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El desánimo de los independentistas catalanes.

Amadeo Palliser Cifuentes    amadeopalliser@gmail.com

La política del reino de España no es dada a generar ánimos, como sabemos por experiencias actuales, que van en línea con muchos ejemplos históricos, como vemos en los siguientes, sucedidos un día como hoy, 20 de mayo:

·       1520: en el Templo Mayor de Tenochtitlán (México), los españoles al mando de Pedro de Alvarado llevaron a cabo la Matanza de Tócatl.

·       1631: en Alemania, en el marco de la guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes, se produjo el saqueo de Magdeburgo, en que los soldados católicos, bajo el mando del Conde de Tilly (el Monje de la Armadura), asesinaron al 80% de los ciudadanos de la ciudad (unos 20.000 hombres, mujeres y niños luteranos)

Estas dos muestras tienen un denominador común, que es la agresividad contra los otros, forjándose así una historia negra, que supera la famosa leyenda negra antiespañola (s. XVI) ganada a pulso por nuestros monarcas y sus ejércitos.

Por eso, debemos huir de las falsas narraciones históricas interesadas y partidistas, que construyen leyendas de burdos valientes, por eso, me parece ilustrativo reproducir la siguiente fábula:

‘El valiente:

Un millonario organizó una fiesta en una de sus mansiones, y, en un momento, pidió silencio, la música paró, y dijo, mirando hacia la piscina en la que criaba cocodrilos australianos.

‘El que logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis coches. ¿alguien se atreve?’

Espantados, los invitados guardaron silencio, por lo que el millonario insistió:

‘El que se lance a la piscina, logre cruzarlas y salir vivo al otro lado, ganará todos mis coches y mis aviones. ¿alguien se atreve?’

El silencio seguía imperando, por lo que aumento la oferta:

‘El que se lance a la piscina, logre cruzarla y salir vivo al otro lado, ganará todos mis coches, mis aviones y mis mansiones…’

En ese momento, alguien saltó a la piscina. La escena fue impresionante … una lucha intensa, el hombre se defendía como podía, agarró la boca de un cocodrilo con pies y manos, torció la cola del reptil … Dios mío, cuanta violencia y emoción, parecía una película de ‘Cocodrilo Dunde’.

Después de algunos minutos de terror y pánico, salió el valiente hombre, lleno de arañazos, hematomas y casi muerto.

El millonario se aproximó, y tras felicitarle, le preguntó:

¿Dónde quiere que le entregue mis coches? Gracias, pero no los quiero, contestó.

Sorprendido, el millonario prosiguió:

¿Y los aviones, dónde quiere que se los entregue? Gracias, pero tampoco los quiero, contestó el hombre.

Extrañado por la reacción del hombre, el millonario le preguntó:

¡Y las mansiones? Ya tengo una bella casa, no necesito las suyas, puede quedarse con ellas, no necesito nada que sea suyo, respondió el hombre.

Pero si Ud. no quiere nada de lo ofrecido ¿qué quiere entonces?

Y el hombre, muy irritado le respondió: Quiero encontrar al maldito que me empujó a la piscina’.

(https://alejandrofariña.com)

Y en España vemos que su historia está llena de héroes a pesar de ellos, independientemente de sus actuaciones reales, pero que después, por intereses ajenos y lejanos y, por lo tanto, totalmente desvirtuados; por ejemplo, la utilización del lusitano Viriato (180 a. C. – 139 a. C.), como un defensor de España que tardaría muchos siglos en existir.

Asimismo, en este período, lo fácil es caer en el desánimo más profundo, ya que los estímulos se han reducido, limitado al mínimo, pues la situación política se ha juntado la crisis pandémica, y entre ambas se ha formado un cóctel que envidiaría el propio Viatxeslav Mikhàilovitx Mólotov (1890-1986).

Y este estado depresivo nos está llevando a la inacción, al distanciamiento social, ya que el desánimo, etimológicamente, significa falta de ánimo (principio vital).

Seguidamente reproduzco una fábula interesante:   

‘Satanás y sus herramientas:

Cuentan que cierta vez, el diablo decidió retirarse, después de tantos años de engañar a la humanidad.

Hizo el anuncio público y también avisó que subastaría sus herramientas de trabajo.

Cuando llegó el día de la subasta, el lugar se llenó de toda clase de gente.

Allí, a la vista del público, se podía observar el arsenal del enemigo: la rebeldía, la envidia, la maldad, la calumnia, los celos, la discordia, la vanidad … por mencionar algunas. Había, sin embargo, una ‘herramienta’ que no se exhibía con el resto, estaba ubicada en un lugar especial, separada de las demás. Su apariencia no era particularmente atractiva, pero su precio era muy superior al resto.

Era tanta la curiosidad de la gente, que el enemigo de las almas resolvió explicar: Se trata de mi arma secreta. Durante años ha sido mi herramienta favorita, la que me ha traído más éxito con toda clase de gente. Su gran valor radica en su efectividad; ella me prepara el camino para llevar a cabo mi obra maligna, sin dificultad.

¿Y cómo se llama?, preguntó alguien.

¿Qué otra cosa puede ser?, respondió el diablo: Es el desánimo.

Dice la fábula, que el diablo ni se retiró de su trabajo como engañador, ni vendió su arma favorita, que sigue utilizando con la misma efectividad de siempre’.

(Unlock your Smile, https://m.facebook.com)

De estas fábulas podríamos deducir varias moralejas, pero para el objetivo del presente escrito, me parece ilustrativo aprender que debemos huir de los presuntos ‘valientes’, como Pedro Sánchez, que nos vende su gran proeza contra los inmigrantes llegados a Ceuta; proeza que explica como si fuera la gesta más espectacular de la galaxia, solo comparable con la ‘reconquista’ del peñón de Perejil, realizada en julio del 2002 por el Superman Cid Campeador José María Aznar.

Asimismo, los independentistas catalanes, a pesar de ver las diabólicas herramientas del estado español, no debemos adquirir la más secreta e infalible, el desánimo, ya que, en caso contrario, estaríamos derrotados.

Pero la verdad es que la situación política que estamos pasando, no permite ninguna alegría, ya que ahora, que parecía que se había alcanzado un acuerdo entre los partidos independentistas y, consecuentemente, hoy Pere Aragonès (ERC) reiniciará el tercer intento de investidura, nos enteramos que Elsa Artadi (Junts) que, según todos los indicios, estaba destinada a ser la vicepresidenta y consellera de economía, comentó ayer que había rechazado la oferta, pues su compromiso personal sigue siendo su función de regidora en el ayuntamiento de Barcelona.

Sinceramente, si algún guionista escribiera el guion de una serie desmotivadora y desmovilizadora, no lo haría mejor, no superaría el que están escribiendo nuestros políticos.

Y, como pasa siempre, la ciudadanía desconocemos lo principal, lo sustantivo, y nos vemos envueltos en una maraña de comentarios de los opinadores interesados al uso, que no hacen más que despistarnos. Pero, la experiencia nos muestra que siempre, detrás de todas las luchas cainitas, están los intereses, las envidias y recelos personales.

Y eso nos hace desconfiar de todos, y acabar pensando mal de cualquier acción, por ejemplo, del paso atrás de la citada Artadi, que podría ser sincero, pero, mucho me temo que es la punta del iceberg de una lucha de intereses en Junts, que podrían hacer explosionar el partido, siendo uno de los causantes, a mi modo de ver, el propio secretario Jordi Sánchez, que ha regalado la piel del león. 

Me parece muy interesante reproducir algunos párrafos de Vicent Partal, en su editortial de Vilaweb de ayer, enlazándola con la editorial que ese autor hizo hace un par de años, basándose en las teorías de Wollin:

‘Junts, con los votos en el saco, renuncia al 1 de Octubre del 2017 (referéndum) y a la unilateralidad:

‘Jordi Sánchez (…) ha sido el negociador parece que único y ha negociado un pacto de gobierno que significan, claramente, la renuncia al 1 de Octubre y a todo aquello que representa. A todo aquello que representa del punto de vista independentista, pero también del punto de vista democrático. Y pocas pruebas puede haber más evidentes sobre esto que la votación interna de Junts. Si salía que sí, Aragonès sería presidente, si salía que no, Aragonès también sería presidente. Extraordinario.

(…)

Y la prueba es que inmediatamente después del anuncio del acuerdo, la discusión y el interés ha pasado a la forma de repartirse los cargos y las prerrogativas que tendrían unos y otros estos dos años que piensan que serán plácidos, esperando que Madrid quiera negociar. Eduard Voltas lo explicaba, exultante, en un tuit que no puede ser más claro: ‘aún que la DUI (declaración unilateral de independencia) no esté en el horizonte, dice … ni veinte años, ni cincuenta, ni mil…

(…)

Y ahora ¿qué aliciente tendrá Madrid si ya no queda nadie que pueda amenazar la estabilidad de Pedro Sánchez?, ¿por qué motivo habría de compensar a nadie ni nadie no le amenaza con nada? El pacto, como vemos, es malo hasta en esto.

La ruptura se ha aparcado. Con todas las consecuencias que esto tendrá. (…) Laura Borràs (presidenta del Parlament) ya puede ir haciendo las maletas. Cuando los tribunales españoles la aparten del cargo, nadie la defenderá, más allá de las frases retóricas. Como pasó con el president Torra.

Respecto al president Puigdemont (en el exilio), este pacto, con el desprecio total y rotundo que hace del Consell per la República, implica su marginación. Se consuma la maniobra de desnudarlo de la legitimidad histórica e irrepetible adquirida el 1 de Octubre y con la proclamación de la independencia. Pues si el 1 de Octubre ya no es el punto de arranque de nada, entonces el president de ese momento pasa a ser un president más. Como Montilla, Mas, Torra, Aragonès. Eso se pretende, eso se busca con la maniobra. De hecho, pasa a ser menos president que los otros, pues está en el exilio, atacado por todos, sin escudo político que le defienda, ni ‘mossos’ que le custodien.

(…)

Eso sí, con dos diferencias que lo pueden cambiar todo en cualquier momento. Por un lado, que los políticos catalanes pueden renunciar voluntariamente a la confrontación, pero España se ha instalado en ella. Y, por lo tanto, ni que lo quieran, a los políticos catalanes no les será fácil. La represión no se parará ni un solo minuto.

Y aún será menos fácil, por la segunda cuestión: que es que hay un grueso de la población (…) que entiende que estamos definitivamente sumergidos en un conflicto nacional -nación contra nación-, que ya no se puede reconducir como si no hubiera pasado nada entre el 2010 y el 2021. Gente que sabe, porque lo ha comprobado escondiendo y distribuyendo las urnas, que la unilateralidad es el único camino que funciona. Gente que ha probado la victoria y la libertad. I por esta razón, ya no puede renunciar de ninguna manera. Recordad lo que explica Wollin’.

(Vilaweb, 19 de mayo 2021)

‘Sheldon Wollin señala dos conceptos: ‘el totalitarismo inverso’ y la ‘democracia huidiza, disruptiva’. Son dos conceptos que se aplican de forma muy clara en lo que pasó en Catalunya los días 1 y 3 de octubre del 2017.

(…)

Estos conceptos están interconectados. Según Wollin, el sistema en el que vivimos no es una democracia sino un ‘totalitarismo inverso’. El totalitarismo clásico, las dictaduras de los años treinta a setenta, consistía en la captura del estado por un partido totalitario que usaba su poder para conducir la vida política y social del país. El totalitarismo inverso consiste en la captura del estado por las élites económicas, que convierten a los ciudadanos en consumidores y dominan la política y la sociedad gracias a los partidos y medios de comunicación.

En el totalitarismo tradicional, el carisma del dictador era la pieza clave. En el totalitarismo invertido no hay ningún dictador, pero tampoco hay políticos, sino productos a vender en procesos electorales. Se los inventan y los queman. Tanto les da. Macron o Rivera son dos operaciones clarísimas de casting. Y Sánchez también. Por eso las elecciones ya no son un combate entre dos proyectos, sino un concurso de personalidades.

En el totalitarismo tradicional, la democracia era expresamente rechazada. El totalitarismo invertido, en cambio, hace servir la democracia para legitimarse, siempre que no se pueda hacer servir en realidad.

(…)

Ivan Krastev, en su estudio sobre la UE (…) afirma que la UE es una especie de fascismo postmoderno que crea una ilusión de democracia, pero que, en realidad, dirigen políticos que nadie ha elegido en las urnas, mientras hacen la pantomima de dejarnos elegir a nuestros países unos políticos que después no podrán hacer nada, porque se lo impedirán, haciendo servir la UE.

(…)

Volviendo a Wollin, el totalitarimso inverso, el sistema en el que vivimos, acepta la democracia, pero solo como una molestia que es preciso aguantar. Los rituales de la democracia se mantienen para legitimar el invento, pero la despolitización es potenciada, favorecida, muy particularmente a partir de los medios de comunicación. Winston Churchill cuando perdió las elecciones, acabada la guerra, hizo broma diciendo que la democracia es un sistema perfecto que sólo tiene un problema, que la gente vota lo que quiere. Esto lo han aprendido ahora y es esto lo que quieren evitar. Los liberales clásicos, Churchill, se horrorizarían al ver qué hacen hoy los que dicen que son continuadores suyos.

Cuando explicamos que el Íbez-35 domina la vida pública española mediante el dupolio televisivo y el control de la gran mayoría de los partidos políticos, que cada vez son más productos de marketing que no esferas ideológicas, constatamos las teorías que Wolin elaboró hasta su muerte, el 2015. Y, como prueba, he aquí una definición que hizo de los estados actuales, que no me podréis negar que encaja como anillo al dedo en la realidad que vivimos cada día:

‘es un estado administrativo y penetrante, con tentáculos por todos lados y sobre todos, especialmente sobre los más desfavorecidos; no honran las distinciones entre público y privado, las distinciones entre política y economía, ni siquiera las distinciones entre legal e ilegal (…) el estado contemporáneo es una compleja amalgama de poderes políticos, económicos, administrativos y discursivos’.

A diferencia de otros pensadores, Wollin no tiene ninguna receta sobre cómo eliminar la situación que describe con tanta amargura. Pero, sabe y valora que está la ‘democracia huidiza’, un concepto que nosotros, los catalanes, deberíamos apreciar especialmente.

El concepto es poderoso. Según Wollin, la democracia que hay en nuestros países no es real, por que no hay control de la ciudadanía sobre el poder político y aún menos sobre el económico. La democracia que tenemos es un ritual, pero hay momentos en que aparece y explota, de súbito, una auténtica ‘democracia huidiza’. Hay momentos en que las sociedades explotan y comparten unas horas o unos días priorizando los intereses comunes de toda la población a partir de un hecho disruptivo, que rompe los planes de las élites, las amenaza directamente y hace evidente la insatisfacción popular con la vida que nos toca vivir.

La democracia huidiza es aquel punto en que la élite pierde el control, cosa que generalmente sólo puede llegar después de un proceso iniciado en las bases y aprovechando algún trampolín, algún instrumento, que el totalitarismo invertido no puede descalificar de entrada, porque ha de hacer ver que cree en la democracia.

(…)

Wollin no tiene ninguna receta para ganar. Y apunta que las democracias huidizas son muy difíciles de mantener porque la gente tiene intereses vitales ordinarios que no le permiten estar permanentemente movilizada, pero también porque una revolución democrática, por definición, potencia la diversidad y por eso, inevitablemente, cae en la fragmentación.

(…)

Hemos visto ejemplos de democracias huidizas, como la revolución de Hong Kong, que fue aplastada (…), mientras que el movimiento del 15 M acabó siendo adaptada por una fracción de la élite, que la domesticó.

La diferencia con el independentismo es su capacidad enorme de resistencia en el tiempo. Nuestro movimiento popular y democrático también intenta dominarlo la élite del proceso, sea ERC o Junts, pero por ahora no lo ha conseguido, gracias a la extraordinaria capacidad de sacrificio de la población, pero también, en parte, porque España se debilita a sí misma cometiendo el error de presionar y perseguir una parte de la élite independentista, con la que se habría podido entender, y forzarla, por tanto, a luchar sin rendición ni tregua.

Y este colosal error español origina una de las dos condiciones que Wollin presenta como condición para alargar y hacer fructificar la huidiza explosión de la democracia en la calle: que la disrupción del sistema sea de un alcance tan grande que el estado, para frenarla, se encuentre forzado a recuperar el totalitarismo clásico con medidas despóticas y tiránicas, que acaban desligitimándolo y equiparándolo cada día más a una dictadura.

La segunda condición para alargar la explosión democrática, Wollin la formula en términos poco científicos, pero profundamente intuitivos y que considera especialmente. Dice, simplemente, que los primeros de octubre, para entendernos, ejercen un efecto tan poderoso sobre la gente, son un cambio sentimental de un alcance inmenso que ‘pueden volver a pasar mientras haya gente que los recuerde’. Porque los que lo hemos vivido ya hemos experimentado que la democracia de verdad es realmente posible, y muy bonita, y queremos volver’.

Por eso, incluso contando que una parte de la élite independentista lo haga servir sólo como un símbolo y sin voluntad real de volver, el retorno a aquello que hicimos el octubre del 2017 es el único camino transitable, la única vía que podemos seguir y que hemos de seguir. Y por esto, la crisis entre España y Catalunya, el ejemplo catalán, es tan trascendental para la UE, que es ahora mismo la plasmación más evidente, a escala mundial, del totalitarismo inverso.

(Vicent Partal, Vilaweb, 3 de julio del 2019)

Sé que este fragmento reproducido es largo, pero me parece del máximo interés y actualidad, ya que refleja adecuadamente la situación que vivimos los independentistas catalanes.

Y, como señala Wollin, debemos ser activos, forzar la confrontación democrática e inteligente, como apuntó Puigdemont, no hay otra. Debemos forzar la democracia disruptiva, y para ello, debemos abandonar a los falsos gurús que se han adaptado, asimilado, normalizado, las reglas de la democracia inversa, y se han convertido en parte de ese sistema (Junqueras, Aragonès, Sánchez, etc.)

Realmente, ver esos políticos ‘nuestros’ seguir ese ‘rollo’, aplicando ese mismo ‘rodillo’, para abandonar a nuestro único y verdadero gurú, el president Carles Puigdemont, me produce una profunda depresión, pero intentaré no caer en el desánimo satánico. Seguiré movilizándome en el corte diario de la avenida Meridiana, pero por la Independencia, ya que los indultos o la amnistía, son meras herramientas que los citados políticos que han llegado al actual acuerdo de gobierno domesticado, ya se trabajarán, si lo quieren.

Tampoco se desanimaron los quebequeses el mismo día de hoy, 20 de mayo de hace 41 años, en 1980: en el que realizaron el primer referéndum para decidir la separación de Canadá. El 60% se opuso a la independencia; que repitieron el 30 de octubre de 1995, y el sí a la independencia alcanzó el 49,42%. Y, en su momento, volverán a intentarlo, no se desanimarán.

Así que, los independentistas catalanes, debemos persistir, movilizándonos en las calles, hasta volver a conseguir un nuevo Octubre del 2017. No veo otra.