*Mario Arroyo Juárez participó en el laboratorio de ideas con la charla «Ciudades seguras. Un reto para la gobernanza y las políticas públicas»
Las ciudades mexicanas concentran la criminalidad y 17 de ellas tendrán más de un millón de habitantes en el año 2030, lo que hace urgente crear estrategias y aprovechar modelos que las hagan seguras a fin de revertir la percepción de inseguridad que tienen sus habitantes.
Dicha percepción es resultado de que la incidencia delictiva alcanzó los 35 171 delitos por cada 100 000 mil habitantes en las ciudades hace dos años, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Delitos 2021.
En la sesión del laboratorio de ideas de agosto, Mario Arroyo Juárez, director general de Instituto Iberoamericano de Liderazgo en Seguridad, presentó la ponencia «Ciudades seguras. Un reto para la gobernanza y las políticas públicas», en la que afirmó que efectivamente hay más delitos que antes y más víctimas, debido a que los niveles de criminalidad son más altos y, a la vez, hay más victimización.
El especialista detalló que los factores asociados a la inseguridad son, en el orden de mayor a menor, la existencia de grupos armados, incluidos los civiles que actúan con tácticas y armas militares, los políticos y los de la violencia organizada; las constates violaciones a los derechos humanos; la impunidad, ya que de cada 100 delitos se denuncian solo 4 y de estos apenas 1% tiene sentencias condenatorias; la insuficiencia del marco jurídico y un sistema penitenciario inoperante, con penales sobresaturados, criminalidad interna y otros problemas, como el hecho de que siguen operando redes criminales.
Además, la ineficacia de las instituciones que no cumplen objetivos, la corrupción en todos los niveles, la desconfianza ciudadana en las instituciones, la ausencia de una cultura de la legalidad, más aguda en territorios pero es constante en todo el país; la delincuencia organizada, la migración y la pandemia, que provocó no solo el deterioro de la salud y de la economía, sino el aumento de la violencia sexual y el acoso cibernético.
Arroyo Juárez dijo que en el Estado de México, Toluca alcanza el primer lugar del indicador de la tasa de prevalencia, con 38 mil delitos por cada 100 mil habitantes y dijo respecto de todo el país que es necesario actuar con celeridad en otros factores porque el estado de fuerza incluye a alrededor de 360 mil elementos, entre los 100 mil de la Guardia Nacional y las policías estatales y municipales, mientras que hay 33 millones de delitos.
Propuso trabajar para tener ciudades seguras como la aproximación más integral al reto de acceder a derechos y desarrollo humano sustentable, para lo cual hay varios modelos, y se inclinó por definir, medir, focalizar, tener visión integral, trabajar en la cooperación pública, privada y de ciudadanos como corresponsables para desarrollar una visión de futuro.
En su mensaje de bienvenida, César Camacho, presidente de El Colegio Mexiquense, dijo que en México el contrato social original partía de la base de una especie de sesión de libertades que implicaba tener seguridad, vida apacible y la certeza en las actividades que a cada uno conviniera, pero hoy está más amenazado que nunca, sobre todo en las ciudades.
En los comentarios, Alejandro Natal Martínez González, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense, resaltó el papel de la ciudadanía para el combate de las violencias, y cuestionó el uso de la seguridad como tema de propaganda y de construcciones teatrales de soluciones que no dan los resultados que la ciudadanía necesita.