Buscar

El don Juan Tenorio Pedro Sánchez y doña Inés ERC

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Estos días vemos la campaña de seducción de Pedro Sánchez para convencer a ERC que vote a favor de Salvador Illa (PSC/PSOE) y, claro, todo son promesas y buenas palabras que, como sabemos, se las llevará el viento, como intento explicar en este escrito.

Pedro Sánchez tiene una gran autoestima y, a la vez, una gran desconfianza, oculta, hacia su ‘delegado’ Salvador Illa, ya que, de nuevo, está interfiriendo en las negociaciones entre éste y ERC.

Ayer (15/6), en la reunión del consejo nacional de ERC, la secretaria general y presidenta en funciones, Marta Rovira, al objeto de exponer las condiciones para apoyar la investidura de Salvador Illa (PSC), comentó que:

  • ‘(…) El PSC ha de saber que, si Pedro Sánchez no es capaz de mover ficha con el financiamiento, será muy difícil que ERC de soporte a Salvador Illa.
  • (…) Seguiremos defendiendo en primer orden el financiamiento singular. Hemos de hacer este primer paso antes de conseguir el referéndum.
  • (…) ERC no aceptará algunas singularidades en el marco de financiación, en respuesta a un mensaje de la ministra de hacienda, María Jesús Montero, que había hecho un planteamiento similar a Illa: ¿Catalunya habrá de ver satisfechas las necesidades de sus competencias singulares que tiene esta comunidad’.
  • (…) Al final, será la militancia de ERC la que tendrá la última palabra en el momento de decidir si avala un hipotético pacto con Illa’

A este respecto, ayer ERC aprobó el reglamento para esa consulta a los afiliados, que espero que no sea un fiasco, como fue la reciente consulta ‘organizada’ por la federación barcelonesa de ese partido, como expliqué en mi escrito de anterior.

Es preciso señalar que Marta Rovira, en anteriores declaraciones, en entrevistas diversas, se había referido a una financiación similar al concierto vasco y navarro, pero, ayer, descafeinó esa petición al referirse a un ‘financiamiento singular’, una gran cesión, de entrada, pues es salir derrotado antes de empezar las negociaciones, que siempre, han de partir de máximos para después ir cediendo ambas partes negociantes.

También ayer, Salvador Illa se refirió al respecto, comentando que:

  • ‘(…) El gobierno español quiere dar una respuesta a la singularidad de Catalunya
  • Trabajaré para que no se reproduzca la situación de que Catalunya sea la tercera comunidad aportando y la 14 en recibir contraprestaciones’

(nota: la 14, teniendo en cuenta la inflación diferencial entre comunidades, sin considerarla, sería la 10)

Está claro que Illa no citó el concierto vasco, ni la ordinalidad, que representaría pasar a ser la 3 en recibir contraprestaciones, pues, para él, una mínima mejora, por ejemplo, pasar a ser la 8 o 9 en recibir, parece que ya sería una mejora más que suficiente.

Y también hoy (16/6), en La Vanguardia, se publica una larga entrevista realizada a Pedro Sánchez, en la que éste se prodiga para seducir a ERC, para que vote a favor de Salvador Illa; siendo, como he comentado, una forma más de interferir en las negociaciones, de españolizarlas, como hizo en las pasadas elecciones con su dimisión fake, en las elecciones catalanas; y con el ‘aprovechamiento’ de la causa contra su esposa, Begoña Gómez, en las pasadas elecciones europeas.

Sánchez comentó:

  • ‘(…) Todos los caminos llevan a Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat.

Y en esa entrevista, ‘bailó el agua’, (como dice La Vanguardia), dio todo tipo de coba a ERC, pues señaló que:

  • ‘Sin el liderazgo y el compromiso de ERC no tendríamos ni indultos ni amnistía.
  • ‘Socialistas y republicanos, partidos con más de 90 años de historia, están condenados a entenderse por que el futuro de Catalunya, y en buena parte de España, dependerá del hecho que se consolide esta relación estratégica entre el PSC y ERC.

Preguntado sobre el ‘financiamiento singular’, respondió que:

  • ‘Es factible. Además, nosotros firmamos esto en el acuerdo de mi investidura con ERC. Por lo tanto, es compatible mejorar el sistema de financiación autonómico desde el plano multilateral y, al mismo tiempo, articular un financiamiento singular para un territorio tan importante como Catalunya.
  • ‘(…) La mejor opción para Catalunya es un gobierno transversal. Sobre el PSC y ERC han de pivotar los avances para Catalunya. Creo que con ERC nos podemos entender en el plano social y, en aquello que ellos denominan nacional, Salvador Illa se ha comprometido a reforzar el autogobierno y yo también, además de respetar la lengua y la cultura catalana, y los pactos conseguidos con el president Aragonès, a quien quiero reconocer su colaboración. Ha sido un buen presidente en circunstancias muy difíciles’

Es vergonzoso oír a un mentiroso como Pedro Sánchez, pues, si realmente piensa lo que ha dicho, ¿a qué vino que espiaran el teléfono móvil de Aragonès?, que siempre se ha negado a explicar.

Si Catalunya debe tener un financiamiento justo y equiparado al resto de las comunidades autonómicas, ¿por qué no ha actualizado el sistema de financiación autonómico, que está caducado desde 2014?, tres años con gobierno de Mariano Rajoy, y siete con gobierno del propio Sánchez. La respuesta es clara, que siempre, y siempre es siempre, ha interesado al estado reprimir económicamente a Catalunya, como también en los ámbitos político, social, cultural, etc.; perpetuando, así, los ‘derechos de conquista’ conseguidos en 1714 y reafirmados con el pronunciamiento militar y la guerra incivil del asesino y dictador Franco, para mantener a Catalunya como una colonia, dependiente, para todo, de la metrópoli.

También es vergonzoso que Pedro Sánchez reconozca que el tema de la mejora de la financiación era uno de los temas acordados para su investidura, y que hasta ahora no haya hecho nada para mejorarla; y en este momento, vuelva a utilizar ese comodín, para investir a Salvador Illa.

Es preciso recordar que en su momento:

En 2012, el president Artur Mas ya planteó el pacto fiscal a Mariano Rajoy, y recibió un rotundo NO, como respuesta, sin más.

También en 2018, Junts y ERC pusieron este tema sobre la mesa, para la primera investidura de Pedro Sánchez, siendo una condición ineludible, que Sánchez asumió, y nada más.

Que en marzo de este 2024, el president Pere Aragonès planteó su propuesta de financiación singular, encargándose la Generalitat de recaudar el 100% de los impuestos; propuesta que recibió un sonoro e inmediato portazo de la Moncloa.

El gobierno español ha insistido repetidamente, que cualquier reforma del sistema de financiación autonómico se ha de hacer en un marco multilateral, que incluya a todas las comunidades, es decir, en el consejo de política fiscal y financiera, pues el PSOE considera que Catalunya ha de tener el mismo tratamiento que las restantes autonomías del régimen común.

Y ya sabemos lo que es manipular las premisas del sistema común, y la animadversión que todas las comunidades autonómicas tienen contra Catalunya, pues, desde siempre, pero especialmente desde el referéndum del 2017, nos ven como traidores, egoístas, etc. Por eso, y a modo de ejemplo, Emiliano García-Page Sánchez, presidente de Castilla – La Mancha, va repitiendo que considera que está en contra de cualquier modificación que represente una mejora para Catalunya, pues eso sería un privilegio.

Y nosotros también sabemos lo que acabará siendo, si se llega a dar, esa presumible ‘financiación singular’, será una nueva ‘farsa singular’.

Josep Antich, en su editorial de Elnacional.cat de ayer, comentó que:

  • ‘(…) En las próximas semanas asistiremos a un debate que debería ser profundo y no semántico y superficial, sobre la financiación de Catalunya, mejor dicho, sobre el escandaloso infrafinanciamiento de Catalunya, del que son responsables tanto el gobierno de Mariano Rajoy como el actual de Pedro Sánchez, ya que el actual sistema está caducado desde el 2014. Desde hace una década, lejos de plantearnos una revisión, ya ha ido bien ahogar las arcas de la Generalitat, presentar a sus gobernantes como unos malgastadores solo preocupados por los temas relacionados con la independencia; y ahorcar su capacidad financiera, hasta el extremo que el gobierno español era el banquero y los catalanes debíamos pagar intereses por unos dineros que con un sistema justo ya se hubiesen quedado aquí.
  • (…) al PSOE y al PP los vemos hablar diariamente del consejo general del poder judicial y casi nade del expolio económico que padece Catalunya.
  • (…) Como que la experiencia nos demuestra que en Madrid son extremadamente hábiles para envolver las palabras como conceptos similares que, al final, parece que dicen lo mismo, pero nunca son lo mismo, por eso hará falta mucha pedagogía para distinguir lo que es una cosa y lo que es otra. Que no acabemos comprando una joya de imitación en lugar de una auténtica. Pues lo que es el concierto económico está bien claro. Es un sistema de financiación propio del País Vasco y de Navarra que reconoce la capacidad para mantener, establecer y regular su propio régimen tributario, establece los criterios en virtud de los cuales se distribuye la recaudación y determina la metodología para cuantificar la contribución del País Vasco a las arcas del estado que no estén asumidas por la comunidad autónoma (cuota, cupo)
  • (…) es imprescindible salir del régimen común que ahoga cualquier negociación con el café para todos.
  • (…) resumiendo, o la llave de la financiación de Catalunya y de la recaudación y gestión de toso nuestros impuestos la tiene únicamente Catalunya, lo que permitiría eliminar el déficit fiscal, o continúa siendo como hasta ahora, en Madrid, entre el palacio de la Moncloa y el ministerio de hacienda, a través de consorcios paritarios. Esta será la batalla. Autonomía financiera total o dependencia financiera como hasta ahora, pero un poco mejor’

Y en estas estamos.

En el Ara de hoy (16/6) se incluyen dos comentarios recogidos de la red X, que me parecen clarificadores:

Financiamiento singular’. La nueva manera de no definir nada’ (Lluís Gibert, abogado)

‘Hace años que ya tenemos un financiamiento singular. Singularmente insultante’ (Txell Vilaplana, doctora en historia)

Efectivamente, el concierto vasco y navarro está contemplado en la constitución de 1978, como derechos históricos de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba-Álava, y prevé su actualización en el marco del respectivo estatuto de autonomía.

Ese concierto económico surgió tras la abolición foral, después de la finalización de la II guerra carlista a finales del siglo XIX; el primer concierto se aprobó en 1878, siendo renovado sucesivamente hasta nuestros días, con la excepción del período de la dictadura franquista.

Así, los territorios históricos de esas comunidades, a través de sus juntas generales, deciden los impuestos que deben pagar sus ciudadanos, y las diputaciones forales se encargan de recaudarlos y de gestionarlos. El cupo, es la contribución que tienen que pagar a las arcas del estado, para sufragar las competencias que no están transferidas: gastos de defensa, exteriores o la corona, básicamente.

El resto de comunidades autonómicas se financian de acuerdo al régimen común establecido por la Lofca (ley orgánica de financiación de las comunidades autónoma)

Unos privilegios históricos que nunca se consideraron ni consideran para Catalunya, pues nunca, ningún gobierno, se ha planteado la posibilidad de retornarnos todos los derechos que teníamos antes de 1714, es decir, anteriores a los privilegios vascos.

Por eso, en el actual contexto, me parece, a todas luces, inviable conseguir un concierto autonómico como el que tienen esas dos comunidades. Pero sí que ERC debería conseguir una financiación equivalente, que la singularidad fuese contundente, no meramente semántica, reducida a unos mínimos.

Y aún así, no estaríamos protegidos, pues el mismo Pedro Sánchez, o un futuro gobierno del PP, podrían reducir o anular esa singularidad, al no estar contemplada por ninguna ley orgánica.

Por eso, no debemos dejarnos engañar. Si Pedro Sánchez quiere, realmente, mejorar la convivencia, la concordia, de los catalanes, debería trabajar para facilitarnos el concierto, ‘ad concordiam’.

Todos sabemos la capacidad de mentir, de fabular, de tergiversar y de seducir que tiene Pedro Sánchez, como la tuvo, en su momento Felipe González, que, históricamente, se había opuesto a la entrada en la OTAN (con su gran campaña ‘OTAN, de entrada NO’), pero en 1986 organizó un referéndum para seguir en esa organización armada. Un referéndum que tuvo una participación del 59,42%, y el si obtuvo el 52,5%, es decir, un 31, 19 % del censo; destacando la derrota del SI en Catalunya (46,28%), entre otras pocas comunidades.

La seducción, entre otras acciones y efectos, incluye la persuasión y la sugestión. Y, etimológicamente, proviene del latín se-ducere: separar del buen camino, desviar del bien, empujar al error.

Por todo ello, me parece ‘lógico’ (en su ilógica lógica; en su lógica utilitarista) que, Pedro Sánchez se multiplique estos días por Catalunya, o nos lance entrevistas, por todos los medios, para empujar a ERC al error de apoyar a Salvador Illa, con falsas promesas, que, sabemos, por experiencia, que nunca cumplirá.

Ya vimos que el traspaso de los trenes de cercanías a Catalunya, que fue otra de las condiciones para la investidura de Sánchez, finalmente, se tradujo en la creación de un consorcio compartido estado / Generalitat, que, en la práctica sólo se reunió para hacerse la foto inicial. Y, claro, cuando le vuelva a convenir a Sánchez, volverá a sacar el tema, como un nuevo ‘as’, un nuevo comodín, para utilizar en un futuro juego, como hacen los tahúres.

En definitiva, que Pedro Sánchez seguirá interpretando el papel de don Juan Tenorio, como lo escribió en 1844 José Zorrilla Moral (1817 – 1893), basándose en la obra ‘El burlador de Sevilla y convidado de piedra’, escrita en 1630 por Tirso de Molina (el fraile Gabriel Téllez, 1579 – 1648)

En esa obra, don Luís y don Juan compiten para ver quien mata a más gente en batalla y conquista más mujeres en un año.

Don Juan gana, y como venganza, don Luís le desafió a conquistar a una monja, doña Inés, que estaba ingresada en un convento desde su infancia; pero en la apuesta, Juan dice que seducirá a Inés y a la prometida de Luís.

Tras conseguir seducir a ambas, debe enfrentarse en duelo a Luís y al padre de Inés, pues ambos ven ultrajado su honor. Juan les mata, y por eso, para evadir la ley, debe huir a Italia.

Inés muere de amor, por la lejanía de su querido Juan.

A su regreso, Juan visita la tumba de Inés, y muere. Pero Inés, en la otra vida, intercede para que Juan no vaya al infierno, y se reúna en el cielo con ella.

Pues bien, en estas estamos, que el don Juan Tenorio Pedro Sánchez quiere seducir a Inés ERC, y mucho nos tememos, que finalmente lo conseguirá, y que, seducida ella, abogará para que todos los militantes de ERC acepten el acuerdo al que lleguen, que, con toda seguridad, será de mínimos vestido de máximos.

Por todo ello, muchos independentistas estamos hartos de ese ‘donjunismo’ del narciso y mentiroso, Pedro Sánchez, y estamos de acuerdo que ese ‘donjuanismo’, como explican muchos intelectuales (desde Ramón Pérez de Ayala, Américo Castro o José Ortega y Gasset, refleja un personaje inmaduro emocional, una figura satánica. Pero yo creo que, más bien, es un ‘rebelde’ que su única causa es él mismo.

Y sabemos que ir con ‘amistades peligrosas’ (recordando la película ‘Dangerous Liaisons’, dirigida por Stephen Arthur Frears en 1988, basada en la novela ‘Las relaciones peligrosas’ escrita en 1782 por Pierre Ambroise Choderlos de Laclos (1741 – 1803)), nunca acaba bien. Y eso ERC debería saberlo.

Por eso recomiendo a ERC, y en especial a Marta Rovira, la lectura de ‘Diario de un seductor’ de Sören Kierkegaard (1813 – 1855) y ‘Sueños de un seductor’ de Woody Allen; pues, con toda seguridad, aprenderán resortes para huir del embrujo del don Juan Tenorio Sánchez, y no sucumbir miserablemente como Inés.

Confío que finalmente, ERC no sucumba a los cantos del ‘sireno’ Pedro Sánchez; que, Marta Rovira, como Ulises, haga caso a los consejos de Circe, como expliqué en un escrito anterior, ya que, en caso contrario, acabará estrellando su nave contra las rocas. Y no solo su nave, si no a toda Catalunya, y a nuestras ilusiones.