas diferencias, pues, en realidad, se mueven en la socialdemocracia. Por eso me parece ridículo y penoso ver que Rufián, portavoz de ERC siga dividiendo el movimiento independentista, favoreciendo, de ese modo al unionismo español.
En cuanto a Junts, la situación es diferente, ya que también presenta divisiones internas, pero, de momento, consideran que mantener a Carles Puigdemont, es el mayor reclamo electoral; por lo que es de suponer que, en el congreso que tiene previsto organizar ese partido el próximo mes de octubre, la situación siga manteniéndose tal cual, pues saben que sin el liderazgo de Puigdemont, acabarían en la misma pendiente de la irrelevancia en la que está ERC.
Y la CUP, hace años que pasó a ser irrelevante.
Por todo esto, el movimiento independentista estamos tocando fondo (espero que realmente ese sea el fondo)
Por el contrario, el PSC/PSOE tiene la mayor cohesión posible, al tener el máximo poder del estado y de Catalunya, y son infinitos los cargos bien remunerados con los que alimentan y engrasan a sus fieles.
Y, como reproduje en mi escrito de ayer, siguen considerando que ‘no se puede decir que el diablo haya sido derrotado, porque al diablo nunca se le derrota (…) la guerra acabó, pero la campaña continúa’, y si en pleno franquismo, ‘las represalias económicas, políticas, sociales a parte de las que entiende la justicia militar, que es desbordante’, desde hace años, el poder que está desbordado (desbocado) es el judicial, pero los efectos son los mismos, pues quieren que se consiga el efecto y que se note el cuidado.
Y, en esa misma línea, ahora vemos que la ‘cruzada franquista’, está representada por el represor Salvador Illa, que no pierde ocasión para mostrarse al lado de los mayores cargos clericales, olvidando que estamos en un estado aconfesional y que debería ser totalmente laico.
Por todo eso, los independentistas debemos hacer el esfuerzo de salir de la telaraña babeliana que han tejido unos y otros, y dejar de considerarnos exiliados interiores, pues, nuestro silencio, alimenta a los poderes ocupantes, está claro.
Nota final:
Me parece una excelente noticia que, en la toma de posesión de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, las autoridades no hayan invitado al Borbón Felipe VI, y que el gobierno de Pedro Sánchez, ofendido, no envíe ninguna representación. Es una buena lección, pues ni el Borbón, ni el estado, nunca han pedido perdón por los desmanes realizados en el pasado.
Pero, por desgracia, en Catalunya, y culpa de ERC, ahora tenemos como president a un represor, a un inquisidor españolista, que no pierde ocasión de mostrar su mayor servilismo a la corona, en mostrarse el mejor vasallo; insultando a los millones de independentistas.