El reciente contagio de covid del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se suma a la imparable ola de coronavirus que azota a un país que acaba de superar los 300.000 muertos y los 4 millones de enfermos.
Como una profecía autocumplida, México cosecha lo que sembró antes de que se iniciaran las Navidades, cuando decidió no aplicar ningún tipo de restricciones.