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El conocimiento como ventaja competitiva: 3 claves para no quedar atrás ante el cambio tecnológico acelerado

  • Se estima que la inteligencia artificial, la automatización de procesos y la robótica eliminarán unos 92 millones de empleos en los próximos cinco años.
  • En este panorama, el acceso al conocimiento, la evolución de las habilidades educativas y la modernización del mercado laboral son el mayor diferenciador.

Ciudad de México, Febrero de 2025 — Las reglas del mundo laboral cambian a una velocidad sin precedentes. La automatización, la inteligencia artificial (IA) y la digitalización transforman industrias enteras y dejan atrás a quienes no logran adaptarse. De ahí que la pregunta ya no es si la tecnología reemplazará empleos, sino quiénes tendrán acceso al conocimiento para mantenerse vigentes en los nuevos escenarios por venir.

Para 2030, este cambio tecnológico acelerado podría eliminar hasta 92 millones de empleos en todo el mundo, de acuerdo con datos del estudio “Future of Jobs Report 2025”, elaborado por el Foro Económico Mundial. En México y Latinoamérica, donde una gran parte de la población aún depende de trabajos manuales y de baja especialización, la falta de acceso al conocimiento agrava el riesgo de exclusión económica y social.

Para Mariana Levet, Directora Ejecutiva de Impulsera“La tecnología seguirá avanzando, con o sin nosotros, como lo ha hecho hasta ahora, incluso con mayor celeridad. De ahí que la solución no está en frenar este movimiento dinámico, sino en garantizar que nadie quede atrás. Para lograrlo es necesario transformar el acceso al conocimiento en la nueva base del desarrollo económico. Sin una educación que responda a los desafíos actuales, millones de personas quedarán fuera de la economía digital y sin oportunidades de crecimiento”.

Ante esta transformación tecnológica sin precedentes, la experta comparte 3 claves para convertir el conocimiento en una ventaja competitiva:

1. De la amenaza futura a la transformación en marcha

Hace una década, imaginar que una máquina reemplazaría empleos manuales parecía lejano. Hoy, los tractores autónomos desplazan jornaleros en el campo, los chatbots asumen funciones en servicio al cliente y los algoritmos optimizan procesos en casi todos los sectores y las industrias. En esta medida, la transformación digital dejó de ser una proyección y se convirtió en un cambio estructural con efectos inmediatos.

Para adaptarse, las empresas buscarán, más allá de los títulos, a colaboradores con mentes críticas. En un mundo donde la IA toma decisiones en segundos, la clave para mantenerse relevante es desarrollar nuevos modelos educativos que formen en los jóvenes, y en aquellas personas en riesgo de desplazamiento, habilidades como el pensamiento sistémico, la planificación a largo plazo, la creatividad y la resolución de problemas.

2. La desaparición de empleos obliga a replantear el mercado laboral

Las industrias que dependen de la mano de obra no calificada enfrentan una crisis inminente. En el sector agrícola, hasta el 50% de las tareas estarán automatizadas en menos de una década. En los servicios, la IA ya reemplaza funciones administrativas, lo que reduce la necesidad de personal en oficinas y centros de atención. Por otro lado, en Latinoamérica las remesas son una de las principales fuentes de contribución al PIB.

Y el impacto no es solo económico, sino social. Millones de personas dependen de estos empleos y fuentes de ingresos para subsistir junto a sus familias. Sin acceso a educación, formación, y reconversión laboral, corren el riesgo de quedar fuera de la economía digital, lo que aumentará la pobreza y la desigualdad en la región, con una mayor inestabilidad social.

3. El conocimiento como base del desarrollo económico

La educación tradicional, basada en la memorización, no responde a las exigencias del mundo actual. Es urgente promover modelos que prioricen la creatividad, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo, preparando a las personas para los empleos que están surgiendo con la revolución digital, y no prepararlos para puestos que ya no existen.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes), que aportan poco más de la mitad de los empleos en toda la región, también deben evolucionar. La digitalización no puede seguir siendo exclusiva de las grandes corporaciones. Incorporar tecnología en sectores productivos y fomentar la capacitación en habilidades digitales permitirá generar empleo de calidad y reducir la brecha de exclusión laboral.

“En conclusión, sin estrategias de formación adecuadas, la brecha entre quienes acceden al conocimiento y quienes quedan rezagados seguirá creciendo. Por ello, democratizar el acceso al conocimiento no es una opción, sino la clave para que el sur global transforme su futuro en lugar de quedar a la deriva”, concluye Mariana Levet