*El internacionalista habló del centenario de la firma del Tratado de Versalles; el mundo parece regresar al pasado con los populismos y el proteccionismo, adviritó
El cambio climático podría ser la oportunidad para recuperar el diálogo y los acuerdos entre naciones, pero el egoísmo y la idea de superioridad; los conflictos internos que viven diversas naciones, la vuelta al pasado que significan giros políticos como el populismo y las crisis expresadas en los grandes movimientos migratorios han debilitado la cooperación internacional, afirmó Omar Martínez Legorreta, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense.
En ocasión de que a finales de octubre se conmemoró el centésimo aniversario de la firma del Tratado de Versalles con que finalizó la Primera Guerra Mundial y durante el cual se puso sobre la mesa la creación de la Liga de las Naciones, el internacionalista se refirió a la salida de Inglaterra de la Unión Europea, la importancia de Asia Pacífico como región económica -y posibilidad de que México tenga otros socios comerciales-, entre otros hechos que oscurecen la cooperación entre países para atender el cambio climático, que debiera ser el fenómeno más importante para todos.
Exembajador en la República Popular China al finalizar el gobierno de Mao Tsé-Tung y en la Yugoslavia de Josip Broz Tito, Martínez Legorreta fue el primer presidente de El Colegio Mexiquense y se desempeñó también en El Colegio de México, donde llegó a ser secretario general.
En el contexto del centenario de lo que fue el antecedente de las Naciones Unidas, aseguró que algunas de las expectativas que los países tenían hace un siglo siguen sin cumplirse, y por ello se mantiene un clima poco favorable a la cooperación internacional, que también enfrenta problemas como el regreso al proteccionismo.
Calificó de egoísta la salida de Inglaterra de la Unión Europea, expuso el grave peligro en que se encuentra la Amazonia y la dificultad de que los países que tienen interés directo en ese pulmón planetario lleguen a acuerdos, al tiempo que habló de las grandes migraciones, incluida la de centroamericanos que atraviesan México, como fenómenos que señalan la urgencia de que las naciones demuestren voluntad política para llegar a acuerdos en temas diversos y de variable importancia, pero todos relevantes.
Expresó que, toda proporción guardada, el muro que construye el gobierno de Donald Trump recuerda otros muros que fueron emblema de separación entre países, y consideró incierta la aprobación final del t-mec y la eventual reelección del presidente de Estados Unidos ante el proceso que podría concluir con su destitución.
Ello en el contexto del declinar económico y comercial de la aún primera potencia, del indiscutible crecimiento de China y del fortalecimiento de la región Asia Pacífico, incluso con los altibajos que ha tenido, así como de los vaivenes de la Alianza del Pacífico, formada por Chile, Colombia, México y Perú.
Consideró correcto que México trabaje para mantener la buena relación con Estados Unidos, pero recordó que China ocupa ya el segundo lugar en comercio con esa nación, y recomendó atender de manera suficiente la relación con Asia Pacífico, y en especial con la misma China, Corea del Sur y Japón.
