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El confuso y confundidor estado español

Si bien el término confusión, etimológicamente, procede del latín confusio–önis, la etimología popular, en plan de chiste, considera que procede del nombre de Confucio (en pinyin Kongzi o Köng Füzi, es decir, maestro Kong) (551 a.C.-479 a.C.), por no entender la profundidad de la filosofía que enseñaba. Una relación que si que es directa entre el término hermético y Hermes (el dios griego, conocido por Mercurio por los romanos).

La versión ‘Confucio’ fue una latinización, que asimiló ‘Köng Füzi’ con ‘confusio’, por lo que el chiste es muy antiguo.

La filosofía de Confucio puso énfasis en la moral personal y gubernamental, la corrección de la relación social, la justicia y la sinceridad; así como su horror ante la guerra. La recopilación de sus aforismos, en ‘Lun yu’ (Analectas o conversaciones con Confucio), explica los conceptos básicos: tao, shu, ren, yi, li, junzi, etc.;

Pues bien, en España nos encontramos con un cóctel mortal de confusión, formado por varios componentes, entre ellos: la incompetencia, la ideología franquista y la picaresca de los dirigentes de los diferentes poderes del estado. Por desgracia tenemos muchos ejemplos que confirman esta afirmación:

·       Incompetencia: pésima gestión de la crisis de la pandemia, improvisaciones, falta de medios (ahora no tenemos las agujas precisas para aprovechar la secta dosis del vial de Pfizer), mentiras sobre el programa de vacunaciones (Pedro Sánchez sigue diciendo que en verano el 70% de la población estará vacunada, pero, claro, dado el ritmo de vacunaciones y disponibilidad de las vacunas, debe referirse al verano del año 2050), etc.

Otro tema, no menos grave, es la actuación de la empresa Pfizer y BioNTech, que al ver que de cada ampolla (vial) se podían extraer seis dosis, y no las cinco establecidas en el protocolo inicial. Y, aprovechándose de ese error suyo, encima obtienen un mayor beneficio, ya que el contrato firmado con la UE está fijado por dosis, no por botellín. Así, de entrada, han conseguido un 20% de incremento de sus beneficios.

Y, ese incremento les permite ralentizar la producción, pues informan que garantizan el servicio del número de dosis.

Obviamente, ese cambio de protocolo (pasar de 5 a 6 dosis), ha comportado una pérdida de dosis, una incorrecta vacunación (improvisada sobre la marcha, pero siempre, a beneficio de los mismos: ‘a rio revuelto, ganancia de pescadores’, como comenté en un anterior escrito), la falta de las agujas adecuadas para poder extraer la última dosis, etc.

En definitiva, una inmoralidad más, que esa farmacéutica juegue con la salud, en plena pandemia, beneficiándose hasta de sus propios errores. Errores que son inconcebibles en un laboratorio que, en teoría, deberían haber efectuado los tests precisos para garantizar todo el proceso.

Y si cometen ese fallo, ¿podrían haber efectuado otros?   

·       Ideología franquista: el empecinamiento de Pedro Sánchez por mantener centralizado el estado de alarma, a pesar de las peticiones de todas las comunidades autónomas, para poder regularlo de forma descentralizada, para poder fijar, en cada comunidad las franjas del toque de queda, por ejemplo, pero eso es lo que entiende Pedro Sánchez por cogobernar. El tribunal superior de justicia Catalunya, que sigue manteniendo la realización de las elecciones catalanas para el próximo 14 de febrero, justificando, en su interlocutoria de hoy, que hay ‘un interés público muy intenso para hacer los comicios, ya que, en caso contrario se abriría un período muy largo de provisionalidad que afecta el funcionamiento normal de las instituciones democráticas (…) que el estado de alarma no contempla la demora del derecho de voto (…) y que las medidas sanitarias actuales no limitan los desplazamientos para actividades no esenciales (…)’.

Es decir, siempre tenemos por encima de nuestras cabezas la espada de Damocles, la espada que, según Cicerón:

‘Damocles consideraba que Dionisio el Viejo era feliz gracias a su riqueza y a su poder y le criticaba por sus gustos por el lujo. Un día, el tirano le invitó a un banquete con todo tipo de lujos, placeres y lujuria, pero justo encima de la poltrona de Damocles había una espada sostenida por el pelo de un caballo. Y le invitó a juzgar si eso era la felicidad. La espada representaba el peligro constante al que había de hacer frente el que tenía riquezas o poder, representadas por el banquete y los placeres’.

(Wikipedia)

Pero, en nuestro caso, es justo al revés, la espada la tenemos la ciudadanía sobre nuestras cabezas.

Sobre el particular, acabo de leer un artículo que me ha enviado un amigo, que me ha parecido muy interesante, y transcribo unos párrafos, ya que viene a la perfección con lo que estoy escribiendo:

‘Arthur Penn, a mediados de los sesenta, presentó la película ‘The Chase’ (La jauría humana) en la que describe como la crueldad y la violencia se manifiestan en una sociedad hipócrita, que oculta bajo un orden formal, un deseo maligno de hacer daño, de extremar la crueldad.

Pienso en ello cuando escucho el repetido eslogan de que ‘España es un Estado de Derecho’, que los portavoces de un gobierno escorado a la derecha utilizan como única respuesta ante cualquier acontecimiento que cuestione tal afirmación.

(…)

Pero como la decencia no es su rasgo más destacado, continuarán con su proceso de asedio, utilizando todas las armas de que disponen. Multando, sancionando, encarcelando, bloqueando. Todo lo que sea necesario para acabar con las raíces del independentismo catalán, el único que ha levantado la voz exigiendo sus derechos. Es la jauría humana.

No hay día en que un fiscal o un juez, o ambos a la vez, no ‘disparen contra el pianista’. El motivo es irrelevante. Todos somos culpables. Es aquello que un juez de la época de Franco le dijo a un abogado que se había atrevido a presentar una querella contra un sujeto que había dado una paliza a su mujer: ‘Ya encontraré el motivo’.

(…)

En este contexto surge lo peor de las cloacas del ser humano, donde el insulto sirve para abrir la veda, donde el más sádico es el más vitoreado.

Como podría decir Boris Vian: Mientras me quede energía, escupiré sobre vuestra tumba’

(alfdurancorner.com)

·       La picaresca de los dirigentes: como ya comenté ayer en mi escrito, en el reino de España está generalizada la fauna de dirigentes que siguen las pautas de Rinconete y Cortadillo, pues hemos visto que José Manuel Villegas (del partido de Ciudadanos), consejero de sanidad de la comunidad Región de Murcia, gobernada por el PP en coalición con Ciudadanos, había vacunado a 400 trabajadores de su consejería, incluido él y su esposa; la junta de estado mayor de defensa también se ha saltado todos los protocolos, y el jefe del estado mayor, Miguel Ángel Villarroya y su equipo, también se han vacunado; igual el alcalde de Riudoms (Tarragona), Sergi Pedret; etc.

Nada nuevo bajo el sol, el estado español es así. El poder siempre ha querido aprovecharse, consideran que tienen privilegios infinitos. Se creen por encima del bien y del mal.

Y eso, obviamente, demuestra una falta de ética y de moral, que les debería invalidar para seguir ocupando puestos de servidores públicos.

Pero, al contrario, vemos que se salen de rositas. Todos tienen sus excusas, indecentes, pero que los dirigentes de los partidos y de los gobiernos, asumen.

‘A alcaldes y consejeros del PPSOE, en las últimas horas se ha conocido también, que varios militares se han dado la primera dosis de la vacuna.

La propia ministra de defensa, tan querida por la derecha nacional, Margarita Robles, ha tenido que pedir un informe al jefe de estado mayor de defensa, el general Miguel Ángel Villarroya, tras conocer por la prensa que ha recibido junto a otros altos cargos militares del estado mayor, la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.

Robles quiere conocer en detalle el protocolo que se ha seguido para establecer las prioridades de vacunación dentro del EMAD.

El estado mayor se ha justificado diciendo que cuentan con su propio cupo de vacunas dentro del reparto del ministerio de sanidad y, dentro de ellas, el estado mayor redactó un protocolo’

(españamadrid.com)

¿Y que pasará?, no hace falta consultar el oráculo de Delfos, ni el I Ching, ni a Nostradamus. NO PASARÁ NADA. El informe solicitado por la ministra, si se hace, se archivará. Y PUNTO.

Y Felipe VI, Pedro Sánchez, etc., seguirán vendiéndonos la moto que tenemos un ejército ejemplar al servicio de la comunidad. A los hechos me remito. ¿Cómo podemos confiar? (que ya no lo hacíamos).   

Igualmente, en el citado caso de Murcia, pues si bien el consejero dimitió al final del día, tras conocerse el escándalo, el presidente de la comunidad, Fernando López Miras (PP), ‘insiste en que su conducta ha sido intachable, ejemplar’. DE PURA VERGÜENZA.

Es verdad que Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, comentó que ‘no puede haber caraduras que se pongan la vacuna cuando no les toca, cuando hay abuelos en sus casas sin salir, por miedo a contagiarse y sanitarios que están al pie del cañón sin ponerse la vacuna’.

Pablo Casado ha permanecido callado, pero fuentes del PP nacional admitieron que ‘la decisión final fue la acertada, ya que la región está en situación de riesgo extremo’; si bien, el presidente del gobierno de Murcia, también del PP, vio ejemplar e intachable la actuación de su consejero de sanidad.

Pero la dimisión del ‘pescado infraganti’ no ha de ser la solución. A este nivel, y en todos, cuando se descubre un caso así, es preciso ser realmente ejemplar, y cesarlos, fulminantemente. No dejarles la opción de dimitir y justificarse.

El citado caso del alcalde de Riudoms (Tarragona), Sergi Pedret (JuntsxCat), que se vacunó él y un concejal, es menor, y fue explicado por sobrar, a última dora del día dos vacunas, que no debían perderse. Obviamente, no es moral vacunarse el alcalde, pues seguro que en el pueblo había personas más vulnerables, y también próximas físicamente.

Y hay más casos así, en Melilla, en una empresa de ambulancias, etc., etc.

Como vemos, todos estos ejemplos son simples muestras de la gran confusión que tenemos, confusión interesada por parte de los poderes, que nos tienen a la ciudadanía en general (y a los independentistas en particular) con la citada espada de Damocles.

Por eso quería acabar con unos pensamientos de Confucio, de sus Analectas mencionadas:

·       Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.

·       El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.

·       Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.

·       Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.

·       No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.

·       El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor.

·       El hombre superior piensa siempre en la virtud; el hombre vulgar piensa en la comodidad.

·       El sabio sabe que ignora.

·       Saber gobernar es rectificar.

Pero, al escribir, una idea me lleva a otra, y he descubierto a Boris Vian (1920-1959) al transcribir una cita; y buscando este personaje, me parece que tuvo una vida interesante, por lo que no merece ser olvidado.

Seguidamente transcribo su canción ‘El desertor’, escrita en el contexto de la guerra de Indochina.

Canción que incorporó Joan Isaac, en su álbum ‘Barcelona ciutat gris’ (1980)

‘El desertor

Señor gobernador

yo os escribo tres líneas.

No creo pedir demasiado

si os ruego las leáis.

Yo tengo entre mis dedos

las órdenes que me obligan

partir pronto a la guerra

el miércoles por la noche.

Señor gobernador

le digo que me niego a hacerla

no tengo razones ni me tienta

matar ningún enemigo.

Y quede claro, señor

que esto no es ninguna ofensa

la decisión ya está tomada:

yo quiero ser desertor.

Cuando estaba prisionero

me quitaron la mujer

me quitaron las horas

y mi pasado feliz.

mañana a primera hora

me iré de casa

chafaré la puerta

en las narices del ayer.

Viviré de las limosnas

que me den manos sencillas.

Desde Alcoi a la Cerdanya

Diré a la buena gente:

‘Negaos a obedecer

decid ‘no’ a las órdenes,

no vayáis a la guerra.

Negaos a partir’.

Si se ha de perder sangre

perded, señor, la vuestra;

haced bien el papel de apóstol,

señor gobernador.

Y si me hacéis perseguir

decid a los que me sigan

que no llevaré ninguna arma.

Podrán tirar tranquilos’.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com